Miércoles 21 de noviembre de 2001

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Makón y Sturzzenegger se alejaron del gobierno

 

El secretario de Modernización objetó los cambios en el gabinete

  BUENOS AIRES- La reciente reestructuración del gabinete nacional, que derivó en el alejamiento de Patricia Bullrich tras su pulseada con el ministro de Desarrollo Social, Daniel Sartor, se cobró ayer otra víctima. En disconformidad con las "recientes medidas de reestructuración estatal", presentó su renuncia "indeclinable" el secretario para la Modernización del Estado, Marcos Makón, uno de los últimos frepasistas en el Ejecutivo que fue brevemente ministro de Desarrollo Social. Y otro que dejó el gobierno ayer fue el secretario de Programación Económica, Federico Sturzzenegger, quien alegó "motivos académicos y personales", según reveló el ministro de Economía, Domingo Cavallo.
Aunque en el texto de su renuncia Makón no hace una mención específica, el detonante de su alejamiento fue el último cambio de gabinete nacional donde se crearon nuevos ministerios y en especial al caso de uno de ellos -la cartera de Seguridad Social- que tiene atribuciones compartidas con Desarrollo Social y Trabajo.
"En un marco de recesión económica es cuando más se necesita un Estado eficaz, eficiente, que atienda a los sectores más desprotegidos de la sociedad y que defina políticas activas de promoción del desarrollo económico", explicó Makón al presidente Fernando de la Rúa en su dimisión.
Consideró que "la organización de este Estado debe ser encarada por el conjunto del equipo de gobierno, conducido por firme decisión política y en el marco de una visión integral del sector público".
"Soy consciente que este proceso es de larga maduración y no tiene efectos de corto plazo, pero sí requiere instrumentar acciones en el corto plazo que viabilicen el mediano y largo plazo", agregó.
Por esa razón, Makón justificó su decisión de alejarse del cargo al estimar que "el dictado de las recientes medidas de reestructuración estatal no contribuyen, tanto en la forma como en el contenido, al logro de ese objetivo".

Renuncia indeclinable

En el texto de su renuncia "indeclinable", de una carilla y media, Makón hizo una breve reseña de su acción al frente de la Secretaría al tiempo que reconoció que "quedan pendientes de instrumentación un conjunto de tareas de gran magnitud" como la reducción de cargos políticos, "los criterios básicos para reorganizar la estructura estatal dejando de lado personalismos y compromisos políticos o partidarios y la instrumentación de una cultura de rendición de cuentas de los funcionarios públicos".
En base a esta última premisa, Makón adjuntó a su renuncia la rendición de cuentas de su gestión.
Por su parte el ministro de Economía, Domingo Cavallo, anunció que le aceptó la renuncia al secretario de Programación Económica, Federico Sturzzenegger, quien será reemplazado por el jefe de asesores del Palacio de Hacienda, Guillermo Mondino.
Cavallo formuló el anuncio durante la conferen-cia de presentación de la "matriz insumo producto".
El jefe de la cartera económica aclaró que el alejamiento de Sturzzenegger se debe a "motivos académicos y personales".
El alejamiento de Sturzzenegger -algo sobre lo que se venía especulando hace algunas semanas- se produjo luego de que el funcionario llevara adelante el censo de población y vivienda y presentara la matriz insumo-producto, con base en datos estadísticos de 1997.
"Hace un mes, Federico (Sturzzenegger) me dijo que quería alejarse de sus funciones por motivos personales, y para dedicarse al mundo académico pero, en esa oportunidad, le pedí que llevara adelante esas tareas", afirmó Cavallo en referencia al censo y a la matriz insumo-producto.
En lo que hace a Mondino, la Oficina de Prensa de la cartera económica, confirmó que seguirá manteniendo su cargo de jefe de gabinete de asesores, aunque no se precisó si la mantención de los dos cargos es en forma temporal o definitiva.

Una víctima de los vaivenes

Desde diferentes funciones a partir del mismo momento de la asunción presidencial de De la Rúa, Marcos Makón intentó llevar a cabo políticas de modernización y transparencia en la Administración del Estado, pero los vaivenes políticos y las tramas burocráticas constituyeron un impedimento que ayer lo llevaron a alejarse de la función pública.
Así lo reconocieron a DyN allegados al ex funcionario, que paradójicamente fuera elegido hace pocos días presidente del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo, en representación de la Argentina.
Aunque proviene del cavallismo y fue subsecretario de Presupuesto de Domingo Cavallo durante la presidencia de Carlos Menem, Makón fue el primer militante de ese sector en acercarse al Frepaso y específicamente a Carlos "Chacho" Alvarez.
Fue de la mano del ex vicepresidente que ingresó al gobierno de De la Rúa donde llegó a ser -aunque muy brevemente- ministro de Desarrollo Social, cargo al que renunció en disconformidad con los anuncios del entonces titular de Economía, Ricardo López Murphy.
Antes, se había desempeñado como secretario para la Modernización del Estado en la Vicepresidencia y, luego de la renuncia de Alvarez, secretario de Coordinación de la Jefatura de Gabinete. (DyN)

Críticas al modelo y propuestas de desarrollo en la conferencia de la UIA

BUENOS AIRES- La Unión Industrial Argentina lanzó una propuesta de modelo económico con fuerte tono productivo, en la cual se contempla una redistribución del ingreso, una mejora del tipo de cambio real y un replanteo de la integración del país en el Mercosur y el ALCA.
El proyecto fue presentado por el titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, quien en una disertación de una hora fustigó el modelo económico implementado desde 1991 y alertó que el principal problema de la economía nacional es la paridad de peso con el dólar estadounidense.
"Sepamos que para la economía es tan mala la devaluación como la revaluación, las dos cosas destruyen los mercados", explicó De Mendiguren.
La propuesta de la UIA contempla resolver la distorsión de precios relativos del sector transable, disminuyendo el costo de los servicios, de la tasa de interés y del tipo de cambio a través de aranceles y reintegros ya que "no se puede tocar el tipo de cambio nominal" y la creación de un banco de desarrollo para el financiamiento del sector productivo.
Según indicó el empresario, de aplicarse ese tipo de política económica la Argentina podría crecer al 4,5 % anual, con superávit fiscal y de las cuentas externas y advirtió que a los empresarios fabriles "nos interesa más la confianza interna que la externa".
Respecto de la paridad cambiaria, De Mendiguren sostuvo que "no se puede minimizar el problema" y advirtió que "no se puede seguir negociando a futuro una salvaguardia cuando nuestro principal socio comercial tiene un mercado cuatro veces más grande y produce una devaluación del 70 %". Afirmó que "seguir pensando que el problema de la Argentina se resuelve por el lado de la oferta ha quedado claramente demostrado que no es el camino". Sostuvo además que "es importante instrumentar una política de compras gubernamentales".
Explicó que "cuando Brasil privatizó su telefonía incluyó el desarrollo de proveedores locales. Nosotros no lo hicimos. ¿cuál fue la consecuencia? Argentina que antes producía teléfonos dejó de hacerlo. Brasil hoy los produce, y nos los exporta".
En ese sentido, agregó que "hoy tenemos que importar hasta las tapas de tormenta de Francia, porque tenemos que aceptar que los argentinos no podemos fabricarlas y esto ofende a los que todavía tenemos un poquito de sentido común".
En materia de comercio exterior, consideró que la Argentina necesita una "mayor eficiencia en la administración" al advertir que un trámite de salvaguardias no puede durar 18 meses, con costos inaccesibles para una pyme".
Respecto del Mercosur y los procesos de integración que encaró el país con el ALCA y el 4 más 1 sostuvo que la "Argentina no está más en condiciones de ante promesas de mercados futuros entregar salario, trabajo y mercados presentes". (DyN)

"Salir del pesimismo"

BUENOS AIRES- El presidente Fernando de la Rúa advirtió que es preciso "salir de esta situación de pesimismo y desconfían-za" por la que atraviesa la Argentina, y afirmó que "no podemos dejar que los brazos sigan caídos y que los rumores nos derroten".
El presidente pidió luego "el esfuerzo del conjunto" de la sociedad para salir de la crisis y lograr la reactivación, tras lo cual coincidió con el titular de la Cámara de la Construcción, Eduardo Baglietto, acerca de que el país está en un "punto de inflexión" a partir del cual debería reactivarse.
El jefe del Estado efectuó estos conceptos en el marco del discurso que brindó anoche en un hotel de la zona de Retiro, durante la cena anual por el Día de la Construcción, ante importantes referentes del ámbito empresarial y político.
Minutos antes, Baglietto había subrayado que las entidades que agrupan a la Cámara de la Construcción coincidían con las medidas adoptadas por el gobierno para "ordenar las cuentas públicas, lograr el equilibrio fiscal y reestructurar la deuda" externa.
El dirigente empresario advirtió, no obstante, que esas medidas debían "completarse con la adopción de políticas activas que fomenten la producción", el incremento de las exportaciones y una "correcta implementación del Mercosur".
Participaron, entre otros, de la cena el Jefe de Gabinete, Chrystian Colombo; el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini; el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, el titular de la CGT oficial, Rodolfo Daer; y los gobernadores de Santa Fe, el justicialista Carlos Reutemann; y del Chaco, el radical Angel Rozas.

     
     
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