MAS INFORMACION

Pronostican más turbulencias en los mercados

"Todo el mundo está mirando a Brasil"

La victoria absoluta se le escapó a Lula da Silva y habrá segunda vuelta

El líder del PT irá a ballottage por segunda vez en su historia. La disputa será el 27 con el oficialista José Serra.

"Si logro ganar en la primera ronda, excelente. Si no, vamos a la segunda, yo no estoy preocupado", aseguró Lula. Luego "levantó campamento" y dijo que hoy hablaría con la prensa.

SAN PABLO.- Luiz Inácio Lula da Silva obtenía ayer la mayor votación de su vida, pero el ballottage que se le presentará dentro de tres semanas no aparecía anoche como un mero trámite para llegar al poder, según varios analistas.
Por lo pronto, el fantasma del ballottage ya arruinaba la fiesta que el Partido de los Trabajadores había preparado en la avenida Paulista, la postal de San Pablo, donde el clima distaba mucho de la euforia de los últimos días.
Escrutado 60 por ciento de los votos, Lula Da Silva obtenía 46,8 por ciento, y con ello no lograba la mayoría absoluta, por lo cual, de confirmarse la tendencia, deberá disputar el ballottage el 27 de este mes con el segundo, el oficialista José Serra, que alcanzaba el 24%.
Serra es un candidato sin carisma y con enemigos en varios frentes, pero preparado, con experiencia en tareas ejecutivas y dispuesto a todo para llegar a la presidencia, su sueño desde que tenía 16 años, según confesó en marzo, cuando cumplió 60.
Hasta ahora, el único ballotage se realizó en 1989: Lula Da Silva sacó en el primer turno 17 por ciento de los votos y obtuvo el segundo lugar por sólo 500 mil sufragios, a 13 puntos del primero, Fernando Collor de Mello. Lula Da Silva perdió esa elección, pero en la segunda vuelta multiplicó casi por tres el número de los votos y saltó a 47 por ciento, a 6 puntos de Collor.
A pesar de que Lula Da Silva obtenía una ventaja abrumadora, de 22 puntos en relación con Serra, los analistas estaban divididos sobre el ballottage que indicaba el escrutinio parcial.
Mientras algunos pensaban que es casi imposible que al candidato del PT se le escape la victoria final, otros sostenían que "un ballottage es otra elección", de resultado imprevisible.
En el primer grupo, Joao Francisco Meira, director del instituto Vox Populi, recordó que "nunca en elecciones para presidente y gobernador un candidato tuvo en el segundo turno menos votos que los obtenidos en el primero".
"Lula tiene muy pocos votos para conquistar, salvo que un accidente le haga perder el capital que ya tiene", agregó.
Lula Da Silva está en mejores condiciones que Serra de lograr el respaldo de los candidatos que quedaron fuera del ballottage, Anthony "Garotinho" De Oliveira (16,27%) y Ciro Gomes (12,38%), que terminaron peleados con el oficialista.
Además, 52 por ciento del electorado quiere que un opositor reemplace al presidente Fernando Henrique Cardoso.
Pero, el politólogo Milton La Huerta, profesor de la Universidad Estadual de San Pablo, sostuvo que un ballottage "es otro partido; es como comenzar de nuevo. No importa la diferencia que sacó ahora Lula".
"Llegar al ballottaje fue el gran objetivo del gobierno. Ahora, ellos, con Cardoso a la cabeza, van a intentar crear una polarización entre la racionalidad, que sería la opción Serra, y la aventura populista, el salto al vacío, que sería Lula", dijo.
En opinión de La Huerta, "la campaña será ahora bastante diferente y mucho más violenta que en el primer turno".
Para el director del instituto Sensus, Ricardo Guedes, el ballottage "es una elección distinta, que debería recrear una puja entre una derecha y una izquierda y cuyo resultado dependerá de las alianzas que respalden a cada candidato". (ANSA)

La apuesta de José Serra

José Serra, de 60 años, candidato del presidente Fernando Henrique Cardoso, encaró la recta final de la campaña con la meta de llegar a segunda vuelta y lo consiguió. Ese fue su objetivo desde que comenzó la campaña, una segunda vuelta cara a cara con Lula Da Silva, en la cual quiere demostrar que está mucho más preparado que su rival.
No es una tarea fácil. Pero él se tiene fe: "Yo soy de agarrar el hueso y no largar, como un bulldog", repite Serra.
Serra no está tan sólo en la pelea más importante de su vida: él es el candidato de la burguesía industrial del sur y el sudeste, las regiones más desarrolladas de Brasil, y de los banqueros, inversores y analistas de riesgo, los grandes actores del mercado financiero.
(DPA)

Debutaron las urnas electrónicas

SAN PABLO Y RIO DE JANEIRO.- El debut de las urnas electrónicas en las elecciones brasileñas de ayer originó largas colas, presentó numerosos defectos técnicos y motivó una denuncia de supuesto fraude del candidato Anthony Garotinho De Oliveira, quien se consideró afectado por el gran número de urnas antiguas instaladas en su estado, Río de Janeiro.
Garotinho De Oliviera, del opositor Partido Socialista Brasileño, que disputaba un posible paso al segundo turno con el postulante oficialista José Serra, consideró "muy extraño" que en su provincia, donde debiera obtener una holgada victoria, 15.000 de las 27.700 urnas sean modelo 1996, lo cual "perjudica una votación normal".
A sus reclamos se sumó el Partido de los Trabajadores, que alertó que las prolongadas colas llevaban a muchos electores a desistir de votar, lo cual podría perjudicar a su candidato Luiz Inácio Lula da Silva.
En estas elecciones los brasileños dijeron adiós a las boletas e inauguraron la votación en 406.000 urnas electrónicas, en lo que fue la mayor votación electrónica del mundo.
El mapa de los desperfectos las modernas urnas se extendió a gran parte del territorio brasileño. En Río de Janeiro, región sudeste del Brasil, presentaron defectos 236 urnas. En el nordeste, en la provincia de Ceará, 48 urnas debieron ser cambiadas y varios electores denunciaron que no era posible ver la foto del candidato elegido. En electorados con alta tasa de analfabetismo la imagen del candidato es importante.
El juez Fernando Neves, del Tribunal Superior Electoral, dijo en Brasilia que los desperfectos registrados estaban dentro de las expectativas.
Neves reconoció que de las 406.000 urnas puestas en funcionamiento sólo 50.000 fueron especialmente montadas para esta elección.
El panorama en San Pablo presentaba menos complicaciones que en el resto del país ya que el principal distrito electoral cuenta con un parque de urnas nuevo. En el barrio de Perdices, zona de clase media paulista, la votación no mostró ninguna anormalidad. (ANSA)

Con la bandera en las manos

SAO DERNANDO DO CAMPO, Brasil.- Luiz Inacio Lula da Silva, candidato del Partido de los Trabajadores (PT-izquierda), y favorito en las elecciones de ayer , votó alrededor de las 10 horas locales (la misma hora en Argentina) en una escuela de la ciudad de Sao Bernardo do Campo, área metropolitana de San Pablo.
Lula llegó acompañado de su esposa, Mariza, la alcaldesa de San Pablo, Martha Suplicy, y del candidato al gobierno del Estado, José Genoino, y fue recibido fervorosamente por cientos de simpatizantes.
Obreros metalúrgicos jubilados le entregaron una bandera de Brasil que llevó consigo a la cabina de votación.
"Brasil Urgente, Lula presidente", corearon mientras tanto, los simpatizantes del candidato izquierdista, otrora un mecánico tornero que organizó a los sindicatos de toda la industrial área metropolitana de San Pablo.
(AFP)

La V de la victoria

SAN PABLO.- El candidato presidencial oficialista, José Serra, votó a media mañana acompañado de su esposa chilena, Mónica, y su hija, Verónica, en un elegante barrio de San Pablo.
Serra, saludó a decenas de personas, hizo la "V" de la victoria con sus manos y pidió apoyo a su candidatura y a la de Gerardo Alckmin, el gobernador de San Pablo que estaba a su lado y buscó ser reelecto.
Serra, al igual que el saliente presidente Fernando Henrique Cardoso y otros políticos brasileños, estuvo exiliado en Chile durante parte de la dictadura que gobernó el país entre 1964 y 1985. "Tenemos que celebrar las elecciones libres por las cuales luché tanto", dijo Serra a decenas de periodistas, mientras formando con sus dedos una "V" de la victoria.
Cabe destacar que ayer, el primer candidato presidencial en votar fue el pastor evangélico Anthony Garotinho, ex gobernador de Río de Janeiro y tercero en los sondeos de intención de voto. (Télam)

Gran despliegue militar en Río de Janeiro

RIO DE JANEIRO.- Soldados con uniformes de camuflaje se mezclaron ayer con los residentes vestidos con pantalones cortos y sandalias en la turística ciudad de Río de Janeiro, para dar seguridad a la votación en las elecciones generales de Brasil a raíz de amenazas de narcotraficantes.
Luego de paralizar la ciudad el lunes al "ordenar" el cierre de comercios, escuelas y universidades, las bandas que dominan las numerosas "favelas" o barrios pobres de Río habrían amenazado con perturbar la votación.
El gobierno estableció una operación con más de 40.000 soldados y policías, apoyados con helicópteros, luego que la gobernadora del estado de Río de Janeiro y candidata a la reelección, Benedita da Silva, pidió ayuda federal.
La amenaza de los narcotraficantes constituyó una aparente protesta por el encarcelamiento de importantes "capos" de la droga.
La creciente violencia delictiva colocó a Brasil en el segundo país con mayor tasa de asesinatos en el mundo, después de Colombia, que soporta una guerra interna de 38 años.
El delito se convirtió en un tema clave de campaña, especialmente en Río, donde los lujosos edificios de departamentos conviven a la vista de cientos de miles de pobres que residen en las favelas, encaramadas en las colinas y dominadas por bandas de traficantes de armas y drogas.
En el colonial barrio de Catete, cerca del centro de la ciudad, famosa por sus playas sobre el Atlántico, decenas de soldados se apostaron frente a un lugar de votación, portando metralletas apuntadas al suelo, mientras grupos de niños jugaban en las cercanías.
"Tenemos órdenes de no hablar con nadie. Sólo nos aseguramos de que todo esté bajo control", dijo un soldado. (Reuters)

¿Condenado a ser opositor?

"Lula parte al ballottage con 60 por ciento de las chances, pero habrá que ver si logra que no se consolide en su contra el recelo histórico que el PT ha despertado en vastos sectores del electorado", señaló Ricardo Guedes, del instituto Sensus.
Según los analistas, la primera tarea de Lula Da Silva será impedir que se consolide una imagen que sus adversarios intentarán explotar: que es un candidato que amenaza pero no vence, que está condenado a ser opositor.
Una consecuencia inmediata del ballottage es que, por lo menos, se postergará el pacto que estaban esbozando Lula Da Silva y el presidente Fernando Henrique Cardoso para garantizar una transición tranquila en un contexto financiero muy delicado.
La posibilidad de un pacto entre el PT y el gobernante Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) dependerá de cuán virulenta sea la campaña hasta el 27 de octubre.
En el empresariado, el ballottage era la apuesta de quienes apoyaban a Serra, mientras que quienes respaldaban a Lula Da Silva sostenían que era mejor acabar con la puja presidencial en el primer turno para anular un factor que estuvo presionando en los últimos meses sobre el dólar.
Los operadores del mercado financiero siempre estuvieron en favor de Serra y la baja del dólar del viernes fue explicada por las versiones que indicaban que el candidato oficialista llegaba al balotaje, como confirmaba el escrutinio parcial.
(ANSA)