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Ratificaron a Cavallo tras su ataque a las provincias y pelea con Colombo
Brasil se retiró de las negociaciones por el Mercosur
El ministro extraordinario de asuntos del Mercosur, José Botafogo Gonçalves, canceló las negociaciones con nuestro país, en Buenos Aires, y volvió a Brasil tras los ataques furibundos de Cavallo a las devaluaciones del real. La orden de la "retirada" le llegó de Cardoso. El funcionario estaba en Buenos Aires discutiendo las compensaciones a la Argentina.
Tras los ataques de Cavallo, Brasil ordenó a su embajador para el Mercosur, José Botafogo Gonçalves, regresar inmediatamente de Buenos Aires a Brasilia.
Según fuentes gubernamentales, el canciller brasileño Celso Lafer, quien acompaña al presidente Fernando Henrique Cardoso en su visita a Madrid, se comunicó telefónicamente con Botafogo, quien negociaba en Buenos Aires la adopción de salvaguardias en el comercio bilateral.
Botafogo Gonçalves, se encontraba en el Palacio San Martín cuando Cavallo acusó a Brasil de "hacer lo que quiere con su moneda". Cuando tomó conocimiento de esas declaraciones, decidió suspender las negociaciones y acelerar el retorno a su país.
"El modelo de relacionamiento (sic) comercial con países que se dan el lujo de hacer lo que quieren con sus monedas y no aplicar del lado nuestro salvaguardias y elementos protectivos de la producción nacional, está totalmente agotado", dijo Cavallo durante una conferencia de prensa en Economía.
Al respecto, cuando una periodista brasileña le preguntó si con esa frase se refería a su país el ministro indicó visiblemente alterado: "¡Claro! ¿A quién me voy a estar refiriendo?".
Las declaraciones de Cavallo fueron el broche de oro para unas muy complicadas negociaciones de dos días con el máximo socio del Mercosur, quien se resiste a ver penalizadas sus exportaciones por la Argentina con motivo de la devaluación de su moneda.Por la mañana, en el Palacio San Martín el representante de Comercio Exterior, Alfredo Chiaradía, el subsecretario de Integración Económica, Alfredo Ianelli, la secretaria de Comercio Débora Giorgi, Botafogo Gonçalves y la secretaria de Comercio de Brasil, Lytha Spíndola, concluían las deliberaciones sin haber avanzado un ápice.
Sin advertir esto, Cavallo consideró durante la reunión con la prensa que se estaba "a punto de conseguir un sistema efectivo y de salvaguardia" para el comercio bilateral.
El fracaso de las deliberaciones, motivado en parte por la tirantez de ambas partes, quedó expuesto en la decisión final de pasar a un "tiempo de reflexión" sin que se fijara un plazo o nueva fecha de encuentro. Inspirado por Cavallo, el gobierno argentino había mandado una propuesta a Brasil para aplicación de salvaguardias, con un mecanismo similar a una cláusula "gatillo" contra la depreciación del real que afecta en forma general a todas las importaciones de ese origen. Los brasileños vinieron a la Argentina con la firme posición de rechazar esa propuesta, y por, el contrario intentar avanzar en un sistema de salvaguardias al estilo de la OMC, que requieren de plazos perentorios para su aplicación y su uso solamente en sectores afectados.
Tal cual se plantearon las cosas, no se logró avanzar en una fórmula de acercamiento entre las partes y la situación quedó en estado precario. Por otro lado, quedó nuevamente expuesta la fuerte interna que existe entre el canciller Rodríguez Giavarini y Cavallo. En Cancillería no dudaron en apuntar como responsable del fracaso de la negociación a Giorgi, la única funcionaria de Economía que participó de las deliberaciones.
El titular de Hacienda insiste con su estrategia de provocar a Brasil en cuanta tribuna tiene a su alcance, motivado por su intención de terminar con el Mercosur para tener las manos libres en una hipotética relación bilateral de comercio con EE.UU.
Su colega del Palacio San Martín, en cambio, se muestra alineado con las directivas de De la Rúa de mantener el proceso de integración a toda cosa y avanzar en un consenso hacia una relación bajo la fórmula 4+1 con la primera potencia mundial.
La gota que colmó el vaso
Las declaraciones de Cavallo fueron la gota de agua que hizo desbordar el vaso de la tensión que ha marcado en los últimos meses las relaciones entre Brasil y Argentina.
En ese período, el gobierno brasileño acusó a las autoridades argentinas de adoptar ilegalmente medidas unilaterales de restricción a las exportaciones de Brasil, mientras que Cavallo ha criticado duramente la depreciación acelerada del real, que perjudicaría la competitividad de la economía argentina, donde rige la paridad entre peso y dólar.
Con el fin de aliviar los efectos de la depreciación del real en el comercio bilateral, los ministros de Economía de Argentina y Brasil acordaron el 9 de octubre crear un mecanismo de salvaguardias para los rubros afectados.
Sin embargo, días después Cavallo envió una carta al gobierno brasileño en la que propuso eliminar el sistema de salvaguardias y en cambio aplicar aranceles y reintegros que operen cuando Brasil devalúe su moneda.
Cavallo pidió crear un mecanismo de bandas cambiarias que al llegar el real a un límite predeterminado, la Argentina estaría autorizada por el gobierno de Cardoso a aplicar aranceles para toda la economía o en su defecto Brasil debería compensar por la devaluación. (DPA)
El riesgo país trepó hasta 1.824 puntos
Desde el comienzo, el mercado doméstico reflejó ayer el mal humor, tras otro ronda fallida de negociaciones entre el gobierno y la oposición que profundizó la conferencia de prensa del ministro de Economía, Domingo Cavallo; por ello, el riesgo país trepó hasta 1.824 puntos básicos (PB). Así, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires perdió 2,19 y los bonos 0,96%. Mientras, las tasas interbancarias, sobre todo en pesos, subieron con fuerza producto de la tensión.
"Por la mañana, se escuchó un fuerte rumor de la renuncia de Cavallo. Por eso, las plazas "arrancaron" en descensos", explicó un operador.
"Más tarde, la conferencia de prensa del ministro frenó un poco la caída. Todos querían saber -en forma oficial- qué había sucedido el jueves en el CFI. Pero, esa impasse duró un momento", añadió.
En líneas generales, los operadores calificaron de positivo los dichos del ministro Cavallo. Planteó -dicen- una realidad innegable: el país no tiene crédito externo ni interno, se debe repartir lo que se recauda. Sin embargo, la cuestión político- social complica el escenario.
Asimismo, resaltaron como un indicio positivo la continuidad de Cavallo al frente de Economía. Tras esas declaraciones, los inversores se abocaron a esperar la respuesta de los gobernadores.
Por ese motivo, todo vaticinan "días de furia" por venir. Este cuadro lo reflejó ya el riesgo soberano. Aumentó 55 PB en comparación a la víspera, según el marcador de Mercados Emergentes de Bonos (EMBI+) de J. P. Morgan. "Las próximas sesiones serán complicadas, aunque será difícil que se "recalienten" más las tasas", reconoció Agustín Galvalisi, gerente de Inversiones del Societe Generale.
"Los bancos ya cubrieron sus posiciones de fin de mes. No se registró tampoco salida de plazo fijo. Además, el gobierno tomó ayer 300 millones de la recaudación de las AFJP", acotó.
Las versiones y la incertidumbre pesaron sobre el "call money". "Los pesos se encarecieron. Por eso se puede decir que ya estamos o queda un corto camino para la dolarización", indicó un agente de la "city". Las tasas interbancarias oscilaron entre 18 y 22%en pesos a tres días. En tanto, los dólares se transaron entre 6 y 7 por ciento, para igual plazo.
El volumen negociado fue dispar. Las acciones movilizaron 4,7 millones de pesos. La reta fija totalizó 20,1 millones.
Los títulos públicos mantuvieron la tendencia descendente del jueves. Así, el indicador MBA de bonos argentinos cayó 2,08% en la semana, 3,01 por ciento respecto a un mes atrás y 24,79 por ciento en lo que va del 2001. (DYN)
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