El planteo de Boca y la magia de Riquelme fueron mucho para Rácing

Los "xeneizes" le cortaron el invicto al puntero.

BUENOS AIRES (DyN) - De la mano de un Juan Román Riquelme que brilló en gran nivel, porque manejó los hilos de su equipo y del partido a su antojo, Boca Juniors dejó ayer sin invicto al puntero Rácing Club al que asestó un 3-1 inapelable para hacer que la Academia vuelva a poner los pies sobre la tierra.
Riquelme, con su excelso toque y su propensión a la gambeta, fue la mejor figura, pero el mellizo resultó de a ratos un acompañante adecuado y Mauricio Serna fortificó el fondo en su nueva función de líbero.
De movida, "Mostaza" Merlo dispuso un esquema similar al del segundo período del domingo en La Plata, con cuatro atrás y Maciel al medio. Pero sus volantes se equivocaban demasiado con la pelota, salvo el colombiano Viveros, que ganaba seguido por la raya izquierda.
Boca, que apretó las marcas y presionó a la par de Rácing, hacía la diferencia en esa zona media, a partir del exquisito andar de Riquelme, que cuando se juntaba con un muy enchufado Guillermo Barros Schelotto marcaba las diferencias.
A los 26, Rácing se equivocó en la salida y Riquelme lo aprovechó para meter un pelotazo exacto en profundidad para la izquierda, por donde perforó Delgado. Toque de derecha atrás para la llegada limpia del mellizo por el medio para que pusiera justicia con el 1-0.
Rácing perdió la brújula, por momentos quedó para el cachetazo, que casi se lo pega Riquelme a los 34, con un toquecito justo para desairar en el área e irse contra Campagnuolo. Zurdazo cruzado y pelota que se fue afuera pegada, casi incrustada, contra el palo izquierdo.
En el segundo tiempo, el partido ganó en intensidad. Rácing salió decidido a buscar el empate y dejó huecos para la contra de Boca. Viveros sacudió un sablazo que pegó en Burdisso, pero Campagnuolo debió esforzarse para bloquear un tiro de Riquelme.
Cuando a los 8 minutos hizo ingresar a Maceratesi para buscar con tres de punta, Merlo declaró la guerra, propuso un ida y vuelta, pero a Rácing le quedaba una estancia atrás para cubrir y aumentaban las posibilidades de Riquelme de hacerse un festín.
A los 9 minutos, el 10 de Boca sacó fotocopia de la jugada del gol, pero esta vez su pelotazo buscó el pique de Clemente Rodríguez, y el pase atrás encontró de nuevo al mellizo, pero esta vez la empalmó de zurda muy arriba.
A los 15, Merlo mandó a la cancha a Gustavo Barros Schelotto y sacó a Viveros. Tal vez acertado el ingreso, pero no por el colombiano. Un minuto después, Riquelme desde cuarenta y cinco metros mandó una comba hacia el área que Delgado apenas peinó para poner el 2-0 y cuidarse de no gritarlo, por su pasado académico.
Boca tuvo tiempo de florearse. La gente pudo aplaudir primero el reemplazo de Delgado; enseguida, el 3-0, un golazo del ingresado Carreño, tras un pase de Guillermo disfrazado de Riquelme y luego la salida del 10, ovacionado.
Rácing también tuvo su tiempo, pero sólo para llegar al descuento, que no disimuló en nada su tarde negra, con problemas en todas las líneas y alarmante anemia ofensiva.

Sólo algo de Bedoya y el "Melli"

Campagnuolo (5): salió tarde en el tercer gol de Boca que definió el clásico.
Maciel (5): no pudo acomodarse casi nunca en el partido. Jugó muy contenido.
Loeschbor (4): muy permeable en la marca, tanto de arriba como de abajo.
Ubeda (3): desconocido, bien en los cruces pero sólo al principio. Se mostró lento, protestón e inconsistente.
Vitali (4): puro despliegue y casi nada de claridad.
Viveros (5): buen primer tiempo del colombiano, pero en el complemento bajó verticalmente su producción.
Bastía (5): fracasó rotundamente en contener a un inspirado Riquelme.
Bedoya (6): pese a perder el duelo con el mellizo Guillermo, fue de lo más claro y eficiente de Racing. Demostró personalidad y calidad para afrontar este tipo de partidos calientes.
Chatruc (4): un conductor que no lo fue. Poca presencia en el área rival y embarullado cuando debió armar jugadas.
Milito (3): abusó del traslado y luego se dejó arriar por la notable marca de Serna.
Estévez (4): amagó un comienzo electrizante, pero duró poco, fue como un espejismo. Terminó en la impotencia total, más allá de que rematara el penal con mucha clase.
Maceratesi (5): entró por Chatruc y trató de colaborar en ofensiva. El partido ya estaba casi definido y aportó muy poco.
Gustavo Barros Schelotto (6): le bastó media hora para dejar claramente expuesto el error táctico del entrenador Reinaldo Merlo de no haberlo incluido de entrada. Mucho criterio en el traslado y esta vez para nada conflictivo.

Un herido entre los hinchas locales

Un simpatizante de Boca, ubicado en la tribuna de socios del sector sur de la "Bombonera", fue herido tras culminar el partido ante Rácing al ser impactado en la cabeza por una piedra arrojada presuntamente desde la tribuna visitante.
Alejandro Valenzuela, de 25 años, sufrió un corte de unos ocho centímetros en la cabeza, pero no fue trasladado a un hospital sino al departamento médico de Boca, y allí lo atendieron los facultativos del club xeneize.
El joven, después de las tareas curativas de sutura en la herida y de haberle aplicado suero durante la atención, regresó a su domiclio.

Foto: El "Mellizo" Guillermo fue una de las figuras de Boca en el triunfo frente a Rácing y además marcó el primer gol en el clásico.