" El futuro está atado a la voluntad política"

La falta de dinero de los estados nacional y provinciales adelantan más desaceleración del panorama de la construcción, sostienen en la Cámara Argentina de la Construcción.

BUENOS AIRES (ABA).- "El panorama actual del sector es muy grave, con un muy bajo nivel de actividad, con permanente expulsión de mano de obra y con una gran incertidumbre para los próximos meses como consecuencia de la falta de señales claras de gobernabilidad y la falta de dinero del Estado nacional y los provinciales". La frase pertenece al secretario general de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Munir Madcur, y refleja a las claras que la visión que actualmente tienen las autoridades empresariales de la rama de la economía no son precisamente positivas.
-¿Cuánto cayó el sector?
-Con respecto al año pasado, que los indicadores ya habían bajado de manera importante, caímos un 20%. Es una proporción grande. Y se extiende a los indicadores de producción de insumos y de empleo de mano de obra, que cayeron en la misma proporción.
Desde 1998, que fue cuando comenzó la recesión, el total que caímos ronda el 50% en todos los indicadores: consumo de cemento, de acero de construcción, solicitudes de permisos de verificación, niveles de manos de obra, la toma de créditos hipotecarios.)
-¿Las medidas económicas anunciadas la última semana tendrán influencia sobre el sector?
-Las medidas son buenas porque por primera vez atienden las situaciones de endeudamiento de las empresas, la posibilidad de capitalizar deudas fiscales, la posibilidad de pagar deudas en bancos con bonos -que se consiguen más baratos en el mercado- y las moratorias impositivas. Todo esto generaría una recuperación de la capacidad de trabajo. Creemos que son positivas, pero sólo si se ponen en práctica. Lo vemos como un aporte bueno, que apoya a las empresas del sector, pero el tema es que se instrumente, que resuelvan las barreras políticas que en este momento están trabando todo para que se recupere la confianza y que se lleve a la práctica.
-¿Cuáles son las perspectivas de futuro que la Cámara ve para el sector?
-Nuestro futuro está totalmente atado a la macroeconomía y a la política en general, porque hoy la política que tenemos está trabando a la economía. Si ocurre que se resuelven las disputas políticas que la nación mantiene con las provincias, las negociaciones del Gabinete con el Congreso que debilitan la gobernabilidad, entonces podemos hablar de un futuro posible donde se recupere lo que hoy estamos perdiendo. Mientras tanto, sólo podemos sobrevivir.
-¿La falta de señales claras de gobernabilidad afectan el desarrollo del sector?
-De alguna manera sí, lo hace. Todos esperábamos que las elecciones sirvieran para definir un acuerdo de gobernabilidad. Pero eso no sucedió. Y hoy no hay señales de que la gobernabilidad esté asegurada para los próximos dos años. Si se resolviera el aspecto político, creo que rápidamente podrían tener aplicación las medidas estipuladas en el plan que el gobierno anunció semanas atrás.
-¿Cómo afectó a las empresas la disminución de los niveles de construcción?
-Muy mal. Tenemos un 40% de las empresas que están presentando la convocatoria de acreedores, otro porcentaje similar en quiebra y en general con un muy bajo nivel de actividad que hace que se les comprometa el futuro cercano. Es que si uno tiene poca actividad tiene pocos ingresos, y con pocos ingresos en cualquier momento se entra en falencia, porque no pueden sustituir con nada el capital que no les entra.
-¿Cree que en este contexto el plan de infraestructura tantas veces anunciado es viable?
-Todavía tenemos una pequeña esperanza de que así sea. Reconozco que esto es como un círculo vicioso. Si no arranca el plan, no hay recuperación de confianza ni actividad. Y si no hay recuperación de confianza ni actividad, no arranca el plan. Pero tenemos esperanza de que empiece, porque los instrumentos legales ya están dados. Si el Estado empieza a aplicar este impuesto de cinco centavos por litro de gasoil para financiar las obras viales y las ferroviarias. Hace falta voluntad política y capacidad de acción.

Foto: El sector en general cayó un 50% desde que la recesión comenzó a ganar terreno, a partir de 1998.