Sábado 4 de enero de 2003
 

La peña: Respirar folclore

 
  Salta es folclore. Salta respira folclore. Salta hace folclore.
Casi podría decir que Salta es sinónimo de folclore y que hizo de este género su mayor apuesta musical desde hace una pila de años.
El solo ejercicio de buscar a los primeros exponentes del folclore salteño permite acceder a una lista interminable, imposible de publicar por su extensión y cargada de éxitos. Ver la historia de esta música en Salta es ver la historia misma del folclore argentino, porque buena parte surgió de la provincia norteña.
Un buen amigo dice que Salta es folclore, belleza y empanadas. Y no sólo eso. Dijo que si el folclore salteño se declarara en rebeldía, en la Argentina no se haría la mitad de los festivales que hoy existen.
No sé si será tan así, pero es verdad que Salta es uno de los mayores generadores de éxitos en este rubro y nadie podría discutirlo.
Hablar de folclore en la Argentina, sin menospreciar a nadie, necesariamente nos lleva a Salta y Santiago del Estero. Las dos provincias lanzaron cientos de famosos que llegaron a escalas impensadas no sólo dentro del país, sino a buena parte del mundo.
Lógicamente, los hay de otras provincias que llegaron lejos, pero hoy nuestra materia es Salta.
Los Chalchaleros hasta hace muy poco, Los Nocheros hoy en día, Los Fronterizos, Los Cantores del Alba hace años y Los Cuatro de Salta, Las Voces de Gerardo López, e infinidad de nombres llevaron, además de la calidad de lo que hicieron, el nombre de su provincia como estandarte.
Por eso mismo digo que Salta es folclore, porque se respira eso, porque si tiene la suerte de visitar esa provincia, podrá elegir dónde escuchar buena música de famosos y no tan famosos, de consagrados y aspirantes, de jóvenes que en pocos años llegarán lejos. Algunos ya están caminando por esa senda y en apenas un par de años estarán en primerísimo plano. Ejemplo claro son Los Guaraníes, que llevando una buena llave como la de Los Cantores del Alba se están instalando sin pausa en lo más alto del escenario.
Unos en México, otros en Estados Unidos y en toda Latinoamérica, otros en Europa y algunos hasta en el Japón, hicieron su folclore para arrancarles a los que extrañaban su país y a los curiosos, los aplausos más largos. Allí estaban guitarreros y cantores de Salta.
Es esta provincia la que contagia folclore, la que instaló en cada bar y en cada comedor la modalidad de esta música. Y créame, en cualquiera de estos sitios escuchará el mejor folclore, aunque muchos grupos jamás hayan salido en un diario, aunque jamás los haya visto por televisión.
Los jóvenes vivieron al lado del folclore toda su vida, mamaron esta música, la escucharon en todos lados y, por supuesto, en cada sitio de Salta como en muchas provincias del norte aparece un buen cantor y guitarrero y si con eso no alcanza, hasta un cuentista. Para esto no hacen falta fama, ni diarios, ni televisión.
Salta es algo así como una especie de fábrica de folcloristas, aunque suene a tecnología. Cada verano, un enorme plantel de salteños muestra que efectivamente son tantos los que hacen folclore que bien podría haber uno en cada escenario.
Jorge Vergara
jvergara@rionegro.com.ar
   
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