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"Si no se modifica el rumbo, ni Mandrake puede salvar el país"
Con ganados aires de triunfo, Eduardo Duhalde reclamó al gobierno un cambio de rumbo económico, para que "la comunidad productiva reemplace a la financiera". El ex gobernador encaró también la misión política de "conducir" al PJ, aunque eludió hablar del 2003.
El senador electo Eduardo Duhalde opinó ayer que un cambio de gabinete no importaría "si no se cambia el modelo económico", de tal manera que "la comunidad productiva desplace a la comunidad financiera" del "centro de las decisiones".
"Un cambio de gabinete no tiene la menor importancia si no se cambia el modelo económico, porque así ni "Mandrake" puede salvar al país, sacarlo adelante", declaró Duhalde a la prensa, para quien el viraje que propicia fue también el mensaje de las urnas en las elecciones .
Consideró además, opinión compartida por el actual gobernador Ruckauf y los referentes del sindicalismo, que "hay posibilidades de cambiar, hay que hacerlo rápidamente y la comunidad productiva debe gobernar en el país desplazando a la comunidad financiera".
No obstante, dijo temer que el presidente "desgraciadamente no va a escuchar demasiado" el mensaje de las urnas. Duhalde opinó que "un gobierno fuerte se pone del lado del pueblo y no de los capitales concentrado", pero estimó que "desgraciadamente" el gobierno es "débil", por lo que consideró que es necesario "insuflarle energía" y propuso una concertación patriótica para "sacar al país de la depresión". El gobierno, insistió, se "tiene que decidir a cambiar".
Criticó además al ministro Domingo Cavallo, y subrayó que "decir que hay provincias inviables es una mentira absurda, porque lo inviable es el plan económico".
"El último gran acto de este modelo, que vino por los jubilados y por las obras sociales, es venir por las provincias argentinas que son la esencia de la Nación", sostuvo. Sin embargo, reconoció que "hay provincias mal administradas" y propuso, para cambiar esas situaciones, "hacer una profunda reestructuración del Estado".
El senador electo por la provincia de Buenos Aires, que consolidó su intención de liderar al PJ con una amplia victoria electoral en ese distrito, dijo que su "misión política" es conducir al peronismo para que no le pase "lo que le pasó en la última elección", en 1999, cuando fue derrotado.
Duhalde consideró además prematura que comience ahora la competencia entre los "presidenciables" del PJ y dijo que "lo mismo pasa con el 2003; sería contraproducente para el PJ ". También aseguró que no quiere ser presidente del Senado porque "no le conviene al país salir a debilitar más la figura presidencial".
"El PJ prefiere la ejecución a hablar, la Alianza no ha tenido experiencia, quiero que nunca más tengamos un presidente sin experiencia en materia de gobierno, porque haber estado al frente de la Ciudad de Buenos Aires no da experiencia para gobernar, porque no se aprende a manejar una crisis", aseguró.
Respecto del mensaje de los votantes, admitió que las elecciones confirmaron que "hay mucho escepticismo" y que el actual modelo económico recibió un ultimátum " en las urnas". (Télam)
Los números y las culpas
Ayer, las cifras definitivas de los comicios del domingo no hicieron más que acentuar la derrota del gobierno. El PJ se quedó con el dominio de las dos Cámaras del Congreso, también amplió su hegemonía en el interior del país, al ganar en la mayoría y en las más pobladas provincias argentinas, mientras la Alianza obtenía una magra cosecha en Jujuy, y perdía en tres de los siete distritos que gobernaba (Mendoza, San Juan y Entre Ríos). Entre los triunfos más resonantes del PJ, figuran San Luis (67,3 % ), Buenos Aires, (37,5 % ), La Pampa (50 %) y Santa Cruz ( 61,8 %) y en el caso de La Rioja, las fórmulas justicialistas de las familias Menem y Yoma se repartieron los escaños.
Pese a todo, nadie pudo ocultar el fuerte llamado de atención a la clase dirigente que la ciudadanía hizo saber mediante el voto negativo que alcanzó en varios puntos del país, 40 % de sufragios, como en Santa Fe. Los votos negativos (ver "El voto...") triplicaron los registrados en 1997 y cuadriplicaron lo de 1993.
Personajes de historieta como Clemente, imágenes de ídolos deportivos, tickets de supermercado, preservativos, fotos de Bin Laden, y hasta orín y materia fecal fueron utilizados por ciudadanos para expresar su "voto bronca".
En tanto, el grueso de la dirigencia de la UCR, incluídos los gobernadores de ese signo político entró en ebullición y culparon a las políticas del Gobierno nacional por la debacle electoral del domingo, mientras que en en el partido comenzó un duro debate interno.
Voto castigo: los más enojados fueron los sectores medios
BUENOS AIRES (ABA).- ¿Debilitan la democracia? ¿Son un castigo o una advertencia? ¿A quiénes representan? ¿Qué implicancias tienen?
Los altísimos porcentajes de votos anulados -hasta ayer en Río Negro y en la Capital Federal superaban cómodamente el 24%- y en blanco comenzaron a ser analizados desde múltiples puntos de vista.
"Primero, el voto nulo significa un desinterés de la población por la política en general. Y segundo, creo que son pasos que esta democracia está dando hacia una situación más parecida hacia los países europeos donde la participación en las elecciones es cada vez menor. Al ser voluntario el voto, la gente no va a votar. Probablemente, la gente que hizo un voto nulo, en una elección libre no hubiese ido a votar. Y esa es la manera que tienen de reclamar un cambio en el sistema". La opinión pertenece a Analía del Franco, directora de la consultora Analogías, la encuestadora oficial del Gobierno.
Del Franco consideró que el voto nulo es, más que un castigo, una advertencia. "Es un llamado de atención a la clase política en general. Y también es una reacción al malestar que se está viviendo en el país, que la gente lo relaciona directamente con el gobierno nacional", dijo.
El voto castigo fue del sector que "va en caída"
Por su parte, el decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Fortunato Malimacci, opinó que el voto castigo fue, principalmente, la manifestación de un sector social que va "en caída".
"El voto nulo es un reflejo de la caída de los sectores medios, principalmente constituido por empleados estatales, profesionales y pequeños empresarios que tenían esperanzas en el modelo, pero que hoy se encuentran sin expectativa alguna de futuro", sostuvo.
Pero ¿cómo es posible identificar a ese grupo social entre los votantes? "Sencillo -repone Malimacci-. Eso se puede leer de la manera en que se anuló los votos.
Poniendo en los sobres a San Martín, a Sarmiento, a Clemente y a otros personajes a los cuales se accede con cierto capital intelectual y con medios para hacerlo. Si usted puso Clemente o Sarmiento, tuvo que bajarlo de internet. Y tuvo que manejar cierto nivel cultural que le permiten relacionar esas figuras con los que más quieren. Claramente, no es el voto de los más pobres".
Con respecto a las implicancias que los votos castigo podrían tener en el sistema democrático, tanto Del Franco como Malimacci se mostraron cautos.
"Esto no debilita a las instituciones democráticas de ninguna manera, porque la democracia está absolutamente consolidada en el país como para que una elección legislativa perjudique al sistema. Al contrario, me parece que fortalece la manifestación de los sectores que están en disconformidad", afirmó la directora de Analogías.
"Algunos quieren sacar provecho de esto para debilitar a la democracia. Pero no logra dañar el sistema. Porque quienes votaron así son sujetos individuales, disconformes con la situación económica o ideológica. Pero no son grupos sociales organizados que han decidido hacer tal o cual cosa", concluyó el decano de Sociales.
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