Domingo 12 de enero de 2003
 

Una multitudinaria y colorida partida de los palistas
 

Los aficionados respondieron en forma notable en Neuquén y Roca.
 
La gente, como en ediciones anteriores, acompañó a los palistas en el balneario neuquino, en lo que fue el comienzo de una nueva edición de la clásica travesía.
Una gran concurrencia de público se registró en el balneario municipal de Neuquén para acompañar la salida de los participantes.
El calor fue intenso durante toda la jornada y mucha gente se acercó al río para disfrutar del agua, a ellos se sumaron todos las personas que acompañan a los deportistas, invitados y autoridades para completar un marco multitudinario.
También fue importante el recibimiento de los palistas en el cierre del parcial en la zona del Náutico General Roca en las proximidades del puente de Paso Córdoba.

Históricos: Oscar Sanguinetti, Néstor Gómez y Alberto López Krause volvieron a reunirse. Los tres viedmenses son quienes bajaron por primera vez el curso de agua de Neuquén a Viedma, a fines de la década del `60 y permitieron que años más tarde naciera la Regata del Río Negro.
Si bien se conocen y comparte la misma pasión por el náutico La Ribera, ayer, después de tantos años, estuvieron los tres juntos presenciando la largada.

Remolones: Como lo exige el reglamento cada una de las ciento seis embarcaciones fue pesada y revisada para ver si contenía flotadores por parte de los integrantes del Comité Organizador.
La "ceremonia" fue extensa y hubo algunos remolones que llegaron en el límite del tiempo permitido.
Claudio Sahueque, Luis Barrios y Héctor Jara fueron los últimos en pasar por el lugar fijado.

Afuera: Desde la costa y cumpliendo funciones como entrenador del equipo de Ceppron seguirá la travesía el experimentado Ariel Basualto.
El tres veces ganador en K-1 se enteró a último momento que no podría ser de la partida debido a que a Andrea Coronel, quien iba a ser su compañera, no le otorgaron permiso en su lugar habitual de trabajo para tomar parte de la apasionante y tradicional travesía.
"Es una lástima porque este año estaba bien entrenado y con posibilidades de pelear bien arriba en la categoría" explicó el neuquino.

Llamativo: Uno de los palistas que más fácil podrá ser identificado por quienes sigan la regata es Omar Linares. El viedmense largó con un body rojo y vincha del mismo tono, que contrasta con el negro de su embarcación y lo hace muy visible desde lejos.

Lamento: "Lamento más no poder correrla que no poder ganarla" dijo Juan de la Cruz Labrín cuando fue consultado por varios medios radiales a raíz de su ausencia por razones de salud.
Una semana atrás el neuquino no fue autorizado por su médico para tomar parte en la travesía y se quedó afuera.

Hay premios para cada etapa

En un podio montado en la caja de una camioneta y muy bien producido, el Comité Organizador de esta nueva edición de la Regata del Río Negro realizó, tras la finalización de la etapa, la entrega de medallas para los ganadores de cada una de las categorías.
Este tipo de ceremonia se se repetirá luego de cada parcial y eso permitirá que cada uno de los vencedores retire su premio enseguida.
Antes se efectuaban dos entregas de premios para los vencedores de cada uno de los parciales.
Para los tres primeros parciales el acto se realizaba en Choele Choel, durante el primer día de descanso, en tanto que para las etapas restantes se esperaba arribar a Viedma para hacer lo propio.
Esto hacía que en muchas oportunidades los palistas no retiraran sus premios y se decidió el cambio de modalidad.
La falta de práctica hizo que ayer las entregas se demoraran un poco, aunque los competidores se fueron acercando hasta el lugar y, además de las medallas se llevaron el caluroso aplauso de quienes presenciaron el acto.
Los primeros en pasar por el lugar fueron Néstor Pinta y Martín Mozzicafreddo, mientras que el último resultó Omar Linares.

Lo de María Carrillo fue apenas un susto

Los nervios y la ansiedad de la joven María Carrillo por estar en prueba le provocaron un pequeño susto a la delegación del club Atlético Lamarque.
La deportista sufrió un desmayo una hora antes de la largada que fue diagnosticado como "estrés deportivo" por parte del médico que acompaña la competencia y que la atendió enseguida en la zona del balneario neuquino.
Tras la asistencia del profesional y la contención de sus compañeros la palista se pudo recuperar y tomar parte de la travesía en la división de los botes mixtos junto a Marcelo Carrabou.
Después, la exigente del primer tramo, las condiciones que presentaba el río y la alta temperatura complicaron a varios de los palistas.
Algunos fueron atendidos apenas arribaron a Paso Córdoba y en casi todos los caso producto de cuadros de deshidratación.
La recuperación fue rápida y los deportistas seguirán en la clásica prueba.
   
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