Jueves 2 de enero de 2003

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El hospital de Bariloche tuvo una ardua jornada

El fin de año dejó 26 muertos en accidentes de tránsito

 

Año Nuevo con menos heridos que en el 2002

 

Tres casos de lesiones en las manos atendidos en distintos puntos de la región fueron los más graves. En Neuquén hubo varios casos de chicos internados por alto consumo de alcohol.

  Un joven de 15 años en Neuquén, un joven de Roca y un chico de nueve años en Cutral Co sufrieron lesiones en sus manos al explotarle artículos de pirotecnia en sus manos durante los festejos de Año Nuevo. Hubo otros heridos en la región, pero cuyos casos revistieron menor gravedad. Sin embargo, en la región, como en el resto del país, se notó una baja en el número de afectados por los accidentes.
Según datos nacionales, unas 300 personas recibieron heridas por pirotecnia. La cifra refleja una baja de los lesionados del 27% en Buenos Aires y 22% en el interior
En Neuquén, un chico de quince año sufrió la amputación del dedo índice de la mano derecha durante los festejos por el primero de año cuando manipulaba material pirotécnico.
El accidente fue el más grave de todos los que se registraron en esta ciudad y el menor fue atendido en el hospital Castro Rendón.
Hubo chicos con problemas en la vista y con quemaduras menores pero -según las fuentes consultadas- hubo menos accidentes que en la Navidad y que el año pasado. Hace una semana, por caso, los partes marcaban 15 lesionados y dos personas con dedos amputados.
En cambio, los médicos de guardia de distintos centros de salud explicaron que hubo un notable incremento de menores alcoholizados, mucho de los cuales ayer la a tarde seguían internados.
Una fuente del hospital Castro Rendón definió a la jornada de la víspera como "tranquila" y admitió que "es impresionante la cantidad de chicos que llegaron a la guardia con un cuadro de intoxicación alcohólica; tenemos casos de chicos de 13 y 14 años que siguen internados".
Otras fuentes comentaron que en la gran mayoría de los casos las intoxicaciones se produjeron por una exagerada ingesta de bebidas alcohólicas, fundamentalmente cerveza.
En la guardia del hospital de Cutral Co no tuvo tregua durante los primeros cuarenta minutos del año nuevo para asistir a los heridos por la manipulación de artefactos de pirotecnia. En total fueron cinco los lesionados, entre ellos un chico de 9 años a quien le explotó un cohete en una mano y le afectó un dedo.
El personal médico y de enfermeros que estuvo de guardia durante el último día de 2002 y el primero del actual no tuvo descanso desde minutos después de la medianoche y poco antes de la 1 de la madrugada. Hasta este centro de salud llegaron en total cinco vecinos que presentaban distintas lesiones pero todas de un mismo origen: la pirotecnia.
Los dos casos de mayor seriedad, tal como explicó a este diario el médico de guardia Norberto Beltramo fueron el de un niño de 9 años y de un mayor de 33 años. El resto fueron quemaduras aunque no de gravedad. Las atenciones se debieron practicar en una de las víctimas que resultó lastimado en un ojo por un cohete.
La otra víctima fue un chico de 9 años al que le explotó un elemento de mayor potencia en una mano y le afectó uno de sus dedos. Se le debió concretar una sutura que requirió un poco más de atención. En los demás casos se trató sólo de quemaduras.
En Cipolletti en comparación con años anteriores no fueron tantos los quemados. "En tema pirotecnia ha sido menor", reconoció uno de los médicos que trabajó durante la jornada de ayer en el hospital local. Ninguno de los pacientes tuvo que ser internado a raíz de las lesiones.
En menores de edad, el caso más destacado se presentó alrededor de las cuatro de la mañana cuando tuvieron que asistir a un chiquito de cuatro años al que le había explotado un petardo en la mano. Sin embargo, tampoco en este caso las heridas fueron de gravedad.
Desde el hospital de Roca se indicó que este año recibieron menos casos de personas lesionadas por la manipulación de cohetes y explosivos que en fiestas anteriores.
Hubo unos pocos casos de jóvenes con quemaduras menores, y el más grave fue el de un adolescente que debió ser intervenido quirúrgicamente debido a que un explosivo en malas condiciones explotó en una de sus manos. La herida que recibió el menor, del que no se suministraron mayores detalles, no fue de gravedad pero requirió de cirugía menor para recomponer el tejido de uno de sus dedos.
   
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