Martes 16 de octubre de 2001

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MPN y Alianza perdieron caudal y el voto en blanco fue segundo

 

Gallia sostuvo que el modelo de Sobisch "está agonizando"

 

El senador electo del PJ ya quiere ser gobernador en el 2003

  NEUQUEN (AN).- La sorpresa de la elección del domingo en esta provincia tiene nombre y apellido. Se llama Sergio Gallia, un joven dirigente del peronismo que a los 40 años ya se prueba el traje de Senador, un cargo que otrora estaba reservado para los mayores de la política.
Detrás de la cara aniñada del actual intendente de Plottier se ocultan grandes ambiciones. El domingo a la noche, Gallia comenzó a mirar la política desde arriba. Los casi 53 mil votos que obtuvo, con la ayuda del desarrollismo (MID), lo llevan a pensar que en el 2003 es posible vencer al MPN. Y él quiere transformarse en el principal protagonista de esa lucha con una candidatura a gobernador que ya está lanzada.
En charla con "Río Negro", el senador electo parece comprender que el poder es volátil. Hace apenas dos años, el PJ fue castigado en las urnas tan duramente como la Alianza el domingo. Gallia dice que va a trabajar para conservar los votos que consiguió y sumar en el 2003 a otras fuerzas en una coalición para la cual ya ensayó un nombre: Frente neuquino por el cambio.
Gallia asegura que el modelo del partido provincial se encuentra "agotado y agonizando" y que la Alianza está "al borde la extinción". En su proyecto para ganar la gobernación tiene reservadas ofertas para sumar aliados extrapartidarios y piensa en algunos nombres. Menciona al actual intendente de Neuquén, Horacio Quiroga, al de Cutral Co, Eduardo Benítez, habla del frepasista Oscar Massei y genéricamente de dirigentes del partido provincial, ortodoxos y blancos desencantados con el sobischismo.
En la oficina del Frente Nuevo Neuquén (Frenune), el nombre de fantasía que utilizó el peronismo para esta elección, Gallia tiene un despacho donde no faltan fotos tradicionales de Eva y Juan Domingo Perón.
Gallia ahora dice que no fue menemista y critica por izquierda al que fue su jefe partidario, hoy preso por disposición de la Justicia en una coqueta quinta de Don Torcuato, Buenos Aires. "Las políticas de (Carlos) Menem fueron totalmente nefastas para la región", dice el joven político neuquino. Enseguida pone el emblemático ejemplo de la privatización de YPF y su incidencia en Cutral Co y Plaza Huincul.
Explicar el pasado no es una tarea sencilla, pero Gallia sostiene que ser peronista "es apasionante" porque "tiene matices" que diferencian a los justicialistas.
"Yo no privaticé nada" en Plottier, se ataja el senador electo, que a partir del 10 de diciembre será reemplazado como intendente por Eduardo García, el presidente del Deliberante de su ciudad. No soy demagogo, aclara, pero "me interesa más la gente que los mercados". Gallia asegura que hoy está "en la vereda de enfrente" del ministro de Economía, Domingo Cavallo. En el peronismo se ubica al lado de Eduardo Duhalde y de Carlos Ruckauf, pero algo más distante de José Manuel de la Sota y bien lejos de Carlos Reutmann "al que no entiendo", dice.
Del aluvión de votos en blanco y nulos que se transformaron en la segunda opinión electoral en esta provincia (ver nota central) Gallia no toma debida nota del fenómeno. El senador electo hace números en el aire, destaca que al MPN y a la Alianza se le cayeron unos cuantos miles de sufragios y concluye que el voto castigo "no fue para nosotros".
     
     
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