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La nueva guerra: ¿Cómo tiene que actuar la Argentina?
Para el historiador Robert Potash, si la Argentina no se alinea con EE. UU. "va a sufrir mucho". El politólogo Carlos Floria pidió un "apoyo crítico", en tanto el ex vicecanciller Andrés Cisneros dijo que "se acabaron los grises".
El académico norteamericano rescató la posición asumida en estas horas por el canciller argentino Adalberto Rodríguez Giavarini en apoyo del país del Norte, pero se mostró preocupado por la falta de uniformidad en el partido de gobierno. "El ex presidente Alfonsín afirmó que no hay que participar de modo directo, esa postura puede dañar a su país. Alfonsín representa a un sector del radicalismo que como Storani miran al mundo, pero no son parte del mundo", expresó.
Potash recordó que la tradición de la UCR es la neutralidad "algo que no corre en el mundo actual", y luego de incurrir en un raconto histórico, deslizó en un muy comprensible castellano: "Si Argentina se apartara de Occidente como hizo durante la Segunda Guerra Mundial, va a sufrir mucho".
No menos contundente fue el ex canciller de la administración Menem, Andrés Cisneros, al señalar que la posición de Argentina dentro de Occidente tiene que ser asumida como una "militancia". En el mismo tono, Cisneros disparó: "Hasta el martes pasado (día del ataque) el mundo tenía blancos, negros y muchos grises, ahora casi no hay grises".
En diálogo con esta agencia, el diplomático aprovechó para defender la política exterior de la gestión anterior: "Argentina no tiene nada que corregir, todo lo que tenía que hacer lo realizó hace diez años".
Se refería especialmente al alineamiento de Argentina con Estados Unidos en 1991, durante la operación Tormenta del Desierto en Kuwait.
Cisneros consideró que actuar en el marco de los tratados de la ONU-como anunció el presidente Fernando de la Rúa- "es algo correcto aunque insuficiente".
A la decisión de actuar en consenso con el Mercosur la calificó de "una buena definición escolar". "Brasil nunca tomó decisiones tan importantes en equipo", remató.
Para Cisneros todo lo que no sea un pronunciamiento directo es "retórica". "Los discursos genéricos no están mal, pero llegará el momento en que se exijan actitudes concretas", acotó desafiante.
Cisneros insistió en que como ocurrió en la Guerra del Golfo "hay que mirar como se presenta el conflicto y tomar una decisión".
En sentido muy parecido, Potash enfatizó que "las palabras importan, pero tienen un límite cuando llega el momento de actuar".
En discrepancia, el politicólogo Carlos Floria entiende que estamos ante un escenario "infinitamente más complejo" que aquél del ataque al territorio iraquí.
El ex embajador ante la UNESCO se mostró crítico del decisionismo del ex presidente Menem: "Estoy cansado de los audaces que también nos llevaron a la Guerra de las Malvinas, no hay que actuar con simplismo, estamos hablando de un mundo de mil doscientos millones de musulmanes y no todo el Islam es terrorista".
También discrepó con adhesiones incondicionales. Argentina -expresó- tiene que ser un "aliado crítico", contribuir a la paz, a que EEUU mantenga la "mente fría".
Floria, al contrario de Cisneros, considera "plausible" que Argentina asuma una postura dentro del bloque regional.
De todos modos, según Potash la actuación concreta de nuestro país "no será más que simbólica". "Hay muchas maneras de colaborar, con servicios de información en las fronteras, cerrando toda posibilidad de refugio a los terroristas", destacó el profesor de Boston.
El autor de "El Ejército y la Política Argentina", subrayó que existe una razón más profunda por la cuál Argentina debe actuar como socio de los Estados Unidos: fue antes víctima de los ataques del terrorismo en las tragedias de la Embajada de Israel y de la AMIA.
Cisneros tiene esperanzas de que esta vez nuestro gobierno actúe diferente a como lo hizo en casi todo el siglo XX. "En esa etapa -recordó- Argentina eligió mal todas sus alianzas. Por la neutralidad absurda a la que adherimos fuimos tratados como parte del Eje. En Pearl Harbor, se pidió la solidaridad de todo el continente, pero sólo nuestro país aludió que no se trataba de un conflicto americano. Y para colmo, en la Guerra Fría militamos del lado de los No Alineados".
Así sintetizó el ex segundo de Guido Di Tella su pensamiento: "Hasta la década del 90, cuando hubo conflictos internacionales, Argentina siempre optó por el lado de los perdedores. Ahora, volvemos a estar a prueba".
Otra vez, Floria marcó distancias. "Estados Unidos también tiene que revisar su política exterior, no es un líder mundial confiable en la racionalidad de sus decisiones", señaló.
El pensador social-católico, volvió a cuestionar: "¿Que política de EEUU se va a acompañar, la que ejecuta en Irak, el apoyo en Israel a Sharon, o una política para la paz?, y agregó que hay que intervenir en la ONU pero con autonomía.
La ayuda financiera
Una pregunta late en el fondo del debate: ¿En cuánto importa la posición que asuma la Argentina en la ayuda financiera de los organismos financieros?.
Para Floria no existe una relación directa, como no la hubo cuando se mandaron dos naves al Golfo Pérsico.
En cambio, Potash es terminante: "No hay "one street" (camino de un sentido). Para recibir beneficios hay que reaccionar cuando se pide ayuda. Mi país sufrió las mayores pérdidas desde la guerra de secesión, es muy importante sentirse acompañado".
El investigador norteamericano elogió al ex embajador ante la ONU, Emilio Cárdenas, quién se manifestó proclive a un "apoyo incondicional" hacia los Estados Unidos.
E insistió sobre el papel hegemónico del país más poderoso del planeta: "En los 40 estaba la posibilidad de actuar de un modo equivocado, ahora no hay margen".
Cisneros puso la lupa sobre los días recientes: "Imagínese si nos agarraba la crisis económica no estando alineados. Estaríamos en el tacho".
Claudio Rabinovitch
crabinovitch@rionegro.com.ar
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