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Amplia reforma daría más poder a la CIA

La agencia absorbería a otros organismos del Pentágono.

WASHINGTON (ANSA).- El Pentágono puede perder el control de las tres mayores y ricas agencias de inteligencia internacionales norteamericanas que pasarán a la CIA si finalmente se concreta un plan de reestructuración, reflotado a raíz de los hechos del 11 de setiembre.
El plan en cuestión pertenece al ex consejero de Seguridad Nacional, Brent Scowcroft, y éste puede ser el momento en que la Casa Blanca lo adopte decididamente.
Ahora, además, después de los ataques terroristas, se retocarán las estructuras del FBI y de los servicios de inmigración, modificaciones que estarán a cargo del ministerio de Justicia.
La recomposición más drástica es la que se refiere a las agencias que dependen de Defensa:?la National Reconnaissance Office (Oficina Nacional de Reconocimiento), que desarrolla, construye y organiza los sistemas de satélites-espía; la NIMA, (National Imaginery and Mapping Agency), el ente secreto que analiza las imágenes de los satélites espías y la National security Agency, responsable del espionaje electrónico.
Para tener una idea del alcance del plan Scowcroft, es suficiente con pensar en el cuadro financiero del conjunto.
El balance de las tres agencias es secreto pero, según las fuentes del Congreso, absorben casi la mitad de los 30 mil millones de dólares, gastados anualmente por el gobierno norteamericano para las actividades de inteligencia.
En comparación con esa cifra, el presupuesto de la CIA, de 3.500 millones de dólares, es "bajísimo".
La comisión dirigida por Scowcroft fue creada por el presidente George W. Bush en mayo, pero sus conclusiones adquieren particular importancia a la luz de los ataques terroristas del 11 de septiembre, que generaron los mayores requerimientos de distintos sectores para una reforma íntegra de la red de inteligencia. "Este es el momento de hacer las cosas bien, sin importar pierde potestades" dijo una fuente de la comisión presidencial

Una propuesta polémica

La propuesta de Scowcroft constituiría la más profunda reestructuración de las últimas décadas.
Esa reestructuración apunta sobre todo a armoniza los distintos programas y a reducir las rivalidades existentes en una masiva burocracia compuesta, en total, por 12 agencias.
Planes igualmente ambiciosos fueron presentados con anterioridad, pero nunca fueron adoptados.
Según el Washington Post, que revela la existencia del plan, el proyecto, que lleva la firma de Scowcroft, consejero para la seguridad nacional de ex presidentes como Gerald Ford y George Bush padre, esta vez recibiría "una seria atención" de parte de la Casa Blanca.
Las comisiones de los servicios secretos del Senado y de la Cámara de representantes, que desde hace tiempo tratan de dar mayor responsabilidad al director de la CIA para las actividades de inteligencia, deberían apoyar el plan Scowcroft.
Del mismo modo, se prevé una importante oposición de parte de las comisiones de las fuerzas armadas de las dos Cámaras del Congreso.
La resistencia más dura podría provenir del ministro de Defensa, Donald Rumsfeld, a quien la semana pasada le fue solicitado su punto de vista sobre el tema.
Según fuentes atendibles, Rumsfeld expresará sus objeciones en privado al propio presidente Bush, aunque sin darle demasiada importancia.
Ayer entretanto, el ministro de Justicia, John Ashcroft presentó a los dirigentes del ministerio el "plan estratégico" quinquenal 2001-2006. La dependencia tiene previstas una serie de reestructuraciones del FBI, entidad atormentada por no pocos pasos en falso dados en los últimos años, y del INS, servicio de inmigración.

Medidas contra el terrorismo biológico

Washington (EFE).- Tras comprobar que es vulnerable al bioterrorismo y, lo que es peor, que no está preparado para hacerle frente, Estados Unidos trabaja contrarreloj para organizar las leyes que permitan a los estados organizarse en el supuesto de un ataque a gran escala.
Después de la amenaza del ántrax, que a pesar de haber sido de pequeño calado pusieron en jaque a todo el gobierno. Tanto el secretario de Salud, Tommy Thompson, como los responsables del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), saben que deben prepararse mejor.
En este momento, según ha reconocido el propio CDC, se trabaja con la hipótesis de que, ante un ataque con viruela, o con otro tipo de virus igualmente contagioso, pueda ser necesario poner a toda una ciudad en cuarentena, lo que significa el cierre de aeropuertos y carreteras y el control de movimientos de sus ciudadanos.
Según el proyecto, las autoridades deberían tener amplios poderes de actuación en una situación de emergencia, que deben incluir desde el acceso a los informes de un paciente, hasta la posibilidad de ordenar exámenes médicos generalizados.(EFE)

Cambios en el FBI y en el servicio de inmigración

El Departamento de Justicia destinará más personal de la Oficina Federal de Investigación (FBI) a centros fuera de Washington, dentro de una reestructuración generalizada de la agencia destinada a hacer frente a la amenaza terrorista.
El fiscal general, John Ashcroft, dijo que el departamento será reorganizado para que tanto los miembros del FBI como los del Servicio de Inmigración (INS) estén en mejores condiciones para asegurar una lucha efectiva contra el terrorismo.
Ashcroft explicó que el Departamento de Justicia se embarcará en un plan de reorganización a cinco años, que calificó como "una reorganización en tiempos de guerra".
Un 10% de los empleos del Departamento de Justicia en Washington serán trasladados a otras oficinas en el resto del país porque "la guerra contra el terrorismo no se luchará en Washington, sino sobre el terreno por los agentes", explicó Ashcroft.
La reestructuración del FBI ya estaba prevista antes de los atentados del 11 de septiembre, pero desde entonces el fiscal general ha puesto al terrorismo como la principal prioridad de ese departamento.
En los últimos tiempos, el FBI se ha visto abochornado por varios escándalos y graves fallos en su funcionamiento, pero los atentados del 11 de septiembre lo colocaron a la policía federal en el centro de la lucha contra el terrorismo.
Entre las competencias del FBI figuran el combate de la delincuencia a nivel federal, la contienda antiterrorista, la vigilancia de la actividad de los espías extranjeros en suelo estadounidense y la lucha contra los delitos informáticos. Ahora algunos legisladores han censurado que el FBI se haya dedicado a competencias de las que pueden ocuparse otras agencias o la policías.
Otra agencia gubernamental en problemas es el Servicio de Inmigración y Naturalización, que también será reestructurado para separar las funciones de quienes se dedican a garantizar que se cumpla la ley y quienes están dedicados al servicio. El INS ha sido objeto de escrutinio tras los ataques del 11 de septiembre, y ha sido culpado de tener grandes huecos en sus políticas de inmigración. (EFE)

Alertas por el ántrax

Las autoridades de salud de Estados Unidos instaron ayer a la ciudadanía a permanecer vigilante sobre las amenazas relacionadas con el ántrax, pese a que no se han reportado nuevos casos de la mortal bacteria desde hace más de una semana. Mientras los investigadores siguen buscando los responsables de los casos de contaminación con ántrax, que ha alarmado a la población tras provocar cuatro muertes, los funcionarios de salud advirtieron que no se debía bajar la guardia. "Esto no se ha terminado hasta que los criminales sean capturados. Tenemos que permanecer vigilantes", dijo la doctora Julie Gerberding, vicedirectora interina de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC por su sigla inglesa). Los CDC dijeron que unos 32.000 estadounidenses comenzaron a tomar antibióticos en octubre debido a las posibilidades de que hayan estado estado expuestos a la bacteria del ántrax.

Foto: El fiscal general de EE. UU. delineó las reformas para aumentar la efectividad de los sistemas de inteligencia en ese país.