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Sábado 4 de enero de 2003 | |
Salteño |
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Una historia popular de Los Chalchaleros a Los Nocheros |
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| La imponente historia folclórica que ha surgido desde las entrañas del territorio salteño reconoce un tránsito que reúne el mojón insalvable de Los Chalchaleros y la popular actualidad de Los Nocheros. Esas vertientes han sabido sostener un "estilo salteño" de hacer folclore y, a la vez, han sido puntales de una estética capaz de dominar a todo el género nativo. Hablar de Los Chalchaleros implica recorrer una historia de 54 años a la que el propio grupo decidió poner punto final, tras una interminable y multitudinaria recorrida que se paseó por toda la Argentina, en junio pasado. Bajo la batuta de Juan Carlos Saravia, el conjunto nació con más voluntad que sapiencia, ya que como evoca el propio líder "al comienzo, sabía sólo dos tonos en la guitarra; Pelusa (Franco Sosa), un poco más; Aldo (Saravia) y Cocho (Zambrano), nada". Superando sus propias limitaciones y confirmando que el talento y la magia son parte de un don insospechado y complejo de asir, Los Chalchaleros echaron a andar e impusieron un tratamiento personalísimo a la música argentina. "Dejábamos de cantar las sílabas, por ejemplo, porque nos faltaba el aire. Y hasta ahora sé tocar sólo lo que canto", confiesa. A lo largo de más de medio siglo, por el grupo desfilaron distintos cantores; algunos se fueron para siempre -Aldo, Pelusa, Cocho, el Chango Acosta Toledo, Dicky Dávalos y Ernesto Cabeza- y Juan Carlos es el único chalchalero que integró todas las formaciones, esta última junto con su hijo Facundo, Polo Román y Pancho Figueroa. Más cerca en el tiempo, apelando a otras formas y vertientes, desde Salta también arribó el "boom" de Los Nocheros, el cuarteto integrado por Kike y Mario Teruel, Rubén Ehizaguirre y Jorge Rojas. La agrupación de envidiables voces y un marcado apego por lo romántico versiona con soltura el cancionero folclórico y enloquece a sus "fans" femeninas a la hora de entregar un repertorio impregnado de baladas cargadas de explícito erotismo. En un camino no siempre equilibrado en que las zambas se convierten en pasionales canciones, Los Nocheros han sabido convertirse en pilares de la recuperación masiva del espacio folclórico. "Sabemos que siempre hemos recibido críticas sobre si lo nuestro es folclore o cantamos baladas. Los Nocheros nos sentimos folcloristas que también le cantamos al amor", manifestó Mario Teruel. "Nadie nos va a enseñar cómo se canta una zamba, ya que hace 25 años que las venimos interpretando. No nos molestan las críticas cuando cuestionan el estilo, pero sí cuando ponen en tela de juicio nuestra raíz, algo que nunca hemos perdido", agregó Kike Teruel. Con su peculiar fórmula, el grupo editó media docena de álbumes ("Con el alma", "Tiempo de amor", "Ven por mí", "Signos", "Nocheros" y "Señal de amor") con los que logró vender más de un millón y medio de placas. (Télam). |
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