Viernes 17 de enero de 2003
 

No implica reducir personal
 

En febrero comenzarán las pruebas piloto. Permitirá ahorrar hasta el 25%.
  NEUQUEN (AN).- El administrador del ISSN, Gerardo Hettinger, defendió el contrato con Impsat, eludió opinar sobre el trámite judicial y aseguró que la ubicación del servidor del sistema en un “data center” garantiza “mayor seguridad, acceso, disponibilidad de ‘backup’ -o archivos de seguridad-”. Consideró, en cambio, que el gremio “cayó en una falacia” cuando insinuó que la adopción de la tarjeta implicaría reducción de personal en el ISSN.
Hettinger recordó que los empleados del ISSN ya tienen más de tres años de antigüedad en el Estado, por lo cual su estabilidad laboral está asegurada. Algunos serán reubicados y otros se capacitarán para ofrecer atención personalizada y especializada al público, pero las delegaciones y la estructura institucional actual “se mantendrá”. Dijo que hay demandas -derivaciones, internaciones, turismo social- de los afiliados que exceden las posibilidades de resolución de la tarjeta, y a ese sector apuntará la mejora en la atención.
El dirigente de ATE, Raúl Dobrusín, dijo que el pliego de licitación exige la instalación del servidor del sistema en Neuquén, y que su incumplimiento -está instalado en un ‘cluster’ en el data center de Conexia en Buenos Aires- implica la automática caducidad del contrato. Eso es lo que pidió el sindicato en la justicia, que citó a Hettinger y al gerente general de Impsat-Conexia, Luis Navas, que declararán en febrero próximo.

Ahora, Impsat es extranjera

NEUQUEN (AN).- Aunque Impsat fue fundada en 1990 como parte del grupo Pescarmona, para ofrecer servicios de telecomunicaciones a empresas del Cono Sur, ahora pertenece a capitales extranjeros. Su paquete accionario está integrado por Nevasa Group, British Telecom, Morgan Stanley Dean Witter, Sudamericana y Crédit Suisse.
Enrique Menotti Pescarmona se decidió a venderla luego de reestructurar su deuda de 1.000 millones de dólares. La redujo a 270 millones de dólares y las evaluaciones oficiales consideran que la empresa vale hoy entre 400 y 600 millones de dólares. Su facturación durante 2002 fue de 230 millones de dólares.
En Argentina facturó 55 millones en 2002, una cifra bastante inferior, por efecto de la devaluación, a los 130 millones de dólares de 2001. Actualmente una parte importante de la deuda -125 millones de dólares- fue capitalizada en nuevas acciones y por el resto, que eran bonos emitidos por una cifra similar y vencían este año, se prorrogaron hasta el año 2010. Entre 1999 y 2000, amplió la red de fibra óptica -que enlaza Neuquén con Buenos Aires a través de La Pampa y desde Mendoza-; comenzó a operar en nuevos mercados. Tiene unos 1.300 empleados.
   
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