Lunes 2 de diciembre de 2002 | ||
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La victoria menos festejada de Boca |
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El 3-1 a Central sólo sirve para las estadísticas. Hubo invasión de campo y se demoró el final. |
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BUENOS AIRES (DyN) - Boca resolvió con un cómodo 3-1 su partido ante Rosario Central, aunque el resultado le sirvió de poco ante el triunfo de Independiente sobre San Lorenzo, y terminó en el segundo puesto un torneo Apertura que resignó por los puntos que dejó en el camino en la primera mitad del campeonato. Los hinchas despidieron con aplausos al equipo "xeneize" y le dedicaron cantos hirientes a Independiente ("siguen siendo amargos", gritaron) y a San Lorenzo por no haberle hecho la fuerza esperada al campeón. Marcelo Delgado, Clemente Rodríguez y Alfredo Cascini pusieron a Boca tres goles arriba y el ingresado Germán Rivarola descontó a dos minutos del final para el conjunto rosarino, que le opuso muy poca resistencia al subcampeón pese a que se encuentra en una muy incómoda posición con respecto al descenso. En definitiva, Boca finalizó en la segunda ubicación porque logró regularidad en su rendimiento cuando ya era demasiado tarde. Al equipo de Tabárez le costó agarrar ritmo en el primer tiempo. Los primeros quince minutos fueron de una intrascendencia casi absoluta, e incluso de a ratos Central tuvo más la pelota, aunque sin mayores luces que las que Pablo Sánchez y Emiliano Papa encendieron con algunos encuentros sobre el andarivel izquierdo. En los últimos veinte minutos, Boca se adueñó definitivamente del mediocampo y estableció diferencias en el desarrollo y en el marcador. A los 29, un remate de Delgado impactó en el travesaño, luego de un centro del mellizo Guillermo y de un posterior despeje de cabeza de Daniel Díaz que quedó a la deriva en el área chica. La apertura llegó a los 35 cuando el "Chelo" Delgado convirtió su cuarto gol de tiro libre en el campeonato. Boca se puso 2-0 en el último minuto de la etapa inicial. Rodríguez habilitó a Tévez, quien la defendió con el cuerpo, ganó la posición y cuando enfrentó a Castellano la tocó hacia el medio para la entrada goleadora de Clemente. Ya en la etapa final, Boca jugó a media máquina frente a un equipo llamativamente apagado. El conjunto local controló el juego sin esforzarse y a los 23 minutos anotó el tercero a través de Cascini. A los 32, unos cien hinchas de Boca invadieron el campo de juego para intentar quedarse con las camisetas de sus jugadores, quienes salieron corriendo hacia el vestuario. La policía desalojó a la gente y el juego se reanudó después de nueve minutos. De allí hasta el final, la única maniobra para destacar fue el descuento de Central. De Bruno puso una asistencia a espaldas de Burdisso y Rivarola definió con un zurdazo bajo que solamente sirvió para las estadísticas. Gran despedida |
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