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Sábado 11 de enero de 2003 | ||
Ernesto Meschini castiga a los municipales que no lo apoyan en la reelección |
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El intendente de Vista Alegre va por otro mandato. Dice que en la comuna todos le deben lealtad. |
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"Yo los hice entrar y me tienen que responder", aseguró el jefe comunal de esta ciudad creada en 1995 y gobernada por Meschini desde entonces. En este pueblo de 3.000 habitantes donde abundan los peones rurales y el único empleo seguro es el del Estado, comenzó a escribirse un nuevo capítulo de Pago Chico, la novela de Roberto Payró. Un grupo de agentes que comenzó a trabajar con otra línea del Movimiento Popular Neuquino denunció persecución política, y lejos de negar los cargos, el jefe comunal reafirmó que si aún están en el municipio es porque la Justicia no le permitió echarlos. La denuncia la hicieron el ex jefe de personal, Gavino Jofré; la ex secretaria en Desarrollo Social, Diana Chavez; la ex educadora de la UAF, Mónica Gutiérrez y la ex encargada del comedor de Costa de Reyes, Ana Osés. Los cuatro fueron recluídos, por orden de Meschini, en la pequeña sala de espera contigua a la oficina del intendente. Están de brazos cruzados, sentados en bancos de madera . En la misma situación se encuentran otros cuatro empleados, que se salvaron de permanecer en la misma sala porque presentaron certificados médicos: el ex director de Desarrollo Social, Marcelo Pieroni; el ex titular de Producción y Defensa Civil, Luis Garrido; y las agentes del área de Acción Social Norma Jofré y Gabriela Garrido. Garrido trabaja en la zona norte de Vista Alegre, pero "también la voy a traer acá a esa oficina", advirtió Meschini a este diario. El jefe comunal está convencido de que los 72 empleados municipales que tiene Vista Alegre deben trabajar para su gestión, o de lo contrario irse. "Todos son políticos, desde el empleado hasta el intendente que está a cargo. Yo los hice entrar, le tienen que responder al intendente que está a cargo", dijo en su polémica declaración. Pieroni es uno de los precandidatos a intendente (por el MPN) que activó la campaña para disputarle a Meschini la reelección. Junto con Jofré comenzaron a "visitar gente" y cuando Meschini se enteró, dejó sin efecto sus nombramientos políticos y los mandó a hacer mantenimiento de calles, limpieza de calzada y recolección de basura. El barrido se hace en la única arteria asfaltada que tiene el sector sur, la del frente del edificio municipal. Los afectados por la decisión del intendente presentaron un amparo en la Justicia y el 6 de enero a Meschini le ordenaron que los regrese al puesto original. Una suerte distinta corrieron los contratados, que no obtuvieron renovación. Osés tiene tres años de contrato en la comuna, Gutiérrez tiene 56 meses y Chavez 47 meses en la comuna. "Fuimos las únicas a las que se nos suspendió el contrato, simplemente por una versión de que estábamos en su contra; yo sufro las consecuencias de haber sido la secretaria de Pieroni. No hubo explicaciones de porqué se me echó", dijo Chavez quien al igual que sus compañeras consiguió la reincorporación debido al amparo. Meschini reafirmó que hasta el 10 de diciembre mantendrá a los díscolos en una misma oficina. "Los quiero echar porque ellos no están de acuerdo con mi gestión y entraron para este proyecto político. Si están en desacuerdo, que se vayan a la vereda de enfrente, que renuncien, porque el sueldo se los paga el pueblo. La gestión es responsabilidad de este intendente", dijo. Meschini fue directo: "no los quiero en la municipalidad, pero como no los puedo echar, los tengo en un rincón". |
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