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EE. UU. estaría operando con comandos en territorio afgano

La crisis humanitaria podría volverse "terrorífica"

La ONU trabaja a contrarreloj para asistir a refugiados.

La situación humanitaria en Afganistán era terrible antes del pasado día 11, pero si la ayuda no llega antes del inicio de las lluvias y la nieve, a mediados de noviembre, será "absolutamente terrorífica", afirmó ayer en Ginebra, el coordinador regional de la ONU, Michael Sacket.
Sacket explicó en una rueda de prensa que la guerra de 20 años y la sequía de los últimos tres que arrastra Afganistán ya habían dejado al país en una situación de crisis muy grave antes de los atentados en Estados Unidos.
Señaló que "incluso sin la situación creada por los ataques, se preveía un horrible invierno" para la población afgana ya que, de sus 25 millones de habitantes, unos 5,5 millones dependían por completo de la ayuda externa.
Ahora, dos millones más de personas se encuentran en una situación crítica debido al corte de la ayuda humanitaria por la salida del país de todas las organizaciones internacionales.
Además, la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR) prevé que huyan de Afganistán hasta un millón y medio de personas, principalmente hacia Pakistán.
No obstante, Sacket indicó que "el peor escenario posible" en la región sería que no llegara ningún afgano a los países limítrofes, porque eso significaría que se les está impidiendo desplazarse.El empeoramiento del clima en noviembre dificultará enormemente los movimientos logísticos, de ahí la urgencia en que se pueda hacer llegar la ayuda lo antes posible.El director de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, Ross Mountain, señaló que "no hay soluciones mágicas" e insistió en que es crucial que los países vecinos permitan a los afganos entrar a sus territorios.

Llegan igual

Oficialmente, las fronteras están cerradas, pero entre 10.000 y 20.000 personas -sobre todo mujeres y niños- han llegado ya a Pakistán a través de las montañas debido a que es imposible controlar los 2.200 kilómetros de línea fronteriza
El Programa Alimentario Mundial de Naciones Unidas (PAM) retomó el transporte de ayudas alimentarias destinadas a cientos de miles de hambrientos en el norte y occidente de Afganistán, epicentro de la devastadora crisis alimentaria del país.
Los primeros dos aviones de la ONU con 100 toneladas de galletas de alto contenido proteico, aterrizaron en Peshawar (noroeste de Pakistán) donde las agencias humanitarias se preparan para lo peor. Otros son esperados en la frontera afgana en Irán y Turkmenistán.

Bush dio ayuda

Washington (EFE).- El presidente de EEUU, George W. Bush, asignó 25 millones de dólares para las agencias que brindan ayuda en Afganistán a cientos de miles de personas que huyen por la amenaza de ataques estadounidenses.
"Es importante para los intereses nacionales" que se desembolse ese dinero del Fondo para Emergencias de Refugiados y Ayuda a la Migración, que depende del Departamento de Estado, dijo Bush en un mensaje al secretario de Estado, Colin Powell.
La administración Bush ha desplazado hacia el mar Arábigo unidades navales y de aviación, y ha ordenado la movilización de tropas para una "cruzada del bien contra el mal por la libertad perdurable", cuyo objetivo más claro, por ahora, es Afganistán.
La amenaza de acciones militares de EE.UU en Afganistán ha causado un éxodo de más de un millón de personas que se encuentran, en su mayoría, desamparadas en territorio montañoso y árido, en el comienzo de la temporada fría. "Estos fondos podrán usarse, según sea apropiado, para contribuciones a organizaciones internacionales, gubernamentales y no gubernamentales y la Oficina de Población, Refugiados y Migración", indicó

Análisis: El "gran juego"... del petróleo

El "gran juego", la legendaria lucha de poder en Asia Central, quedó puesta de cabeza por la "guerra contra el terrorismo" liderada por Estados Unidos que está uniendo a todo el mundo contra Afganistán.
Durante siglos, el indómito país ubicado en las gigantescas montañas Hindu Kush ha servido como zona de seguridad entre Rusia, al norte, y las potencias británica y estadounidense, al sur. Los imperios rivales cortejaron a sus orgullosas tribus en vano.
Ahora, por primera vez en su historia, Kabul enfrenta a enemigos dondequiera que mire. Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, China, Irán, Pakistán y la India: todos quieren la caída del régimen integrista Talibán y que se instaure un gobierno estable.
La histórica decisión del presidente ruso, Vladimir Putin, de respaldar una campaña encabezada por Estados Unidos y suministrar armas a los antiguos enemigos de Moscú que ahora combaten contra el Talibán ha cerrado el libro del "gran juego".
Asia Central todavía es un tablero de ajedrez, con muchos intereses en juego, pero las piezas ya no están coloreadas sólo de blanco y negro y las alianzas ya no son exclusivas. "Cambia la situación geopolítica", dijo Clifford Beal, editor de Jane's Defense Review. "Es ciertamente algo que ninguno de nosotros podría haber anticipado hace unas semanas".
Bharat Karnad, profesor del Centro de Investigación Política, de Nueva Delhi, señaló "hay una convergencia de intereses entre los viejos actores del gran juego y Estados Unidos". "El juego ahora es asegurar que quienquiera que gobierne Afganistán no se convierta en un peligro para el resto de la región y del mundo", dijo Karnad. "Es de interés tanto de Estados Unidos como de Rusia que la fuente del peligro - el Talibán- sea derrocado", agregó.
El historiador británico Halford Mackinder, creador de la teoría geopolítica, consideró alguna vez a la región como el "centro de la historia" y decía: "quien controla Asia Central, controla el mundo".
A fines del 1800, a competencia entre rusos y británicos por Afganistán era intensa, pero ninguna de las partes pudo ganarla. Después de la Segunda Guerra Mundial, Washington reemplazó a Londres como la contraparte de Moscú.
El enfrentamiento escaló dramáticamente en 1979, cuando Moscú invadió Afganistán para apuntalar un tambaleante régimen prosoviético y EE.UU-con apoyo de Pakistán, países árabes y China- armó a los muyahidin para combatirlos. Los soviéticos se retiraron en 1989, su primera derrota ante una potencia musulmana desde que irrumpieron en Asia Central en 1552.
Cuando la URSS colapsó en 1991, comenzó el Gran Juego del Petróleo. Liberados del yugo soviético, los nuevos estados independientes de Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán y Azerbaiján miraron más allá de Moscú en busca de inversores para sus vastos campos petrolíferos.
Las compañías estadounidenses llegaron a toda prisa, pero Washington se oponía a enviar combustible en oleoductos desde estos estados, sin salida al mar, a través de su enemigo Irán.
Puesto que la segunda mejor opción era atravesar Afganistán y Pakistán, Islamabad y Washington respaldaron la llegada del Talibán al poder en 1996, que aparentemente llevaría la estabilidad que necesitaban los inversionistas.
"El Talibán era aceptable, al principio, pero luego Osama ben Laden entró en la ecuación", dijo el general Paquistaní Shaukat Qadir. Los ataques del 11 de septiembre contra EE.UU dirigieron la furia del mundo contra Ben Laden. Ahora, hay un consenso sobre qué hacer.
En contraste con el viejo Gran Juego, cuando los imperios arrasaban con todo, varios estados independientes en la región están emergiendo como los grandes ganadores. "Pakistán se hará más significativo, estaremos de vuelta en el mapa", dijo Qadir.
Las ex repúblicas soviéticas aprovecharon la crisis para demostrar su independencia de Moscú, accediendo rápidamente a abrir corredores aéreos y aeropuertos, a Washington . El otrora amo de la región, Moscú, no tuvo más opción que estar de acuerdo. (Por Tom Henegan, Reuters)

Foto: La gran víctima de la situación bélica y del juego de intereses es otra vez la población civil, especialmente las mujeres y los niños.