Jueves 3 de enero de 2002

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"La realidad económica y social le pone un corralito al presidente"

Duhalde asumió la presidencia en medio de la crisis y mantuvo febriles reuniones

 

Alfonsín cree que sería fatal si fracasa Duhalde

 

Si ello ocurre, sería el fin del sistema político de representación ciudadana, considera el alma máter del radicalismo. Cooperarán con Duhalde estrictamente desde el Parlamento.

  BUENOS AIRES (ABA).- El alma matter del radicalismo, el ex presidente, Raúl Alfonsín, está convencido -y así se lo transmitió a sus correligionarios- de que si el proyecto presidencial de Eduardo Duhalde fracasa será el fin del sistema político de representación ciudadana tal como hoy se lo conoce.
Y es por eso que, atrapada entre la espada y la pared, con pocas alternativas y con pánico a padecer un nuevo cacerolazo, la Unión Cívica Radical tomó entre la tarde del martes y la de ayer una significativa decisión: si bien no será protagonista de las acciones del gobierno, cooperará con Duhalde estrictamente desde el parlamento y acompañará la gestión del justicialismo con el nombramiento de Jorge Vanossi al frente del ministerio de Justicia.
"El razonamiento es sencillo: Duhalde necesita un gobierno de unidad nacional porque necesita consenso para salir adelante. Pero al mismo tiempo, para nosotros es mucho más necesario aún, porque si se cae Duhalde la gente nos va a venir a sacar a todos a patadas en el c... y el país va a quedar en un estado de anarquía absoluta. Se acabaría la democracia y el sistema representativo, y empezaría una guerra civil. Si antes vinieron por De la Rúa y por Grosso, ahora vendrán por el sistema", se sinceró con crudeza un legislador de confianza de Alfonsín que ayer acompañó al dirigente a la ceremonia de asunción del nuevo presidente en la Casa Rosada.
Sin embargo, ese apoyo que la UCR está dispuesta a brindar al gobierno justicialista no es incondicional ni está limado de asperezas internas.

Punto de discusión

El primer punto de discusiones fue la designación de Vanossi, que durante la tarde de ayer pendió de un hilo porque a juicio de algunos miembros de la conducción partidaria, la figura del reconocido constitucionalista no era lo suficientemente representativa para ocupar el único cargo que el radicalismo tomaría dentro del gabinete.
Eso es lo que explica que cuando fue consultado a la mañana por distintos medios periodísticos, el jurista prefirió ganar tiempo para recibir la venia del partido aduciendo que aún no había tenido ninguna propuesta concreta para ocupar el Ministerio de Justicia.
Incluso trascendió que el propio Alfonsín tenía dudas sobre la designación y se encontraba molesto con él porque la semana pasada había expresado opiniones aprobatorias sobre la utilización de la Ley de Lemas para realizar las elecciones anticipadas.
El otro factor que hizo tambalear la aceptación del ofrecimiento duhaldista fue el hecho de que el ministerio de Justicia estaba fuertemente cuestionado por la opinión pública, que apenas días atrás había salido a hacer un cacerolazo pidiendo que renunciaran los miembros de la Corte Suprema.
"No se trata de una oferta tentadora: ese ministerio está en el centro de la polémica. Y si no se le da margen de maniobra para hacer una reforma política, el funcionario que lo toma en nombre de la UCR queda como el blanco de los disparos y difícilmente pueda hacer otra cosa que esconderse en su despacho", enfatizó el hombre de confianza de Alfonsín.

Planteos de gobernadores

Otro de los conflictos para decidir la posición a tomar dentro del nuevo gobierno fue el suscitado por los planteos que los gobernadores radicales transmitieron a Duhalde durante una reunión realizada horas antes de que la Asamblea Legislativa lo proclamara como presidente.
Allí, los mandatarios Pablo Verani (Río Negro), José Luis Lizurume (Chubut) y Roberto Iglesias (Mendoza) solicitaron el cumplimiento de cinco puntos clave para garantizar su apoyo.
En rigor, se pidió que se garantice la coparticipación federal, que se incluya a las provincias en las renegociaciones de las deudas, se reclamó la instrumentación de un plan de infraestructura que garantice el desarrollo provincial, se abogó por la puesta en marcha de un programa asistencial y se solicitó que no se tomen medidas financieras que puedan afectar a las economías regionales.

Lucas Colonna

     
     
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