Domingo 30 de diciembre de 2001

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Escenario: Ya hablan de adelantar las elecciones

 

Tras el cacerolazo, el gobierno afronta su primera crisis y ensaya cambios

 

La protesta dejó 33 detenidos y doce heridos. El gobierno busca calmar el humor social. Políticos temen nuevos y más graves incidentes.

  La madrugada del viernes trajo sorpresas al gobierno interino. Poco después de las 22 horas un nuevo cacerolazo nacía espontáneamente.
A una semana de producido el primer ruidoso acto de resistencia civil que terminó con una violenta represión y la caída definitiva del gobierno de la Alianza, el nuevo gabinete en el poder recibió un menaje, esta vez dirigido fundamentalmente al máximo Tribunal de la Nación y al nuevo poder Ejecutivo.
"No sacamos a De la Rúa para poner a Grosso o a Manzano", "fuera Rodríguez Saa", "Que renuncien los miembros de la Corte", "queremos nuestros ahorros", fueron las consignas que movilizaron a millares de argentinos la madrugada del ayer.

Señales para el gobierno

El gobierno acusó recibo, renunció a el cuestionado Carlos Grosso, Rodríguez Saa convocó a una urgente reunión de gabinete en Olivos- donde sus miembros presentaron sus renuncias ( ver pág. 2- 3) y el secretario de Hacienda congregó a economistas para buscar herramientas que le permitan disminuir el malhumor social por la existencia del "corralito" .
Pero se equivocó el gobierno al intentar focalizar- por la noche- el motivo del malestar de la clase media en la incautación de sus ahorros. Si bien este hecho puede considerarse una de las causas centrales los estallidos sociales, no lo es menos el profundo cuestionamiento sobre la clase política que extiende la crisis económica a la órbita de lo institucional.
Los manifestantes dejaron señales claras ayer. La paciencia se agotó y no sólo con De la Rúa y Cavallo. No hay margen para nuevos errores del gobierno de turno. Ni lugar para los corruptos.
La protesta de la madrugada que empezó con un cacerolazo, terminó con con 12 policías heridos y más de 30 detenidos.
La demostración de fuerza iniciada "pacíficamente" fue quebrada por el accionar de grupos violentos que efectuaron destrozos en la Casa de Gobierno, en el edificio del Congreso y entidades bancarias y comerciales de la zona. No hubo heridos entre los manifestantes, aunque sí entre los efectivos, y los jefes policiales estuvieron al frente del operativo para tratar de descomprimir la situación, "sólo con carros hidrantes y gases lacrimógenos".
En tanto, desde la fuerza se trató de dejar en claro la misma sensación: "la Policía aguantó lo más que pudo, para que no pasara lo del otro día", dijo una fuente en relación a la violenta represión que ocurrida el jueves 20 pasado, con un trágico saldo de ocho muertos y centenares de heridos.
Tal como había ocurrido la semana pasada, antes de la renuncia de De la Rúa, la movilización fue pacífica y estuvo protagonizado por familias y ciudadanos de clase media. Pero con el avance de la madrugada el clima se fue enrareciendo y algunos manifestantes pintaron el frente de la Casa Rosada, y escalaron por las ventanas del histórico edificio.
Pasadas las 2, uno de los grupos de manifestantes hizo una fogata en el frente de Balcarce 50, que obligó a los bomberos a llegar al lugar. Pero, según las fuentes policiales, no les permitieron llegar a la zona y fue ahí cuando un cuerpo especial de la Policía tuvo que intervenir.
Mientras tanto, otro grupo de manifestantes se había plantado frente al Congreso para protestar, pero a las 4 algunos jóvenes comenzaron a destrozar la puerta principal del Palacio Legislativo e irrumpieron en el edificio y quemaron cortinas del Salón Azul, sacaron por las escalinatas los sillones y los escritorios que encontraban y los lanzaron a la calle para prenderles fuego.
Como consecuencia de la protesta, doce policías debieron ser internados . Un hecho dramático y vinculado a los episodios de la madrugada, ocurrió en Floresta cuando tres jóvenes fueron asesinados por un suboficial, molesto porque éstos festejaban los actos de agresión hacia los uniformados (ver aparte).
A raíz de los desmanes en la Plaza de los dos Congresos, un total de 33 personas fueron detenidas. En tanto, voceros judiciales indicaron que sólo seis de los 33 detenidos están a disposición de Servini de Cubría, imputados de los destrozos que tuvieron lugar en esos edificios nacionales. El resto está siendo investigado por la justicia de instrucción por las roturas en distintos negocios y entidades privadas y "atentado y resistencia a la autoridad".
A lo largo de la Avenida de Mayo podían verse las huellas de una madrugada violenta. Pero las protestas hacia dirigentes de la clase política no cesaron y nada indica que ésto ocurra.
Ayer, el ex ministro de Justicia de Menem, Rodolfo Barra fue repudiado por 500 personas en un shooping porteño y tuvo que ser retirado por personal de seguridad. Por las dudas y mientras algunos dirigentes analizaban lo sucedido el gobierno decidió que la reunión que Rodríguez Saá motorizó con gobernadores del PJ se realice hoy fuera de Buenos Aires- en Chapadmalal- para evitar manifestaciones hostiles y eventuales cacerolazos. (DyN, Infosic, AR)

Políticos con temor

La reunión que el presidente Adolfo Rodríguez Saá motoriza con los gobernadores del peronismo se realizará en las afueras de Buenos Aires - en Chapadmalal- para evitar manifestaciones hostiles y eventuales cacerolazos, admitió una fuente oficial.
Pasadas las 19,30 Rodríguez Saá, a través de sus colaboradores había sondeado ya a la mayoría de los mandatarios provinciales. Algunos gobernadores le pidieron al jefe de Estado que los informe "por mail o por fax" respecto de los puntos precisos del encuentro, como el "corralito" financiero y la postura que el Ejecutivo tendrá sobre la deuda externa.
Mientras, un portavoz oficial no desechó la chance de que las deliberaciones no se hagan "ni en la Rosada, ni en Olivos".
"Generar una expectativa en la propia Capital Federal, donde reside la mayor parte de la clase media que tiene casi confiscados los depósitos no parece lo más aconsejable. Hay que deliberar sin manifestaciones ni cacerolazos", señaló la fuente.
La fuga hacia otra geografía, difícilmente, libere mañana a lo políticos de las manifestaciones de una sociedad alterada. Mientras tanto, ya se prepara el próximo cacerolazo, esta vez organizado. Argentinos agobiados por la grave crisis social y económica propusieron realizar uno nuevo en las calles de todo el país el lunes 31 a la medianoche, después del brindis y en coincidencia con la llegada del Año Nuevo.
La idea comenzó a ser difundida a través de distintos correos electrónicos y surgió luego del éxito que tuvieron las últimas dos convocatorias espontáneas de los vecinos. (Infosic)

     
     
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