Sábado 13 de octubre de 2001 | ||
INFOGRAMAS Cómo podrían atacar a los talibanes Cómo preparan los talibanes su defensa MAS INFORMACION Otro caso de ántrax desata temor a ataque biológico en EE. UU. |
El mullah Omar no entrega a Ben Laden y desafió a Bush con llamado a la "yihad" |
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Dijo que a los "invasores les espera la muerte". |
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Islamabad.- El líder de los talibanes, el mullah Mohammed Omar, descartó ayer la entrega de Osama ben Laden, requerida una vez más por el presidente George W. Bush como condición para reconsiderar los ataques a Afganistán. En su réplica verbal al mandatario norteamericano llamó a la Yihad (guerra santa) contra Estados Unidos. En el frente de batalla, la novedad fue que se suspendieron ayer por 24 horas los bombardeos sobre Afganistán, ya que el viernes es el día de plegaria de los musulmanes. Mientras tanto, EE.UU. prepara la segunda fase de sus ataques, en la que entrarán en acción los comandos terrestres. Ante el pedido de Bush referidos a que se suspenden los ataques sobre el Talibán si entregan a Ben Laden, el mullah Omar respondió que "las tribus afganas que se llevan bien con los talibanes están listas para combatir, y están de acuerdo con ella". "El resultado de lo que estamos pasando es victoria o muerte. Ambos son la causa del éxito de Dios", dijo Omar y aclaró que la muerte es la que espera a "los invasores". "Aquellos que atacan nuestro país ahora, tienen que saber que la luchadora naturaleza de los afganos y la geografía de Afganistán hacen de nuestro país una tumba para los invasores", aseguró Omar. Pequeña tregua El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, informó que los bombardeos fueron "suspendidos" debido a que el viernes es el día de plegaria del Islam, pero no especificó cuando serán retomados. Sin embargo, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas estadounidenses, general Richard Myers, dijo que están listos para "atacar cualquier objetivo que surja". Esos "objetivos" pueden ser vehículos que transporten a los jefes del régimen talibán, precisó el jefe militar. El miércoles, según informó el Pentágono, las fuerzas angloestadounidenses habrían impactado un misil contra el automóvil estadounidense Chevrolet Suburban del mullah Mohammed Omar, líder de la dictadura religiosa del talibán, en el poder desde 1996 del 90% de Afganistán. El gobierno británico informó que el sábado también puede ser un día de respiro para los afganos que viven dentro del territorio talibán, debido que se celebra una fiesta islámica: la asunción de Mahoma a los cielos. Kabul, Kandahar, Jalalabad, Herat y otras localidades que fueron bombardeadas durante cinco noches consecutivas retomaron a su calma, sobre todo tras los fuertes bombardeos del jueves, que incluyeron las poderosas bombas antibunker y de fragmentación o racimo. Según reportes de la Prensa Islámica Afgana (AIP), la agencia de noticias cercana al talibán en el vecino Pakistán, ya son 200 civiles muertos denunciados por el poder de Kabul cerca de Jalalabad. Sin confirmar las cifras de víctimas, Rumsfeld contestó a esas informaciones al comparar con los 5.500 muertos causados por los atentados del 11 de setiembre contra el Pentágono y las Torres Gemelas de Nueva York. El poder antiaéreo y militar talibán fue destruido en un 85%, dijo el jefe del Pentágono, y admitió que la milicia todavía posee misiles tierra-aire Sam y bazookas antiaéreos Stinger. Si bien Bush ofreció a los talibán el cese de los bombardeos a cambio de entregar a Ben Laden, el jefe del Pentágono expresó que no se prevé que la respuesta sea positiva. Para la próxima semana, según expertos militares, se espera que se active la "fase 2" del ataque, con comandos terrestres que ingresen con helicópteros de carga apoyados por los helicópteros de última generación. En este punto radica la importancia de la declaración conjunta que Estados Unidos y Uzbekistán (que limita al norte con Afganistán) firmaron para que las tropas norteamericanas puedan lanzar acciones desde el territorio de esa ex república soviética. Hasta ahora, Tashkent concedía a Washington el uso de bases y espacio aéreo sólo para fines humanitarios. Las plegarias de los viernes en el mundo musulmán fueron aprovechadas por los integristas de Pakistán para motorizar aún más las protestas contra Estados Unidos y por el apoyo del régimen de facto del presidente Pervez Musharraf a la campaña antiterrorista de Washington (ver pág 8) "Bush es terrorista" Los ulemas (eruditos religiosos) reiteraron ayer su llamado a la guerra santa contra los norteamericanos, durante las plegarias en las mezquitas. "Ahora ha sido probado que (el presidente Bush) es el mayor terrorista del mundo", dijo un clérigo musulmán en la ciudad oriental de Jalalabad ante miles de fieles, a los que incitó a dar una lección al gobernante estadounidense. Según el clérigo, "yihad es obligatoria para todos los musulmanes y aquellos que se alineen con los ataques americanos deberían ser matados". Discursos similares se repitieron en las mezquitas de todo el país, coincidiendo con el primer día de descanso musulmán desde el comienzo de los bombardeos. En ese sentido, el mullah Omar ordenó la entrada en vigor de una resolución sobre la "yihad" aprobada por los teólogos. Bombardeos ya son inútiles La inutilidad de los bombardeos sin blanco sobre Afganistán se hizo ayer evidente, tanto para el Pentágono y la Casa Blanca como para la opinión pública. "Ruinas que se transforman en más ruinas", graficó a su país un refugiado afgano cuya casa fue destruida, a la radio pública norteamericana NPR, aunque negó haber visto víctimas civiles y se declaró "pro-norteamericano y anti-talibán". Para ser esta la "nueva guerra" no convencional, a la que las declaraciones del presidente George W. Bush siempre hacen referencia, la primera fase de la campaña militar contra el terrorismo denominada "Libertad Duradera" se parece demasiado a las guerras del pasado más reciente: la del Golfo poco más de diez años atrás, o la de Kosovo, hace 30 meses. Estas guerras tienen como características principales las oleadas de bombardeos, la utilización de proyectiles a menudo inteligentes, pocas imágenes y ninguna emoción. Los misiles y las bombas caen sobre objetivos rigurosamente militares pero las operaciones no son a prueba de error: las víctimas civiles denunciadas por los talibán son quizás "exageradas", sugieren fuentes británicas pero un margen de "daños colaterales" no deseados en una guerra siempre hay, reconocen los generales del Pentágono. Usarían Tajikistán para desplegar la segunda fase con los comandos Joya Yojar, Afganistán.- Las antiguas bases aéreas soviéticas de Kuliob en Tajikistán y Janabad en Uzbekistán se perfilaron ayer como los puntos clave de eventuales operaciones de comandos terrestres contra bases terroristas en Afganistán. Militares de Estados Unidos inspeccionaron dos aeródromos tayikos como presuntos destinos de aviones norteamericanos para la segunda fase de la lucha de la coalición internacional contra el régimen talibán y Osama ben Laden, el terrorista más buscado del mundo. Fuentes bien informadas dijeron que los "asesores militares" de EEUU examinaron el estado de las instalaciones y pistas de Kuliob y Chlakovsk, en el sur y norte de Tajikistán, respectivamente. Chlakovsk está situada junto a la ciudad de Jujand, y Kuliob en la ciudad del mismo nombre a menos de 40 kilómetros de Afganistán. Kuliob además está a sólo 350 kilómetros de Janabad, junto a la ciudad uzbeka de Karshí, donde han llegado desde hace una semana cerca de cien aviones de carga con helicópteros y tropas de las fuerzas especiales norteamericanas. Informes anteriores en EEUU dijeron que las tropas de élite que arribaron a Janabad pertenecen a la Décima División de Montaña, la 101 División Aerotransportada y el 160 Regimiento de Operaciones Especiales de asalto aéreo. Las fuentes que revelaron la inspección de Kuliob y Chlakovsk exigieron no ser identificadas y advirtieron de que la visita de los militares de EEUU a las bases no debe tomarse como un "anuncio" de que la operación terrestre sea inminente. Pero la estratégica situación de Kuliob y Janabad en dos países vecinos de Afganistán y su relativa proximidad permitiría coordinar todo tipo de operaciones aerotransportadas. Islam Karímov, presidente de Uzbekistán, y Emomalí Rajmónov, su homólogo tayiko, cedieron a EEUU su espacio aéreo y bases militares, pero sólo para operaciones "humanitarias" de "búsqueda y salvamento" y no para acciones bélicas directas. Medios cercanos a la coalición antiterrorista y a la oposición afgana declararon que ambas expresiones debían entenderse en un sentido amplio y flexible y no en su significado literal. (EFE) Foto: Los ataques de EE. UU. menguaron por la jornada de plegarias. |
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