Miércoles 24 de octubre de 2001

MAS INFORMACION

El ántrax llegó al correo de la Casa Blanca

 

El FBI detecta "células" en la Triple Frontera

 

Aseguran que la red Al Qaeda operaría en Ciudad del Este.

  BUENOS AIRES (DyN) - La organización terrorista Al Qaeda, orientada por el millonario saudí Osama Ben Laden, estaría operando en la zona de la Triple Frontera, de la Argentina, Brasil y Paraguay, según denunció ayer el diario norteamericano The Washington Times.
En una nota firmada por Rowan Scarborough destaca que en Sudamérica el gobierno de los Estados Unidos que encabeza George Bush detectó los pasos de esa célula.
"La administración está recogiendo evidencia de operaciones que involucran a Al Qaeda en tráfico de cocaína en el Paraguay y Colombia", señala la nota.
Luego, agrega que "células fundamentalistas islámicas están operando en la Triple Frontera, un área de Paraguay, Argentina y Brasil".
The Washington Times destaca que "ha sido encontrada evidencia de miembros de Al Qaeda en esas tierras sin dueños", según dijeron miembros del gobierno norteamericano.
En la misma nota se destaca que el secretario de Defensa de ese país, Donald Rumsfeld "está considerando la creación de un comando global para pelear una larga guerra contra el terrorismo en otros países además de Afganistán".
Por su parte, una fuente del ministerio de Defensa argentino indicó que "hasta el momento no hubo ningún pedido ni informe del gobierno de Estados Unidos ni de ninguna agencia de ese país en ese sentido".
La misma fuente, sin embargo agregó, que "no hay nada descartable, si los talibanes en Afganistán viven del tráfico del opio, bien podrían hacerlo en estas zonas", aunque insistió que "por el momento no hay nada al respecto".
En tanto, otra fuente oficial aseguró a esta agencia que por ahora nadie pudo confirmar en forma fehaciente que la red Al Qaeda esté operando en la región.
La zona de la Triple Frontera ya había quedado bajo la lupa de los organismos de seguridad tras los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA, ocurridos en Buenos Aires en 1992 y 1994 respectivamente, ya que allí se asienta una numerosa colectividad musulmana principalmente en Ciudad del Este, Paraguay.
A fines de septiembre, tras los atentados en Estados Unidos, el gobierno argentino incrementó el número de gendarmes en la zona de Puerto Iguazú, Misiones, punto límite local en la Triple Frontera, dada la preocupación acerca de la posibilidad de que en la esa región se encuentren células fundamentalistas dormidas.
Por esos días, el ministro del Interior, Ramón Mestre, y el secretario de Seguridad Interior, Enrique Mathov, estuvieron en la zona y se reunieron con funcionarios de inteligencia y seguridad de la región norte del país en un intento de demostrar el interés que tiene para la administración central el tema.

Los cuatro objetivos y el cronograma de Ben Laden

El terrorista saudita Osama ben Laden tiene, como todos los hombres de negocios, un cronograma a respetar en la guerra contra Estados Unidos.
Fue dado a conocer en 1998, se basa en cuatro objetivos y la inteligencia norteamericana, después de haber fracasado en prever los primeros, está ahora corriendo contra el tiempo para impedir que dé en los blancos que faltan.
En el verano de 1990, Ben Laden envió un fax desde Afganistán al jeque Omar Bakri Mohammed, en Londres, que se había proclamado "la boca, los ojos y los oídos" del terrorista saudita. Bakri difundió lo que ben Laden había definido como objetivos específicos de la jihad -guerra santa- contra Estados Unidos. La CIA no lo tomó demasiado en cuenta, pero hoy se han transformado en la pesadilla de la inteligencia: "Derribar sus líneas aéreas", "Impedir la libre circulación de sus naves", "Ocupar sus embajadas" y "Obligarlos al cierre de sus empresas y bancos".
El de las líneas aéreas es el punto que, según muchos analistas, debía haber hecho sonar las campanas de alarma en la inteligencia norteamericana. En cambio recién el 11 de septiembre, la CIA y el FBI comprendieron el significado.
Además del hecho físico de haber derribado cuatro aviones civiles, transformados en misiles en contra de las torres gemelas y el Pentágono, está también el daño económico a las compañías aéreas y a su imagen.
El efecto del largo plazo, también buscado por los estrategas de Al Qaeda, es el de la sensación de inseguridad y desagrado que acompaña a cualquiera que sube a un avión.
Los barcos con otro de los blancos ya atacados por ben Laden. En octubre de 2000, en Yemen, dos terroristas suicidas vinculados a Al Qaeda explotaron contra la nave de guerra norteamericana "Cole", matando a 17 marinos.
Desde entonces la marina militar adoptó medidas de seguridad excepcionales, pero los barcos de crucero cargados que llevan civiles y los barcos cisterna con sustancias explosivas o tóxicas pueden ser también un claro objetivo.
En cuanto a las embajadas, Francia frustró un atentado contra la de Estados Unidos en París.
Las empresas y los bancos también pueden ser considerados en parte un objetivo alcanzado. La destrucción del World Trade Center aceleró la quiebra de muchas empresas.
Si verdaderamente está detrás del carbunco, Al Qaeda agregó otra víctima al propio balance del terror: el servicio postal de Estados Unidos. (ANSA)

La conexión alemana

WASHINGTON (ANSA) - Una célula terrorista ligada a Al-Qaeda que operaba en Hamburgo, Alemania, desde 1999, tuvo un rol decisivo en la planificación y ejecución del ataque del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Así lo aseguró hoy el secretario de Justicia, John Ashcroft, en conferencia de prensa en Washington, junto al ministro de Relaciones Exteriores alemán, Otto Schily.
Al menos seis personas integraban la célula, tres de ellos, Mohamed Atta, Marwan Al-Shehhi y Ziad Jarrah, murieron luego de haber secuestrado los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas y el Pentágono.
Los otros tres, Said Bahaji, Ramsi Binalshibh y Zakariya Essabar, son buscados por las autoridades alemanas y estadounidenses, y, según Ashcroft, "mantuvieron contactos intensos" con los terroristas kamikaze.(ANSA)

Sharon desafía a EE. UU. y no retira sus tropas de los territorios

JERUSALEN (Reuters/ANSA) - Israel desafió ayer a su más estrecho aliado, Estados Unidos, al rechazar las exigencias de Washington para que ponga fin a su más extensa ofensiva militar contra la Autoridad Palestina.
Entretanto, los servicios de seguridad advierten que continuarán con las ejecuciones seleccionadas.
El presidente norteamericano George W. Bush volvió a insistir personalmente después de la primera negativa de Israel a un "inmediato retiro" de sus tropas de Cisjordania y, para Ariel Sharon, parece ahora inevitable dar marcha atrás, si no quiere una ruptura con su aliado.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Shimon Peres, dijo en Washington, después de reunirse con el presidente George W. Bush, que el mandatario estadounidense había pedido a Israel que se retirara de las áreas palestinas. Bush también le dijo que era más difícil mantener la coalición en la guerra contra el terrorismo si continuaba la violencia entre israelíes y palestinos.
Antes, funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Bush estaba presionando a Israel por una "retirada inmediata" de los territorios ocupados tras el asesinato de un ministro israelí registrado la semana pasada.
Bush "lo mencionó (la retirada) y nosotros le dijimos que esa era nuestra intención", dijo Peres, quien sostuvo conversaciones con el secretario norteamericano de Estado, Colin Powell.
Washington, que opina que el fin de los enfrentamientos impulsaría el apoyo árabe a su campaña en Afganistán, criticó los emplazamientos de tropas israelíes en o alrededor de seis ciudades cisjordanas tras el asesinato del ministro de Turismo, Rehavam Zeevi.
Soldados israelíes mataron ayer a tres palestinos en un retén en la ciudad cisjordana de Tulkarm, dijeron funcionarios de hospitales y testigos. El incidente fue posterior a que la policía palestina abriera fuego contra tanques israelíes.
Varios tiroteos se registraron en sitios donde permanecían fuerzas israelíes, particularmente en Belén, que apenas ha tenido un respiro en cinco días de enfrentamientos.
Por lo menos 31 palestinos y un israelí han muerto desde que miembros del radical Frente Popular para la Liberación de Palestina asesinaron el miércoles al derechista ministro de Turismo, Rehavam Zeevi.
El ministro de Defensa, Benjamin Ben-Eliezer, desestimó la solicitud de frenar la ofensiva, que pretende presionar al presidente palestino, Yasser Arafat, para que entregue a los asesinos de Zeevi.
"Las cosas que salieron de allá (Estados Unidos) con todo el respeto debido, no son válidas", dijo Ben-Eliezer .
"No tenemos intenciones de permanecer en esos territorios. No tenemos intenciones de permanecer en el área A (zonas bajo la autonomía palestina) y no tenemos intenciones de conquistar ese territorio", agregó.
     
     
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