Lunes 19 de noviembre de 2001

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Boca se despidió con una gran sonrisa

Ríver recuperó su nivel y sigue dando pelea

Huracán tuvo dos minutos bárbaros

 

Rácing dio otro paso con mucho esfuerzo

 

Con trabajo y con susto dejó en el camino a Chacarita, con un penal de Estévez. Otra vez una multitud acompañó al equipo.

  BUENOS AIRES (DyN) - El batallador y sufrido Rácing Club se puso ayer todavía más cerca del día aguardado con desesperación desde hace 35 años, ya que le ganó a Chacarita Juniors 1-0 en un conmovedor "Cilindro" y sigue con ocho puntos de ventaja, aunque con un partido más jugado, sobre su escolta Ríver Plate, a cinco fechas del desenlace del torneo Apertura.
Fue Maximiliano Estévez quien hizo vibrar a 41 mil partidarios en el escenario de Avellaneda y a todos los hinchas de Rácing que habitan el suelo argentino, invocando más que nunca la protección de Dios.
El "Chanchi" Estévez definió de penal, ya en el descuento del primer tiempo, favorecido por una controvertida falta que el árbitro Gabriel Brazenas le cobró a Javier Pinola contra José Chatruc.
Chacarita había perdido sólo un partido de visitante, contra Boca Juniors, y ante Rácing ratificó que es un adversario difícil, exigente, tanto que ya en el epílogo, a la salida de un tiro libre, hubo un remate potentísimo del uruguayo Leonardo Ramos que pareció mutilar el poste derecho de Gustavo Campagnuolo.
De todos modos, de no haber dilapidado Estévez tantas situaciones en el segundo período, la victoria debió quedar garantizada con antelación.
Rácing con este triunfo permanece ocho unidades por encima de Ríver, pero el equipo de Ramón Díaz tendrá la oportunidad de descontarle tres el fin de semana próximo, ya que por la decimoquinta los de Mostaza Merlo en su momento adelantaron y perdieron el clásico en la "Bombonera".
El primer tiempo fue de trámite deslucido, a pesar de que los protagonistas se alternaron en el dominio.
Al principio fue superior Chacarita porque tuvo las mejores intenciones, porque siempre imperó la premisa del juego asociado, rasante, todo lo contrario de un Rácing que abusó del pelotazo.
Rácing jugó sus peores 30 minutos del campeonato en la primera media hora y la muestra más clara la dieron los 41 mil simpatizantes de Rácing que permanecieron casi en silencio, expectantes por un capítulo muy combativo, con más pelea que fútbol.
Fueron escenas de dientes apretados, al filo del reglamento, porque el desarrollo se tornó ríspido, con escasísimas situaciones de gol.
Lo de Chacarita fue positivo fundamentalmente por la intención de movilizarse en el campo de Rácing.
De todos modos, las situaciones favorables fueron mínimas y repartidas, porque Rácing levantó su nivel después de esa media hora deficitaria.
El equipo de Reinaldo Merlo esta vez sí acertó al recurrir al achique, método que en otros cotejos todavía no tenía suficientemente aceitado.
Chacarita ya no llegó tanto como al comienzo y Rácing mostró un poco las uñas ya antes del gol de penal que consiguió Maximiliano Estévez, ya en tiempo de descuento.
La más clara oportunidad para los tricolores en ese primer período se dio a los 37, cuando hubo un tiro libre del uruguayo Leonardo Ramos que Gustavo Campagnuolo en vuelo acrobático sacó al córner.
La chance más interesante para Rácing, por supuesto que con la excepción del gol, ocurrió a los 29, a la salida de un córner desde la izquierda, cuando hubo un remate de Estévez que Mariano Mignini salvó en la línea decisiva providencialmente.
Rácing fue más profundo en los últimos 15 minutos que Chacarita en la primera media hora.
La acción del desnivel en el marcador se produjo porque José Chatruc fue a buscar dentro del área grande la devolución de una pared y dio la impresión de que se llevó por delante a Pinola.
Después del gol psicológico, Chacarita de nuevo se hizo dueño de la pelota ante un Racing que se replegó peligrosamente para su objetivo.
Igualmente, Chacarita continuó siendo impotente y Rácing dispuso de ocasiones como para doblegarlo sin pasar sufrimientos.
Cuando el visitante logró profundidad se encontró con un Campagnuolo inexpugnable, muy seguro como en todo el Apertura.

Voces: Merlo cree que hay algo más que suerte

El entrenador Reinaldo Merlo dijo anoche que si sus dirigidos ganaron "once de quince partidos, no fue por suerte", al responder una pregunta por la última jugada del partido ante Chacarita Juniors, en la que un poste privó del empate al equipo perdedor.
"Los palos también juegan -replicó "Mostaza" Merlo-. Además, Rácing ganó porque buscó el triunfo".
Del mismo modo, su colega de Chacarita Osvaldo Sosa, coincidió con su "amigo" Merlo al manifestar que "a la victoria de Rácing no hay nada que objetarle".
"Si bien el predominio fue nuestro en los primeros 35 minutos del partido, después nos faltó el gol y la presencia que tuvo Rácing. Ahí estuvo la diferencia", apuntó "Chiche" Sosa.
Los dos directores técnicos también expresaron similares conceptos al indicar que se imaginaban "un partido tan complicado".
Palabras más, palabras menos, dijeron por separados, uno en cada vestuario: "Nos conocemos y sabemos que cómo planificamos los partidos, sin descuidar ningún detalle".
Sosa pidió no entrar "en ninguna polémica por el penal" que le terminó dando la victoria a La Academia. "Siempre nosotros vamos a decir que no fue y, si el árbitro (Gabriel Brazenas) lo cobró, fue porque lo habrá visto".
Finalmente, Sosa dijo que le "gustaría que Rácing se consagre campeón. Después de tantos años a la espera de un título, se lo merece".

• Ubeda de festejo: El zaguero Claudio Ubeda cumplió ayer 200 presentaciones oficiales jugando para Rácing Club, y lo festejó "con una victoria importantísima" ante Chacarita Juniors.
"Estos tres puntos nos permiten mantener los ocho que le llevamos a Ríver y esperar tranquilos sin jugar el próximo fin de semana -comentó Ubeda, en alusión al adelanto con Boca Juniors-, para el siguiente enfrentarlos" en un clásico que puede ser definitorio para el torneo Apertura, si es que Ríver pierde con Chacarita y la Academia vuelve a ganar.
El actual capitán del líder del campeonato alcanzó ayer su presentación número 200 en cotejos oficiales para Rácing, después de cuatro años en Rosario Central, club en el que debutó el 18 de noviembre de 1990.

Chatruc volvió a ser la manija del puntero

Gustavo Campagnuolo (7): Inexpugnable. Mostró la seguridad habitual ante un equipo que venía de convertir al menos un gol por partido. Por eso el mérito es doble.
Francisco Maciel (7): Recuperó su mejor nivel. Muy atento a la hora de relevar a Vitali. Cumplió una destacada actuación.
Gabriel Loeschbor (6): Otro valor en alza de la defensa del puntero. Volvió a destacarse en las pelotas aéreas.
Claudio Ubeda (6): En su partido número 200 vistiendo la camiseta de la "Academia" redondeó una mejor tarea que en las anteriores cinco fechas, en las que había sido el talón de Aquiles de la última línea.
Martín Vitali (7): Se proyectó con acierto, abrió una cuña por el lateral izquierdo de la defensa "tricolor" y tiró varios centros peligrosos.
Adrián Bastía (6): No logró trascender como en partidos previos a su suspensión. Un tanto impreciso con la pelota, pero se impuso siempre en la marca.
Carlos Arano (7): Uno de sus mejores partidos en Rácing. Firme en la marca, salida clara y hasta con tiempo para permitirse algunos lujos.
José Chatruc (8): gran producción en la etapa final. Repitió las relevantes actuaciones de partidos anteriores. Fue la figura del equipo y dejó en el olvido unos treinta minutos iniciales apenas discretos. Lo amonestaron y se perderá el clásico con Ríver.
Gustavo Barros Schelotto (5): Sólo para mencionar algún remate de media distancia. No aportó el caudal ofensivo que necesita Rácing, pero su entrega y personalidad lo salva de la crítica.
Maximiliano Estévez (5): Su movilidad y algunos quiebres de cintura complicaron a la defensa visitante. Metió el gol de penal, pero en el segundo tiempo desperdició dos mano a mano.
Rafael Maceratesi (5): Se esforzó y presionó en la salida del rival, pero esta vez vez no dijo presente en la red rival.

Rivero fue lo mejor que tuvo el "Funebrero"

Jorge Vivaldo (6): Si bien no fue muy exigido, tuvo dos o tres atajadas que permitieron que Rácing ganara solamente por la mínima diferencia.
Darío Marra (5): Alternó las buenas del primer tiempo con las malas del segundo. Un trabajo sin demasiadas luces ni sombras.
Leonardo Ramos (6): Tuvo algunos problemas con Estévez, pero controló bien a Maceratesi. Sobre el final estuvo cerquita del empate con un tiro libre que pegó en el palo derecho.
Javier Pinola (6): En el primer tiempo le rechazó una pelota sobre la línea a Estévez, pero estuvo impreciso en los pases y le sirvió muchos ataques a los delanteros de Racing.
Sebastián Romero (5): Un trabajo intrascendente. Tuvo algunos problemas defensivos y fue relevado por Leonardo Mas.
Diego Rivero (7): El mejor de la visita. Por él pasaron casi todas las pelotas de ataque. Siempre le dio un buen destino, pero no encontró eco en sus compañeros para el juego asociado.
Ariel Rosada (6): El equilibrio del mediocampo "funebrero". Quitó muchas pelotas y después las entregó bien.
Mariano Mignini (5): Otro que le ahogó el grito a Estévez en la línea.
Carlos Moreno (5): Por momentos desapareció del partido. No se asoció con Rivero para prosperar en ofensiva.
Jorge Quinteros (4): Peleado con la pelota, no inquietó jamás en ataque.
Silvio Carrario (4): Lejos del nivel de fechas anteriores. Muy flojo.

   
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