Lunes 8 de octubre de 2001

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Estados Unidos y sus aliados lanzaron oleada de bombardeos sobre Afganistán

 

Estados Unidos en alerta por posibles represalias

 

Refuerzan las medidas de seguridad. "Hay pocas dudas de que vayan a hacer algo", afirman en la administración Bush

  WASHINGTON- Los organismos de inteligencia de Estados Unidos se encuentran en estado de máxima alerta por temores de que los ataques en Afganistán lleven a la organización de Osama bin Laden a ejecutar antiguos planes contra objetivos estadounidenses, dijeron ayer funcionarios.
"Habrá más ataques terroristas contra intereses estadounidenses, ya sea aquí (en Estados Unidos) o en el extranjero, o en ambas partes", dijo a Reuters un funcionario que pidió no ser identificado.
"Hay muchas amenazas potenciales y pocas dudas de que vayan a hacer algo", agregó el funcionario. "Ellos tienen varios años matando a estadounidenses e iban a continuar haciéndolo aunque no hubiéramos hecho esto (atacar)".
"La mayoría de los ataques que hemos visto habrían sido planeado durante meses y meses y meses, y en algunos casos hasta años", dijo el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld.
"Sé que muchos estadounidenses sienten miedo hoy. Nuestro gobierno está tomando fuertes precauciones", explicó el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en el discurso a la nación en el que anunció la operación militar contra Afganistán en colaboración con el Reino Unido, en represalia por los atentados del 11 de setiembre.
Otros funcionarios dijeron que existía la probabilidad de que la red terrorista encabezada por Ben Laden, "Al Qaeda" active sus planes. "Su 'modus operandi' es tener planes desarrollados con mucho tiempo de antelación, de modo que no saldrán con un nuevo plan como resultado de esto (los ataques del domingo)", dijo un funcionario que pidió no ser identificado.
El gobierno estadounidense advirtió a sus ciudadanos en el extranjero que se mantengan en alerta porque los ataques podrían provocar fuertes sentimientos antinorteamericanos.
Entre tanto, la Administración Federal de Aviación (FAA) dijo que estaba trabajando de cerca con las aerolíneas para garantizar la máxima seguridad en los aeropuertos del país.
Bush también dijo que a solicitud suya muchos gobernadores han activado la Guardia Nacional para garantizar la seguridad en los aeropuertos.
Bin Laden, al que Estados Unidos considera principal sospechoso de esos atentados, ha dicho que el presidente Bush es "el líder de los infieles" y ha asegurado que EEUU no será un país seguro hasta que los países del Islam no estén seguros.
El Departamento de Estado advirtió a los estadounidenses que se encuentran en el extranjero de que estén en guardia, pues los ataques en Afganistán pueden llevar a represalias contra los intereses norteamericanos.
El Departamento de Estado pidió a sus ciudadanos que abandonen Afganistán, aunque se cree que no hay estadounidenses en el territorio dominado por los talibán y que sólo podrían encontrarse algunos en la zona dominada por la fuerza opositora Alianza del Norte.
En su mensaje a la Nación, Bush aseguró que "todas las agencias de inteligencia y las encargadas de poner en práctica la ley trabajan intensamente en todo Estados Unidos, en todo el mundo y contrarreloj".
Estados Unidos y el Reino Unido atacaron ayer Afganistán, en una operación de castigo contra instalaciones militares de los talibán y supuestos campos terroristas de Bin Laden en Kabul y Kandahar, según anunció Bush.
"Estas acciones contra blancos cuidadosamente seleccionados están diseñadas para impedir el uso de Afganistán como base de operaciones terroristas y para atacar la capacidad militar del régimen talibán", afirmó Bush.
En su mensaje, Bush quiso asegurar a la población que se han tomado medidas de seguridad ante posibles represalias por la operación militar.
La operación militar "puede llevar a un fuerte sentimiento antiestadounidense y a acciones de represalia contra los ciudadanos y los intereses estadounidenses en el mundo a cargo de terroristas y de algunos de sus simpatizantes o de los que apoyan el terrorismo", indica la declaración del Departamento de Estado.
"Los estadounidenses en cualquier lugar del mundo (que no sea Afganistán) deben vigilar las noticias locales, mantener contacto con la Embajada estadounidense más cercana o consultar y limitar sus movimientos en sus respectivos lugares", añade.
Desde el 11 de setiembre, día de los atentados, el Departamento de Estado tiene en vigor un aviso en todo el mundo para sus ciudadanos. (EFE/Reuters)

Sentimientos contradictorios

WASHINGTON (EFE)- El pueblo estadounidense reaccionó de forma contradictoria a los ataques lanzados contra Afganistán, ya que si, por una parte, se alegra del castigo a los talibán, por otra teme una posible represalia. A diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, la reacción de los estadounidenses a este primer bombardeo no está exenta de un profundo temor a que los terroristas puedan responder con un ataque indiscriminado a gran escala, tal vez biológico, contra la población. Sin embargo, la única diferencia con un domingo corriente de los de antes de los atentados del 11 de setiembre era la gran cantidad de automóviles que portaban pequeñas banderas de Estados Unidos. (EFE)

     
     
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