Ocho pasajeros muertos al volcar un ómnibus cerca de Zapala

El corte de Picún obligó al chofer a desviarse del camino que conocía.De las víctimas fatales, cinco eran niños de un hogar de los Pimpinela

ZAPALA (AZ) - Ocho personas, entre las cuales había cinco niños, fallecieron trágicamente y otras dos quedaron en estado gravísimo ayer cuando el ómnibus de larga distancia de la empresa El Valle en el que viajaban volcó a la altura del paraje El Sauce, a unos 25 kilómetros de aquí sobre la ruta nacional 40. Además, los restantes 39 pasajeros resultaron con heridas de diversa consideración y fueron derivados a centros asistenciales de la localidad.
Entre las víctimas fatales se cuentan varios pequeños de un hogar creado por los artistas hispano-argentinos Joaquín y Lucía Galán. El hecho se produjo en una pronunciada curva posterior a una larga recta por lo que los investigadores sospechan que el conductor se vio sorprendido y al intentar maniobrar perdió el control del vehículo que se arrastró por la banquina y quedó depositado a 100 metros. El charter había partido desde Retiro, tenía como destinos finales San Martín de los Andes y Bariloche, y modificó su recorrido por el corte que mantienen piqueteros sobre la ruta 237 a la altura de Picún Leufú.
Las víctimas fatales fueron identificadas como María Rosa Todaro de 61 años, Sergio Marcelo Teseyra (32), Daiana Perezlindo (8), Marcelo Leonel Pozos (10), Gabriel Eduardo Gómez (8), Estela del Valle Gómez (14) y Jonathan Díaz (10) del Hogar Pimpinela de Vicente López y Marisol Sayar de 25 años oriunda de Chascomús. En tanto es altamente crítica la situación de Elisa Núñez de 20 años quien fue derivada al hospital Castro Rendón de la capital neuquina con politraumatismo craneano y Hugo Palacios de la misma edad que sufrió la amputación de un brazo y permanecía en estado de coma.
El hecho se produjo a eso de las 6.50 del lunes a unos 25 kilómetros de Zapala en dirección a San Martín. El ómnibus transitó en forma normal la extensa recta que lo depositó en la cerrada curva hacia la derecha. Una de las hipótesis más fuertes que maneja la policía es que al verse desbordado por la trayectoria del camino el chofer habría intentado volantear. Sin embargo el pesado vehículo se volcó sobre su costado izquierdo y luego de recorrer unos 100 metros entre el asfalto y la banquina quedó al costado de la ruta. Al momento de producirse el accidente no llovía, aunque sí lo había hecho antes y el pavimento estaba húmedo, y tampoco había neblina.
El trágico desenlace se produjo a raíz de que las personas que viajaban sobre el lateral afectado fueron literalmente succionados al romperse los vidrios. El cuadro que sobrevino al desenlace de la maniobra y que hallaron los primeros auxilios médicos que pocos minutos después llegaron al lugar, fue terrible. Los cuerpos masacrados dispersos por los alrededores fueron recogidos por el personal de seguridad que de inmediato instaló un vallado para preservar la escena. La magnitud del impacto quedó evidenciada en la profunda grieta y las marcas que dejó en el asfalto el colectivo. El chofer, Gabriel Repetti de 32 años, se reponía de las lesiones leves en una clínica privada y sería pasible de una acusación de múltiple homicidio culposo que prevé una pena de entre 2 y 5 años de prisión. La investigación es encabezada por el juez Hugo Saccoccia con la intervención del fiscal Oscar Domínguez. El viaje había sido pautado por la empresa transportista como parte de un paquete turístico que incluía las visitas a San Martín y Bariloche. Los contingentes más numerosos eran los de decenas de jóvenes oriundos de Chascomús y otro denominado hogar Pimpinela proveniente de Vicente López con el objeto de lograr que los pequeños, en su mayoría huérfanos, conozcan la nieve .El resto de los pasajeros habían suscripto en forma particular su participación en el tour a través de la contratación con diferentes agencias del rubro.
La gran cantidad de heridos obligó a la utilización, además del hospital local, de dos clínicas privadas para la asistencia de los afectados. La mayoría de ellos, luego de un exhaustivo control médico, fueron dados de alta. El operativo de rescate incluyó la participación de ocho ambulancias privadas y estatales.

"Sentí gritos y traté de ayudar"

ZAPALA (AZ) - "Fue terrible, estaba durmiendo y cuando me desperté sentí gritos y solo atiné a auxiliar a la gente que tenía más cerca". El relato cargado de emotividad pertenece a uno de los choferes del ómnibus apenas unas pocas horas después del impresionante accidente. Todavía con restos de sangre en su rostro y algunos golpes en el cuerpo que no requirieron de la internación médica, Alberto Galeano revivió junto a "Río Negro" los dramáticos momentos.
"Todo sucedió muy rápido, yo estaba descansando y de repente sentí un golpe y después los gritos de auxilio de los pasajeros" explicó. La pesadilla, en medio de la fría y oscura madrugada, recién estaba iniciándose. "Traté de sacar a la gente que podía, para intentar calmarla hasta que llegaran las ambulancias" sostuvo. El paso del tiempo, en medio de una situación límite como la que le tocó atravesar, es sumamente difícil de medir. "No sé exactamente cuánto tardó en llegar la ayuda pero fue rápido" apuntó Galeano.
A la hora de hallar respuestas no emitió opinión aunque aclaró que los turnos de manejo "son de unos 300 kilómetros cada uno para evitar el cansancio".
Con el lamentable episodio de ayer la tragedia volvió a ensañarse con la empresa El Valle ya que pocos días atrás una de sus unidades había protagonizado otro serio accidente en Zapala. En esa oportunidad una camioneta en la que se movilizaban dos agentes municipales se incrustó de frente contra el ómnibus que cubría el trayecto entre Buenos Aires y Bariloche provocando la muerte de los ocupantes del rodado menor.
Tanto en aquel episodio como en éste, el trayecto original de los colectivos era por la ruta nacional 237 pero el corte que mantienen los piqueteros de Picún Leufú obligó a la modificación para utilizar la 22 hasta esta ciudad y luego la 40 en hacia San Martín.

Foto: El escenario de la tragedia. Equipaje desparramado y restos del vehículo dejaron su huella a lo largo de casi cien metros sobre la ruta 40