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El ADN en catástrofes, iniciativa argentina

El estudio se aplicó por primera vez aquí, en la AMIA, Embajada y accidente de LAPA. Pueden reconstruir la identidad de una persona a partir de pelos, dientes o peines.

En los últimos días, los investigadores que llevan adelante los trabajos de recuperación e identificación de las víctimas de los atentados contra los Estados Unidos hicieron un curioso pedido. Solicitaron a los familiares de aquellas personas que hasta la fecha no hayan aparecido que acerquen peines y cepillos de dientes de sus seres queridos para poder reconstruir sus identidades, ya que en la mayoría de los casos los cuerpos se encuentran fragmentados como consecuencia de las explosiones y los derrumbes, y su reconocimiento, en esas condiciones, resulta imposible.
Pero ¿Cómo es posible que a partir de objetos en apariencia muy insignificantes como esos se pueda reconstruir la identidad de una persona?. Ese es uno de los milagros de la ciencia conocido bajo el nombre de estudio de ADN, un desarrollo que solía aplicarse exclusivamente para los análisis de paternidad, pero que a partir de la inquietud de un grupo de investigadores argentinos comenzó a ser utilizado también en el ámbito de las ciencias forenses.
"Fuimos los primeros en todo el mundo en aplicar los estudios de ADN en casos de reconstrucciones de identidades afectadas por catástrofes. Por eso, hicimos contacto con quienes llevan adelante estas tareas en Estados Unidos para colaborar con ellos en esa labor tan delicada".
Quien habla es Gustavo Penacino, uno de los responsables del notable desarrollo junto a su colega, Daniel Corach. Ambos son investigadores del Servicio de Huellas Digitales y Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA y aplicaron su técnica en tres casos emblemáticos de nuestro país: el atentado contra la embajada de Israel, en 1992, la voladura de la mutual judía AMIA, en 1994, y el accidente del avión de Lapa de 1999 que explotó cuando intentaba despegar de Aeroparque.
-¿Cómo un peine o un cepillo pueden ser claves en la identificación de una persona?
-Es simple: Lo que hay que hacer es extraer el código genético de esos elementos. En un peine hay restos de pelo, con bulbo, y en el caso de un cepillo de dientes hay células de descamación, de las que se puede extraer el ADN. Y finalmente se obtiene el código genético, que es lo mismo se obtenga donde se obtenga: puede estar en un pelo, una uña...
-¿Qué es lo que se busca en ellos?
-Se buscan células con núcleo para poder extraer de ellas ADN, porque toda célula que tiene núcleo tiene ADN. En esos objetos siempre quedan células de las personas.
-Una vez que se obtiene el ADN ¿qué es lo que se hace?
-Si se obtiene el material de la misma persona que se está buscando es fácil porque se compara directamente con los restos humanos encontrados en el lugar. Supongamos que en los atentados quedaron 5.000 restos humanos. De esos restos vamos a tener, de cada uno, un patrón genético. Es simple comparar mediante un programa de computadora el patrón genético de ese resto humano con el extraído del cepillo de dientes o el del peine. Si es el mismo, no hay dudas: es la misma persona.
-¿Es posible obtener las muestras de ADN de los restos cadavéricos, a pesar de que muchos se encuentren muy dañados y en algunos casos hasta quemados?
-Sí. En el caso del atentado a la embajada, que fue una explosión y muchos restos estaban quemados, pudimos extraer ADN analizable. Para que un cuerpo se queme tiene que pasar los 100 grados durante un tiempo considerable, porque se tiene que evaporar toda el agua. Pero si se somete a un cuerpo a altas temperaturas durante un lapso corto, adentro no pasa los 100 grados, por lo tanto contiene ADN analizable.
-¿Que desafío representa para un científico reconstruir la identidad de una persona que fue víctima de un atentado como estos?
-Emocionalmente es muy complejo. Y es necesario para el científico abstraerse de la cuestión humana. Es difícil, pero necesario. Cuando uno hace un estudio de este tipo no se puede estar pensando que eran las personas. Uno intenta pensar que es material de análisis. Hay que abstraerse de esa situación para quitarse presión uno mismo y poder cumplir con el trabajo, que a la larga tanto aporta para los familiares y la investigación en general.

El ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, enfatizó ayer en el Senado que no habrá ningún cambio a la legislación para permitir que las Fuerzas Armadas hagan inteligencia interna, pero ratificó que el gobierno piensa "en articular mejor los sistemas de defensa", a nivel interno y externo, para combatir el terrorismo internacional.
"Frente a determinadas amenazas conviene articular los sistemas de inteligencia en el orden interior y exterior, pero de ninguna manera eso significa que querramos involucrar a las Fuerzas Armadas en tareas de inteligencia interior", afirmó el ministro.
Jaunarena ratificó que hasta el momento la Argentina no recibió de "ningún país u organismo internacional ningún requerimiento" de ayuda militar.
Consultado sobre las encuesta que indican que sólo el 20 % de la gente estaría de acuerdo con un envío de tropas al exterior, aseguró que "vamos a estar palpando permanentemente lo que es el sentimiento en la República Argentina".
Al término de la reunión reservada con los senadores, el ministro dijo que "pensar que se va a enfrentar el terrorismo en términos de una agresión tradicional es errar el diagnóstico".
El ministro pidió no "apresurarse" en cuanto a la participación o no de efectivos argentinos en una eventual contienda y puntualizó que hasta ahora "no hay requerimientos, ni siquiera sabemos cómo se va a responder a la amenaza del terrorismo".
En otro orden, el ministro de Desarrollo Social, Juan Pablo Cafiero, justificó ayer el alejamiento de Rafael Flores de la Secretaría de Política Ambiental, al considerar que el Gobierno "está buscando una posición unívoca frente a un tema de alta sensibilidad" como los atentados terroristas contra Estados Unidos. (DyN e Infosic)

No piden apoyo militar a la OEA

Washington.- Estados Unidos solicita a los países del continente su solidaridad pero "ahora" no les está pidiendo "apoyo militar" para una represalia por los atentados del martes 11, dijo ayer el embajador de ese país ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
El Consejo de la organización convocó para mañana a una reunión de consulta de cancilleres y otra en el marco del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca para analizar respuesta a los atentados.
El Consejo de la OEA reafirmó la "solidaridad hemisférica con el pueblo y gobierno de EE.UU." y exhortó a todos los gobiernos del mundo a usar "todos los medios necesarios y disponibles para perseguir, capturar y castigar a los responsables" de los ataques, y prevenir otros.
En sesión extraordinaria, la entidad definió a los atentados del martes 11 como "un ataque contra todos los estados de las Américas".

Los desaparecidos son cinco

El cónsul adjunto de Argentina en Nueva York, Ciro Ciliberto, reiteró que son cinco los connacionales desaparecidos a raíz de los atentados en las Torres Gemelas y desmintió versiones periodísticas que mencionaban cuatro muertos y cuatro desaparecidos.
Las autoridades de esa representación argentina en Nueva York se entrevistaron con el organismo comunal que se encarga de los contactos con el cuerpo consular y allí les dijeron que "no iban entregar un listado colectivo de la víctimas".
Las autoridades de la ciudad les explicaron que "cuando identifiquen a las víctimas del atentado se lo van a comunicar a sus familiares en forma directa. (Télam)

Foto: Gustavo Penacino y Daniel Corach, los investigadores argentinos que aplicaron por primera vez los estudios de ADN.