|
NUEVA YORK (DPA).- La angustia creció ayer en Nueva York en una jornada lluviosa y con viento, a tres días del atentado contra las torres gemelas, y después que las fuerzas de rescate recuperaran sólo un puñado de sobrevivientes de los casi 5.000 desaparecidos.
Las versiones son contradictorias a veces, en parte porque la prensa no tiene directo acceso a la zona del desastre sino a varias cuadras de distancia. En efecto, no se ha visto ninguna foto ni video de un rescate, por ejemplo. La televisión en vivo se nutre entonces de entrevistas a los rescatistas que van saliendo del área y dicen lo que oyeron o les pareció ver.
Mucho se habló el jueves de un caso conmovedor que tuvo a la expectativa a todo el mundo. Una mujer que trabajaba en un hospital y cuyo marido policía había desaparecido entre los escombros, había supuestamente recibido una llamada del hombre desde su celular, diciendo que junto a otras nueve personas estaba atrapado en un sótano, en el segundo subsuelo de una de las torres. La policía de Nueva York dijo ayer que la llamada nunca existió y que la historia fue montada por un tal Judil Mejía, que había sido arrestado.
Los investigadores, el municipio, las autoridades de bomberos y policía no permitirán ningún tipo de interferencia, reiteraron ayer ante la prensa. Entre otras cosas prohibieron todo tipo de entrevistas a los rescatistas y arrestaron a un periodista que traspasó los límites establecidos.
El alcalde Rudolph Giuliani desmintió además que otros edificios estuvieran por desmoronarse y pudieran complicar aún más la búsqueda. Dijo que expertos los controlan dos veces por día y que hasta ahora todo iba bien.
Por ahora el número de rescatados vivos sigue girando en torno a la docena de personas dado que en las últimas 24 horas no se encontró ninguno, según fuentes periodísticas. Siguen desaparecidas 4.763, según una lista provisoria, la mayor parte de ellos empleados de compañías financieras que ocupaban los últimos 20 pisos del World Trade Center y bomberos y policías que llegaron al lugar poco antes del desmoronamiento de la primera torre.
Se han recuperado 184 cuerpos o partes de cuerpos. De ellos, 108 son cadáveres enteros, 58 de los cuales han sido identificados. Las tareas se han complicado mucho, más ayer porque la temperatura bajó varios grados, llovió copiosamente y corrió viento. "La lluvia hace todo más peligroso porque todo resbala ", explicó uno de los trabajadores, aunque reconoció que por lo menos el polvillo que inundaba la ciudad se había aplacado.
Aunque los días pasan y la angustia se acrecienta, los neoyorquinos no pierden las esperanzas. Han transformado los postes de luz, las paredes, las rejas aledañas al desastre, en un gran "Muro de los Lamentos", tapizándolos con las fotos de sus seres queridos, explicaciones de cómo iban vestidos el día de la tragedia y dando especificaciones sobre sus señas particulares.
"Gary Frank tiene un tatuaje de un delfín en su hombro izquierdo", dice uno. "Víctor Paz Gutiérrez es colombiano. Trabajaba como pastelero en el restaurant Windows del piso 106", indicaba otro.
Debajo los números de teléfono y el nombre de un familiar. "Por favor, si sabe algo, llámenos".
Este "Muro de los Lamentos" le pone la piel de gallina a cualquiera. Y las lágrimas ante la impotencia, son inevitables.
Giuliani se ganó el corazón de la gente
Cuando el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, informó el jueves por la noche del recuento oficial de víctimas recuperadas hizo una pausa y se disculpó por no poder continuar.
"No se cómo decir esto... aquí están las palabras que utilizan los médicos forenses..., pero no sé cómo debería decirlas", dijo antes de dar a conocer la desgarradora noticia de que hasta ese momento se habían recuperado 184 restos humanos.
La sinceridad, compasión y fortaleza mostradas por Giuliani refleja varias de las múltiples virtudes de las que ha hecho gala el alcalde desde el martes. Muchas veces criticado por su prepotencia, obstinación e insensibilidad para tratar los problemas de las minorías raciales, Giuliani ha surgido en estos momentos de crisis como la figura en la que todos los neoyorquinos, sin distinción política o étnica, han puesto toda su confianza. (EFE)
Con toneladas de escombros retiradas, ya se habla de reconstrucción
NUEVA YORK (Télam-SNI).- La zona sur de Manhattan, devastada por el atentado a las Torres Gemelas, continuó ayer repleta de grúas que retiran toneladas de escombros y socorristas que trabajan sin descanso, mientras que especialistas ya piensan en la forma de reconstruir el centro financiero.
Las calles de la zona sur de Manhattan están cerradas al tráfico vehicular a partir de la calle 14, donde comienzan a distinguirse las excavadoras que esperan para sacar escombros del destruido World Trade Center, ambulancias apostadas para trasladar a algún sobreviviente y voluntarios que reparten mascarillas a los socorristas.
Esta prevención se debe a que el aire está inundado de partículas venenosas, cenizas y polvo producto de la remoción de los escombros, que se expanden aún más por las calles con el paso de los vehículos de rescate.
Algunas grúas, que ya retiraron más de 10.400 toneladas de escombros, se preparan para limpiar y abrir caminos transitables hasta la parte sur de la isla, y asegurar que exista la logística -teléfonos y electricidad- suficiente para que inversores y agentes reanuden sus labores el lunes. Unos 12.000 usuarios continúan sin suministro de electricidad en un amplio sector del sur de Manhattan y los servicios de gas permanecen cortados, mientras que 80 por ciento de los servicios telefónicos en el área de Wall Street se reanudaron, según la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.
Resignados a atravesar cada vez que entran y salen de sus casas rigurosos controles de documentación, o directamente imposibilitados de regresar a sus hogares, muchos neoyorquinos optaron por mudarse al norte del denominado "muro invisible" que divide a la ciudad, en donde de un lado la actividad regresó a la normalidad y del otro sigue el sufrimiento.
Detrás del límite invisible, los restaurantes están repletos, el tráfico atascado por momentos, algunas personas haciendo ejercicios, grupos de amigos riéndose, autobuses y el subterráneo -salvo las líneas que atraviesan la zona del desastre- en funcionamiento.
Wall Street reabre con dudas
La Bolsa de Valores de Wall Street reabrirá sus puertas el lunes con perspectivas poco alentadoras, luego de una jornada inestable con pérdidas en Europa aunque también cierta recuperación en Tokio.
El cierre de Wall Street fue el más largo desde la Primera Guerra Mundial y ha costado a los bancos de inversión, según datos del periódico "USA Today", 520 millones de dólares en ingresos por comisiones.
La gran incógnita es cómo se comportarán los inversores tras los atentados, en vista de que la Bolsa se encuentra ya desde hace un año y medio en dificultades. Los bancos de inversión e institutos financieros aseguraron a sus clientes que su dinero está a salvo y que pueden seguir haciendo negocios de forma normal desde otras oficinas. Para los más de 180.000 empleados de las bolsas, bancos e institutos financieros será un difícil comienzo. Entre 75.000 y 125.000 se trasladarán a la punta sur de Manhattan y deberán pasar por el World Trade Center. (DPA)
Sin cumbre del FMI y el BM
WASHINGTON (Télam-SNI).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) demorarán al menos hasta el lunes la definición sobre la suspensión o no de su reunión anual, prevista para dentro de dos semanas en Washington.
Ambos organismos tomarían ayer la decisión de posponer la reunión convocada para el 29 y 30 de septiembre en Washington y que estaba amenazada por protestas antiglobalización, pero el anuncio fue postergado porque continúan las consultas con el gobierno estadounidense, señalaron fuentes del FMI y el BM.
La postergación "es una decisión obvia, no creo que haya ningún desacuerdo al respecto", comentaron fuentes cercanas a los organismos multilaterales.
El retraso en el anuncio puede deberse al deseo de conocer cómo reaccionan los mercados estadounidenses el próximo lunes, después de cuatro días de cierre forzoso causado por los atentados.
Foto: Una pared con fotos de los desaparecidos se ha convertido en un gran "muro de los lamentos" para Nueva York. |