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Argentina entró en alerta roja y refuerzan el sistema de seguridad

Se normalizaron las operaciones en el aeropuerto de Neuquén

Ayer comenzaron a llegar los primeros vuelos y hoy la actividad será la habitual.

NEUQUEN (AN)- Después de tres días, los aviones volvieron a Neuquén. La batalla sin cuartel de diez días de duración contra los pájaros que habían invadido el aeropuerto dio resultados, y ayer se veían sólo unos pocos rondando por la pista, apenas la retaguardia de lo que fue un ejército de cinco mil aves que enloqueció la aeronavegación local.
Un comité de seguridad aérea se reunió todo el día en la oficina del jefe del aeropuerto, mayor Santiago Ramero, y al final dio el visto bueno para que se reanudaran los vuelos. Anoche llegó un avión de Dinar y otro de Southern Winds, hoy harán lo mismo Lapa y Austral.
En tanto, el subsecretario de Obras Públicas de la provincia, Ricardo Esteves, negó que las empresas aéreas hayan amenazado con iniciar una demanda por lucro cesante como indicaban algunas versiones .
La pesadilla en el aeropuerto local comenzó el lunes pasado, cuando alrededor de cinco mil gaviotas, gaviotines, cuervillos de la cañada, garzas, avutardas y patos se adueñaron de las 120 hectáreas en las que está asentada la estación aérea. Se sumaron a los teros y lechuzas, hasta ahora únicos plumíferos que se avistaban en el sector y que poco molestaban.
Nunca quedaron claras las causas de la inédita invasión, que se atribuyó tanto a movimientos migratorios como a la crecida de los ríos, pero de inmediato empezaron los problemas. Un avión tuvo que abortar el despegue cuando estaba ya lanzado en plena carrera; otro debió hacer una maniobra de escape y levantar vuelo nuevamente al momento de tocar tierra, finalmente un tercero se llevó por delante una gaviota con los alerones de la cola. Fue la gota que rebalsó el vaso. Los pájaros representan un problema serio para los aviones a reacción, porque se pueden meter en la turbina (una especie de poderosísima aspiradora), destruir los motores, desestabilizar al avión y provocar un serio accidente.
Con el mayor Ramero a la cabeza se inició de inmediato la contraofensiva. Se intentó ahuyentar a las aves con disparos de cañones de chacareros, equipos de música a todo volumen, ultrasonido y hasta con disparos de armas de fuego. Nada dio resultado. Los pájaros levantaban vuelo, se desplazaban unos metros más allá y volvían a posarse.
Mientras la noticia daba la vuelta al mundo, el enigma se resolvió en un laboratorio de la Fuera Aérea en Buenos Aires. Allí se examinó el buche de varios animales y se descubrió que se alimentaban de un gusano de no más de cinco centímetros de largo que abunda, por razones igualmente desconocidas, en las tierras del aeropuerto.
Con ese dato en la mano, el jefe recomendó el sábado una restricción en las operaciones diurnas por riesgo de colisión (de noche los animales se esfumaban) y encaró la lucha en el frente de los gusanos. Cuatro tractores de empresas frutícolas de la zona desparramaron un insecticida de efecto rápido, combinado con otro de poder residual. Las empresas, por su parte, cancelaron todos los servicios desde y hacia Neuquén hasta que el peligro desapareciera.
El domingo a la tarde se vieron los primeros resultados: desalentadas por la falta de comida porque el insecticida había arrasado con los gusanos, las gaviotas y demás especies dejaron de interesarse en el aeropuerto.
La situación siguió mejorando el lunes y ayer finalmente se decidió retomar las actividades con normalidad. La empresa SW fue la primera en aterrizar, Dinar lo hizo por la noche y las otras dos compañías consideradas "grandes" lo harán hoy.
Antes de eso, las empresas tuvieron una extensa reunión ayer con la jefatura del aeropuerto, de la que también participaron -en algunos tramos- funcionarios de la provincia.
Durante el día se vio una bandada de menos de cien ejemplares merodeando por la pista. "Son un número fácilmente controlable", aseguró Ramero. El estruendo de los cañones no se detuvo en todo el día para mantener a raya a los últimos rebeldes.

Reunión con especialistas

NEUQUEN (AN)- Durante varias horas, las compañías aéreas y el jefe del aeropuerto analizaron la situación en la estación aérea local, hasta que se tomó la decisión final de retomar las operaciones con normalidad.
También se aprovechó para acordar las medidas de seguridad adicionales que se tomarán por los atentados en Estados Unidos.
De algunos tramos de la reunión participaron representantes del gobierno provincial. Uno de ellos fue el subsecretario de Obras Públicas, Ricardo Esteves, quien dijo a "Río Negro" que por lo menos en dos oportunidades habló con representantes de las empresas que operan en Neuquén.
El funcionario aseguró que en ningún momento le trasmitieron la intención de iniciar juicios por lucro cesante, como indicaban algunas versiones. "Jamás dijeron nada de eso", afirmó.
La reunión entre el jefe del aeropuerto, mayor Santiago Ramero, con especialistas de las empresas Dinar, Lapa y Austral-Aerolíneas duró casi todo el día en la oficina del oficial de la Fuerza Aérea.
Se analizó todo lo que se hizo desde que el lunes pasado unos 5.000 ejemplares de gaviotas, gaviotines, cuervillos de la costa y otras especies invadieron la pista para alimentarse de un gusano que prolifera bajo el pasto de las 120 hectáreas del aeropuerto.

La falta de un sistema sofisticado descartó la alternativa de Roca

ROCA (AR).- La suspensión de las actividades en la estación aérea neuquina dejó en claro que aún falta mucho para que el aeropuerto "Arturo Illia" de Roca sea una alternativa confiable a la hora de realizar vuelos comerciales. A pesar de las gestiones encomendadas por el intendente Ricardo Sarandría al representante rionegrino ante el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos, la ausencia de un sistema de seguridad sofisticado postergó las aspiraciones roquenses, dejando la sensación de que se perdió una buena oportunidad.
Guillermo Fasano, el funcionario rionegrino que realizó los contactos, fue claro ante Sarandría: la Fuerza Aérea establece que el aeropuerto alternativo al de Neuquén es el de Bariloche.
"No alcanza con que la pista de Roca esté habilitada para recibir aviones de gran porte. La imposibilidad de proveer combustible a las naves, la inexistencia de un sistema contra incendios y los servicios adicionales que ya están instalados en Bariloche juegan en contra de los intereses roquenses", explicó ayer Fasano a este diario.
Para el funcionario, que también es interventor de Aeronor, "el aeropuerto de Roca se podría haber usado como una emergencia pero sólo para la llegada de una o dos naves. Para ser alternativa ante otra eventual suspensión se necesitan gestiones superiores a 15 días, donde nada debe quedar librado al azar". Esto sólo sería factible ante un cierre temporario previsto con anterioridad, pero nunca en un caso como el registrado en los últimos días en el "Juan Domingo Perón". Y en el caso de pretender ser definitivamente la alternativa a la estación neuquina, Fasano explicó que habría que hablar de una inversión millonaria en obras, capacitación y más personal permanente.