"Esto no se paga ni con todo el oro del mundo"

Claudio Ubeda resaltó la entrega y pasión de cada jugador para conseguir romper con 35 años de frustraciones.

El capitán de Rácing, Claudio Ubeda, rememoró ayer los "momentos duros" que debió atravesar en el club de Avellaneda y dijo que la obtención del campeonato Apertura es una sensación que "no se paga ni con toda la plata del mundo".
El defensor de Rácing es el jugador más viejo del plantel y uno de los pocos que superó el proceso de quiebra del club, los asiduos problemas de pago antes de la privatización y los numerosos cambios de técnicos.
"Ahora es cuando más me acuerdo de los momentos duros. Me hice fuerte para seguir luchado por esto, que es algo que no se paga ni con toda la plata del mundo. Son pocos los jugadores que tienen la posibilidad de salir campeón y más en un equipo grande que estaba apagado y que necesitaba gloria como la tuvo ayer Rácing", dijo.
Con respecto al empate frente a Vélez, el jugador, de 32 años, dijo que el trámite despejó todas las "suspicacias" porque los dos equipos dieron "el todo por el todo", pero que el plantel de Rácing esta convencido de que "no se podía escapar" el título.
"Creo que el partido lo teníamos ganado. En una jugada desafortunada vino el empate y el sufrimiento final. Pero estábamos convencidos de que esto no se nos podía escapar. Más allá de todas las suspicacias y de todas las cosas que se dijeron, hoy los dos equipos se brindaron el todo por el todo y hubo opciones de gol para los dos", comentó el capitán a la prensa.
Ubeda indicó que sería "injusto" nombrar a un jugador como figura y consideró que, en todo caso, lo más destacado del Rácing campeón fue el equipo.
"La virtud más grande nuestra fue el equipo. No tenemos una figura descollante, sí jugadores que hicieron goles importantes: Loeschbor, Chatruc, Estévez) y un montón de jugadores que aportaron muchísimo y que hicieron que este equipo sea aun más sólido todavía", indicó.
Por último, dedicó el campeonato a todos los que confiaron en el equipo y dijo que Rácing debe mantenerse con "la misma humildad" del inicio del próximo campeonato.
"Siento una enorme alegría. Quiero agradecer a la gente que confió en nosotros, a los hinchas, a nuestras familias. Vamos a compartirlo y a disfrutarlo todos", concluyó.

Dos exponentes colombianos

El fútbol colombiano volvió a decir presente en la Argentina con el aporte de dos de sus jugadores para que Rácing conquiste el torneo Apertura 2001.
Gerardo Bedoya y Alexander Viveros fueron la sangre colombiana que participó para que el equipo de Avellaneda retome la senda triunfal que abandonó en 1966.
Bedoya y Viveros fueron los Jorge Bermúdez y Mauricio Serna de Boca Juniors, los Mario Yepes y Juan Pablo Angel de Ríver Plate y el Iván Córdoba de San Lorenzo.
Hace tiempo que el fútbol colombiano aporta jugadores importantes en el ámbito local y esta vez no fue la excepción en el campeonato que ganó Rácing.
Por eso no fue sorpresa que Bedoya y Viveros elevaran al cielo y ofrenderan a la gente de Rácing "su" bandera colombiana, que como tantas otras veces volvió a flamear en el momento de la consagración de un equipo argentino.

Bauza criticó muy duro el arbitraje de Brazenas

Edgardo Bauza, director técnico de Vélez Sársfield, se mostró particularmente crítico con el arbitraje que cumplió Gabriel Brazenas, en el partido que su equipo igualó con Rácing, que le permitió a la escuadra de Avellaneda clasificarse campeón del fútbol local, después de 35 años.
Totalmente ajeno al festejo del adversario y con ánimo de defender la producción futbolística de su equipo, el ex orientador de Central no ahorró "cargar las tintas" hacia el desempeño del juez, de quien dijo que tuvo una labor "muy permisiva".
"Nunca me gusta hablar de los árbitros, pero lo que hizo Brazenas fue muy permisivo. Cortó demasiado el juego y no penó con severidad algunas faltas", sostuvo el entrenador velezano.
Y posteriormente, el técnico se refirió irónicamente a la falta de descuento (por lo menos, se debieron haber adicionado cuatro minutos) que permitió la consagración de Rácing, cuando se jugaban 46 minutos de la segunda parte.
"Este debe haber sido el único partido en el mundo en el que no hubo descuento. No tengo el informe del tiempo neto de juego, pero seguro que fue el más bajo", comentó Bauza.

Bastía cumplió su sueño

Surgido del semillero de Rácing Club, Adrián Bastía, quedará en la historia del club como una de las figuras emblemáticas que cortaron la extensa mala racha académica y uno de los artífices de un festejo que sonará por mucho tiempo en Avellaneda.
Con pleno mérito, Bastía se ganó un lugar en ese equipo al que "Mostaza" Merlo le dio toda su confianza y, partido a partido, se ganó el afecto de una hinchada que, cuando quiere, lo expresa a viva voz.
"Es algo que nunca vamos a olvidar. Quiero agradecer a Mostaza la confianza que me dio. estar en este plantel me da mucha confianza para encarar el resto de mi campaña", dijo Bastía a la prensa con su melena rubia humedecida, con los ojos enrojecidos y, seguramente, con el recuerdo de todo su paso por las inferiores del club.
Justo una semana después de su cumpleaños 23, Bastía festejó de la mejor manera una consagración que, como dijo, "nunca olvidará" y que lo remonta al inicio de todo pibe que llega al club a probar suerte, con el bolsito al hombro, los botines y la esperanza de que alguien lo considere un talento en potencia.

Milito sólo piensa en festejar

El delantero Diego Milito, uno de los jugadores surgidos de las divisiones inferiores de Rácing, expresó hoy su felicidad tras el título conseguido en el torneo Apertura.
"Rácing sufrió mucho, casi desaparece y por eso ahora hay que olvidarse de todo y festejar", dijo Milito, quien alternó en el equipo como titular y suplente.
El delantero, de 22 años, nació en Bernal y cambió el destino de la familia, porque su hermano Gabriel decidió probar suerte en Independiente, el clásico rival de Rácing.
Milito convirtió tres goles en el torneo, dos a Newell"s y uno a Colón, que sirvieron para que Racing se mantuviera en la punta del torneo.

"El plantel quedará en la historia"

El mediocampista José Chatruc afirmó ayer que todo el plantel de Rácing "va a quedar en la historia" porque, después de 35 años de frustraciones, consiguió un campeonato basado "en el sacrificio y las ganas".
"Es un título merecido, vi gente llorando y me emocionó. Creo que es lógico después de tanto tiempo", comentó Chatruc a la prensa en medio del festejo que se inició en la cancha de Vélez.
Chatruc, de 25 años, debutó en primera división en marzo de 1996 y casi seis años después consiguió colocar su nombre en una página memorable de la historia del fútbol argentino.
"Todo este plantel va a quedar en la historia por el sacrificio y las ganas que puso para salir campeón. Esto es lo más lindo", dijo.

Foto: Claudio Ubeda rescató la entrega de todos los integrantes del plantel campeón.