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De la Rúa accionó para evitar una crisis en gabinete. El ministro de Economía le abrió varios frentes. Para despejar la crisis, lanzarían las medidas.

El presidente Fernando De la Rúa se vio forzado ayer a ahogar una crisis desatada en el gobierno por un crudo enfrentamiento entre el jefe de gabinete, Chrystian Colombo y el ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien en las últimas horas profundizó al extremo su disputa con los mandatarios provinciales y el Brasil.
La fogosa actitud de Cavallo, asumida ayer durante una conferencia de prensa, dejó en una incómoda posición a De la Rúa, quien además de definir de qué modo oxigenará el gabinete, deberá amortiguar el impacto de la pelea con los gobernadores -sobre todo peronistas-, restaurar las relaciones con el principal socio del Mercosur y anunciar, en las próximas horas, medidas económicas.
La residencia de Olivos fue la caja de resonancia de esta nueva crisis, por donde desfilaron integrantes del gabinete nacional y legisladores radicales, hasta entrada la noche.
Durante la jornada, las versiones sobre la posible renuncia de Cavallo se mezclaron con la alternativa de una dimisión de Colombo, a raíz del choque que ambos mantuvieron en las últimas horas, derivado del fracaso en las negociaciones con los gobernadores de provincia.
Fuentes confiables dijeron que Colombo -enardecido contra Cavallo y Patricia Bullrich, a quien considera su enemiga- habría llegado, inclusive, a presentarle la renuncia a De la Rúa. El presidente se la habría rechazado tras poner paños fríos a la situación.
Sobre las 21,15, el secretario general de la presidencia, Nicolás Gallo, aseguró que Cavallo permanecerá en su puesto y oficializó la creación de un ministerio de Turismo, Cultura y Deportes, supuestamente a cargo de Hernán Lombardi.
"Absoluta y totalmente", fue la respuesta contundente de Gallo cuando se le preguntó si Cavallo seguiría en su cargo.
Gallo se encargó de ofrecer una particular versión oficial sobre la situación en el gabinete y descalificó los rumores generados en la propia Casa Rosada.
"Se habla (de las renuncias y peleas) pero no es cierto. Quien habla de esto se alimenta de versiones absolutamente falsas. Hay una total coherencia en el gabinete, hay una total coincidencia en términos de objetivos y metodología de trabajo entre los ministros y, fundamentalmente, entre los tres ministros que le tocó hacer toda esta labor del acuerdo con los gobernadores (Cavallo-Colombo-Mestre)", dijo.
Empero, varias fuentes gubernamentales reconocieron la existencia del fuerte cruce entre Cavallo y Colombo, quienes debieron compartir la mesa en Olivos, junto al Jefe del Estado en un clima de tensión.
Mientras algunos voceros aseguraron que la pelea fue "frente a frente y a solas", tras la reunión que el jueves mantuvieron con mandatarios de la Alianza en el CFI, otros afirmaron que el crack se produjo en el marco de una conversación telefónica, luego de la rueda de prensa que el titular del palacio de Hacienda ofreció este mediodía.
Colombo le habría recriminado a Cavallo el haberlo "desautorizado brutalmente" y "haberlo dejado mal parado ante los gobernadores", con quienes se negocia por la coparticipación federal.
Según allegados a Cavallo, el titular del Palacio de Hacienda habría, a su vez, montado en cólera contra Colombo por las supuestas confesiones hechas por el jefe de gabinete a gobernadores del PJ, en el sentido de que había sido sondeado para ocupar el ministerio de Economía.
Según voceros inobjetables, Cavallo también estaría molesto con el secretario de Finanzas, Daniel Marx, a quien atribuiría haber "filtrado" la supuesta imposibilidad del ministro de viajar a Washington, frente a una presunta decisión de autoridades del Banco Mundial y de la Reserva Federal de no concederle audiencias.
Las fuentes subrayaron ayer que el propio De la Rúa recibió con desagrado el tono y los dichos de la conferencia de prensa, en la que Cavallo castigó a los gobernadores y abrió una nueva brecha con Brasil.
Según sostienen en Casa Rosada, la orden dada al ministro contemplaba tranquilizar los ánimos con los mandatarios provinciales.Cavallo hizo públicamente lo contrario y los amenazó con ir a la Corte Suprema de Justicia para dirimir el conflicto con las provincias.
Por si fuera poco, Cavallo cargó contra Brasil, al considerar que estaba "agotado" el modelo de relación con la administración de Cardoso.
Por la noche, Gallo corrigió a Cavallo, en nombre de De la Rúa. Aseguró que se seguirá privilegiando el diálogo con los gobernadores y que la relación con Brasil es parte de una política de Estado que fija el presidente.

El ministro, ofuscado, declaró la guerra a los gobernadores

El ministro de Economía, Domingo Cavallo, declaró ayer la guerra a las provincias que se rebelaron contra el plan de austeridad que impulsa el gobierno y volvió a jurar a los desconfiados inversores que el país cumplirá con el pago de sus deudas.
Visiblemente ofuscado, el funcionario informó en conferencia de prensa que aconsejó al presidente De la Rúa hacer una presentación ante la Corte para forzar a los distritos a aceptar un recorte en los fondos que el Estado está obligado a girarles.
"El presidente todavía no la ha adoptado. Yo sólo se la he recomendado (por la presentación judicial)", explicó.
La decisión es una afrenta contra los gobernadores provinciales y la reacción más dura llegó desde los de signo peronista, tonificados desde que humillaron al oficialismo en las recientes elecciones.
Cavallo habló un día después de que los mandatarios provinciales abandonaron indignados una crucial negociación con el gobierno, que quiere que den su visto bueno para reducir los fondos que debe enviarles cada mes por la distribución de impuestos federales. "El pacto fiscal es incumplible porque "no hay crédito suficiente para hacerlo", sostuvo desafiante Cavallo.
Acusó a los estados provinciales de hacer "un manejo irresponsable" de sus recursos, y de "endeudarse a un costo extremadamente oneroso en los años 1997, 98 y 99, lo que provocó la pérdida del crédito".
Aunque reconoció que la Nación también se excedió en sus gastos y nivel de endeudamiento, el ministro ratificó que la Nación no enviará el dinero que reclaman las provincias, en concepto de deudas hasta llegar al piso mensual de la coparticipación de impuestos establecido en el pacto fiscal firmado a fines de año pasado.
Antes de la conferencia, Cavallo estuvo en Olivos. "Las provincias están recibiendo diariamente, puntualmente, el goteo de la coparticipación federal de impuestos tal como lo disponen las leyes, y por los mecanismos habituales", dijo Cavallo.
"Lo que las provincias no están recibiendo ni podrán recibir en los próximos meses son transferencias adicionales para cumplir con el piso de la coparticipación", de 1.384 millones de pesos cada 30 días.
Con gesto adusto y por momentos ofuscado, Cavallo pareció dispuesto a patear el tablero cuando afirmó que "vamos a tener un (texto de) acuerdo para todas las provincias, los que quieran firmar lo firman..., y mientras tanto seguiremos trabajando, porque la vida continúa...". (DYN)

Foto: Cavallo, ofuscado y desafiante. Cargó contra las provincias, Brasil, los políticos... y cuando se rumoreaba su renuncia, fue ratificado.