Domingo 14 de octubre de 2001

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La administración De la Rúa enfrenta su primer test electoral

 

El gobierno de Fernando de la Rúa enfrentará hoy su primer desafío electoral, en un contexto dominado por la crisis económica y un marcado malestar hacia la clase política, que amenaza con traducirse en un duro revés oficialista.

  Los argentinos encararán hoy la primera elección del siglo XXI imaginando el futuro político del país para los próximos dos años de mandato de Fernando De la Rúa.
Aunque desde el gobierno se pone énfasis en asegurar que apenas se tratará de una renovación parcial del Congreso de la Nación, no es poco lo que el oficialismo pondrá en juego.
Tanto los aliancistas como los justicialistas son conscientes que el pronunciamiento ciudadano irá más allá de una selección de 72 senadores y de 127 diputados.
Según las encuestas, cuando hoy a la noche se abran las urnas, podría quedar reflejado un fuerte cuestionamiento, tanto a la dirigencia política, cuanto al gobierno nacional que no logró cumplir las promesas de campaña en lo que va de su administración.
Frente al complejo panorama, los candidatos coincidieron en las últimas horas en llamar a los votantes a concurrir a las urnas y "votar en positivo", en un intento por neutralizar las fuertes campañas espontáneas en favor del "voto castigo" que se expresaría a través del sufragio en blanco o nulo
Desde el oficialismo se niega una eventual incidencia de los resultados en la gestión de gobierno. Sin embargo, el presidente De la Rúa motoriza desde hace dos semanas cambios en el elenco de ministros para oxigenar su gestión .
Algunos especulan que el jefe del Estado podría realizar anuncios esta misma noche o el lunes, antes de partir a España para participar de un congreso de lingüística en Valladolid.
Aunque en el oficialismo afirman que no habrá cambios sustanciales en la política oficial, el jefe de gabinete, Chrystian Colombo, ya inició una discreta ronda de conversaciones con el justicialismo, con el fin de consensuar políticas a futuro.
En ese marco, se inscribe el encuentro pautado con los gobernadores peronistas para el próximo jueves. Es que, a pesar de contar con listas en los 24 distritos del país, De la Rúa no tendrá en todas ellas candidatos oficiales decididos a respaldar su política.
Ese es el caso de Rodolfo Terragno, en la Capital y Raúl Alfonsín en la provincia. Esa alternativa, sumada a los votos adversos y la actitud belicosa asumida por los gobernadores de la Alianza, obligarían a De la Rúa a recrear una malla de contención política con la fuerza de oposición.
Otra discusión que podría plantearse, a la luz de los resultados, es la referida a las presidencias de las cámaras del congreso, en especial la del Senado.
La presidencia de la Cámara Alta tiene vital importancia por ser el primer lugar en la línea sucesoria desde el 6 de octubre del 2000 cuando, a menos de un año de gestión aliancista, se alejó Chacho Alvarez de la vicepresidente del país.
En la Casa Rosada descuentan que el oficialismo mejorará su representación en el Congreso y, por lo tanto, procurarán inducir a una lectura del resultado que hará eje en el número de bancas y no de votos obtenidos.
Por el momento, no parece buena la performance que podría exhibir el lunes Acción por la República, liderada por Domingo Cavallo, lo que le restaría al gobierno una de sus actuales bases de sustentación.
Por el lado del peronismo, los resultados que se registren en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, podrían convertirse en definitivos trampolines para dirigentes que aspiran a candidatearse para el 2003.
Otro factor importante de la elección será el rendimiento del partido creado por la diputada Elisa Carrió, Alternativa por una República de Iguales (ARI).
Esas listas aglutinan a dirigentes radicales, frepasistas y hasta algunos peronistas, que vieron en la chaqueña a la figura que puede provocar un cambio en la política tradicional.
No se descarta que tras los comicios, el gobierno se vea forzado a anunciar medidas destinadas a influir en el estado de animo de la gente, minado con las obligadas rebajas de salarios y jubilaciones, en pos de obtener el déficit cero.
Lo cierto es que hoy, 24.884.338 ciudadanos estarán habilitados para expresar su opinión sobre la marcha del gobierno. El primer test que enfrenta el gobierno se destaca por una apatía generada por la crisis económica y el descreimiento de la gente en una clase política desprestigiada.
Este atípico comicio, que por las mismas razones fue precedido por la campaña más corta y austera de la historia argentina, tuvo como eje indiscutido el modelo económico y en este marco salieron a relucir dos temas casi "tabú" en los últimos diez años: la devaluación y la renegociación de la deuda externa. (DyN, Télam, Infosic)

El voto castigo en las encuestas

Las pocas encuestas que se realizaron para esta elección coincidieron en señalar el incremento del voto en blanco o anulado y la cantidad de personas que expresaron que no iban a concurrir a votar.
Entre los partidos políticos, solamente Julio Aurelio, un encuestador ligado al peronismo, se animó a realizar un sondeo a nivel nacional, que le arrojó una amplia ventaja a favor del PJ por sobre la Alianza.
El resto de los encuestadores que realizaron sondeos solo se dedicó a la provincia de Buenos Aires y a la Capital Federal, que quedarían en poder de la Alianza y del PJ, respectivamente.
El encuestador Ricardo Rouvier computó 36 % de votos entre nulos y en blanco, cifra que llega al 40 % si se suma a los que no van a concurrir a las urnas."Esta es la segunda medición que hago en diez días e invalida una hipótesis que tenía yo, que es que cuando se acercan las elecciones va bajando el voto nulo o blanco. En este caso tengo una proporción mayor que hace una semana atrás", señaló el analista.
Rouvier interpretó que este voto negativo significa que "la población está muy enojada, sin encontrar ninguna opción que le resulte atractiva, esta descreída de la clase política y no ve salida". Además, señaló que entre los partidos "hay una gran fragmentación y pérdida de liderazgos. No hay visibilidad de qué es el oficialismo, qué es el Gobierno y qué es la oposición".
A su vez, el consultor Rosendo Fraga vaticinó que el voto en blanco o nulo "sera del 12 al 14 % en el interior y en Capital puede superar el 20 %". Este tipo de voto, "es mayor cuanto más alto es el nivel educativo y socioeconómico, y se trata más de un votante desencantado de centro derecha que de centroizquierda", puntualizó. Según el análisis de Fraga, "a nivel nacional, en 20 de los 24 distritos va a ganar el partido que está gobernando en este momento, sea PJ, Alianza o partido provincial, es una elección que va a estar muy provincializada" y "como el PJ gobierna 14 provincias, es probable que en término de cantidad de votos a nivel nacional gane la elección". (Infosic)

Foto: Encuestas indican que el "voto castigo" será la nota de estas elecciones.

     
     
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