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Lunes 17 de diciembre de 2001 | |
"Hay que asociar a investigadores con productores" |
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Para Adriana Puiggrós, la Alianza cumple con el plan científico. |
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| BUENOS AIRES (ABA).- Adriana Puiggrós abandonó la banca de diputada nacional por el Frepaso que ocupaba desde 1997 para hacerse cargo de la Secretaría para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación Productiva en marzo de este año. Venía de presidir la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso y traía una visión crítica de las políticas científicas. Asumió en reemplazo del saliente Dante Caputo, fuertemente resistido por el ámbito académico tras intentar llevar adelante un drástico proyecto de reestructuración del área. Ahora, a casi un año de su gestión en un sector que sufrió más que ningún otro la crisis económica, hace un balance donde reconoce faltantes y se adjudica aciertos. "Recibimos casi 100.000.000 menos de los 780.000.000 que teníamos en el presupuesto, pero creo que lo administramos bien y hoy estamos sin deudas. Además empezamos con el proceso de conexión del sistema y avanzamos en las cuestiones normativas", explica a "Río Negro" en su despacho de la Secretaría donde transcurre la entrevista. ¿Cuál es el balance que hace del año científico? Llegamos a fin de año habiendo pagado desde la Secretaría todos los subsidios que otorga la agencia para promoción de la investigación, habiendo pagado todos los subsidios para conferencias, para reuniones científicas, abriendo nuevas convocatorias, y abriendo una nueva área que es la de Proyectos Especiales, que se financia con fondos del propio producido. ¿Qué argumenta frente a las crisis de los organismos integrantes del sistema científico, como la CNEA, el CONICET y el INTA? En el caso del CONICET se ha avanzado bastante respecto a la deuda tradicional que el organismo tenía. Todavía no se está totalmente al día, pero estamos pagando y si las cosas mejoran esperamos que para el año que viene el CONICET esté completamente al día. Los otros dos organismos enfrentan una reestructuración, pero según lo convenido en ninguno se producirán despidos, y se está trabajando para encausar la crisis que afrontan. Sin embargo, en el caso de la CNEA, los investigadores denuncian una amenaza de despido de 500 científicos... No... las amenazas fueron cuando Ferrer (Aldo, ex titular del organismo) se estaba por ir. Ahí hubo una amenaza, pero esto se ha revertido de acuerdo al compromiso con el actual director de la CNEA. No se va a despedir ningún investigador. Se planea pasar de un área a otra a algunos investigadores, pero no echar a nadie. ¿Qué autocrítica hace de su primer año? Trabajamos con un enorme esfuerzo e intentamos hacer muchas cosas a la vez. Para el año que viene necesitamos más calma y darnos plazos más largos. Debemos concentrarnos más en la formación de los investigadores. Cuando asumió dijo que iba a incorporar más mujeres al sistema científico. ¿Considera que esto fue logrado? No. Eso no se ha logrado. Dadas las condiciones críticas que nos tocó afrontar, eso nos quedó como una cuenta pendiente. En aquel momento también dijo que el sistema científico era como un gran edificio que tenía las puertas y los vidrios rotos ¿Sigue creyendo que es así? Ahora veo que ni siquiera era un edificio, sino que era una serie de partes desconectadas entre sí. Pero la situación mejoró, ya que trabajamos para articular esas partes en una red cada vez mejor articulada a partir de que se sancionó la ley marco de Ciencia y Técnica. Gracias a esa ley, pudimos empezar a conectar los elementos que integran el sistema científico: dimos forma al Consejo Federal de Ciencia y Técnica, que vincula al conjunto de las provincias en una política federal. Y la otra conexión es el Consejo Interinstitucional: los organismos de ciencia y técnica -el INTI, el INTA, la CNEA, la CONAE- no tenían un espacio común para articular políticas y producir sinergia, compartir recursos, y a partir de este año sí lo tienen. ¿El dinero es lo único que le hace falta al sistema científico hoy para repuntar? No. Si bien hace falta más dinero se necesita mayor asociación entre investigadores y productores, entre instituciones de investigación y empresas y mayor vinculación entre la investigación y las instituciones sociales. El primer problema es el financiamiento, eso sin dudas. Pero el segundo es la desarticulación. Y eso mejoró considerablemente, pero reconozco que falta muchísimo. Una de las principales fuentes de financiamiento del sistema son los créditos del BID. Ahora que nadie quiere invertir en la Argentina ¿peligran esos fondos? No, el financiamiento del BID está totalmente activo, y la Argentina tiene que poner las contrapartidas correspondientes, pero parte de esas contrapartidas no son públicas, sino de empresas privadas, y ya están acordadas, por lo que no habrá inconvenientes. La crítica que en su momento le hizo a la política científica de Menem era que rompía todos los pactos acordados y reducía el presupuesto permanentemente. ¿Diría que este gobierno está haciendo algo similar? No. Por lo menos en Ciencia y Técnica, se está cumpliendo lo que el programa de la Alianza prometió. El gobierno de Menem fue el que provocó la enorme desarticulación del sistema, y nosotros lo que hicimos fue intentar reconstruir esos vínculos en una política científica federal, con todas las provincias involucradas en el proceso. ¿El programa especial para el desarrollo de la ciencia que implicaba una inversión de casi 2.000.000 de pesos en Bariloche y el resto de la Patagonia continúa en pie a pesar de la grave crisis económica? Sí, no corre ningún peligro porque son fondos propios de la Secretaría. Abrimos la convocatoria para recibir proyectos el 20 de diciembre, y estar abierta hasta el 31 de marzo. Además firmamos un convenio con Italia por medio del cual el país se comprometió incluso a sumar fondos al monto que nosotros habíamos previsto al principio. Lucas Colonna |
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