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Una reñida elección por el gobierno de Nueva York
Los ciudadanos votaban anoche para elegir al sucesor de Giuliani
La contienda para reemplazar a Giuliani, ampliamente acreditado por su manejo de la crisis, es entre Green, de 56 años, un veterano político que desempeña el cargo de ombudsman, y Bloomberg, de 59, un multimillonario de los medios que nunca antes ocupó un cargo público.
La elección para conducir el destino de la ciudad más grande de los Estados Unidos se vio ensombrecida durante semanas por los aviones secuestrados que atentaron contra el World Trade Center, el brote intencional de ántrax y el liderazgo de Giuliani.
Giuliani, quien no puede postularse para un tercer mandato aunque endosó a Bloomberg, ha venido calmando los temores de la opinión publica frente a la perspectiva de ataques adicionales.
Además, influyó sobre el gobierno federal para lograr el dinero necesario para reconstruir el distrito financiero de la ciudad y se hizo presente en todas las recordaciones y misas por los miles de víctimas del 11 de septiembre.
Con la esperanza de ganar los votos del último minuto antes de que se abrieran las urnas a las 6 de la mañana, Green y Bloomberg recorrieron intensamente la ciudad e inundaron estaciones de radio y televisión con comerciales.
Bloomberg realizó un intensa campaña entre los latinos, que se presume están resentido por maniobras de Green contra su contendiente latino Ferrer en las elecciones internas demócratas
La votación se realiza hasta las 21 (11 de Argentina).
En esta elección, que fue disputadísima para los demócratas, Bloomberg gastó unos 50 millones de dólares de su propio bolsillo, una exorbitancia si se compara ese monto con los 15 millones que recaudó y gastó Green.
Después de emitir su voto en una escuela pública del Upper East Side de Manhattan, Bloomberg dijo ayer que el gran desafío que enfrenta Nueva York en los próximos cuatro años será la seguridad y la reconstrucción económica, algo para lo cual, según consideró, su rival no estaba preparado.
Por su parte, Green reclamó ayuda para su campaña a la poderosa maquinara demócrata, y fue asistido ni más ni menos que por el ex presidente Bill Clinton y por la familia Kennedy, mientras públicamente acusó a su rival de insensibilidad hacia las mujeres y los negros.
Cuestionan la "porosidad" de las fronteras
WASHINGTON (Reuters) - Las fronteras y puntos de entrada a Estados Unidos son tan porosos como coladores y ofrecen al país poca o ninguna protección contra potenciales terroristas, que pueden ingresar sin ser detectados, dijeron el martes expertos de inmigración.
"Debería reconocerse universalmente que nuestras fronteras están fuera de control", dijo Bill King, un ex agente de la Patrulla Fronteriza y ex jefe de la Academia de Patrulla Fronteriza.
King dijo en un seminario organizado por el Centro de Estudios de Inmigración, que hay casi nueve millones de personas residiendo ilegalmente en Estados Unidos.
"Pueden ser buscadores de empleo, delincuentes, portadores de enfermedades y ahora, pueden ser agentes extranjeros (...). Nuestras dos fronteras (con México y Canadá) son coladores. Cualquiera puede cruzarlas hoy en día", agregó.
De los 19 sospechosos de perpetrar los ataques suicidas del 11 de septiembre al menos 13 ingresaron al país como turistas, viajeros de negocios o estudiantes.
En un informe reciente, Steven Camarota y Mark Krikorian, del Centro de Estudios de Inmigración, alegaron que "la actual amenaza terrorista a Estados Unidos proviene casi exclusivamente de individuos que llegan del extranjero".
Peter Núñez, un ex fiscal de la ciudad de San Diego, en el estado de California, dijo que el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) adolece de falta de dinero, personal y equipo, además de baja moral. Señaló que intereses empresarios que buscan garantizar una fuente de mano de obra barata obstaculizan constantemente los esfuerzos por controlar las fronteras.
Algunos estados emiten licencias de conducir a inmigrantes ilegales, que podrían luego usarlas como documentos de identidad para abordar aviones, dijo Núñez. "¿Por qué estamos permitiendo que la gente cree identidades falsas para ocultarse a plena vista?", dijo.
Jessica Vaughan, una ex funcionaria consular en el exterior, dijo que el Departamento de Estado olvidó su papel en la seguridad nacional al emitir visas. Sus funcionarios se concentran en manejar la mayor cantidad de solicitudes de visa en el menor tiempo posible, en lugar de tratar de detectar quién podría ser una amenaza.
El INS cree que hasta 40 por ciento de quienes están ilegalmente en el país son personas con visas vencidas. Varios oradores dijeron que el INS y otros organismos no se esfuerzan por seguir los rastros de los visitantes, legales o ilegales. "Si usted puede colarse a través de la frontera, es libre . Nadie lo va a buscar", dijo Núñez.
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