Viernes 14 de setiembre de 2001

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EE. UU. y Europa salieron a calmar a los mercados

 

Bancos centrales inyectan liquidez al sistema financiero.

  WASHINGTON- La Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo llegaron a un acuerdo de intercambio para inyectar liquidez al sistema financiero, con el objetivo de amortiguar el impacto económico causado por los atentados terroristas en Nueva York y Washington que paralizaron a los mercados y causaron fuertes pérdidas en los principales indicadores mundiales.
El compromiso establece que el Banco Central Europeo podrá disponer de hasta 50.000 millones de dólares, al tiempo que la Reserva Federal logrará un depósito por una cantidad equivalente en euros.
La finalidad de esta acción es "facilitar el funcionamiento de los mercados financieros y proveer liquidez en dólares", dijo hoy en un comunicado, el banco central estadounidense.
Las bolsas de Estados Unidos reanudarán el próximo lunes sus operaciones, seis días después de los atentados terroristas del martes que destruyeron el World Trade Center y dañaron el Pentágono, informó el presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York, Richard Grasso.
Cuando se teme que las consecuencias económicas de los ataques en Estados Unidos alcancen niveles de desastre, los bancos centrales de las tres principales áreas monetarias -Estados Unidos, la zona euro y Japón- están inyectando capital en los mercados para calmar a los consumidores y a los mercados.
A la vez, el Fondo Monetario Internacional y los países más ri-cos del mundo, reunidos en el Grupo de los Siete, enviaron prácticamente al unísono, un mensaje de calma a las bolsas y señalaron que están preparados para asegurar un correcto funcionamiento de la economía.
Los atentados han causado al menos 5.000 muertos, pérdidas materiales de hasta 25.000 millones de dólares, el cierre de los mercados financieros en Estados Unidos durante tres días -lo que no ocurría desde la Gran Depresión de 1929- y la paralización del transporte aéreo en ese país.
Estados Unidos supone el 22 % del Producto Bruto mundial, según estimaciones del FMI, que antes de los ataques ya había rebajado la previsión de crecimiento global al 2,7 %, desde más del 4 % del 2000.
Los atentados "van a empeorar la situación económica en Estados Unidos a corto plazo y agravar la recesión que ya estaba en perspectiva. Las áreas más debilitadas serán los mercados y la demanda de los consumidores, al menos hasta que se restituya de nuevo la confianza", dijo Sidney Weintraub, del Centro para Estudios Internacionales y Estratégicos.
La confianza de los consumidores estadounidenses, cuyo consumo supone dos tercios del Producto Bruto Interno de ese país y hasta ahora se ha mantenido, puede desvanecerse como consecuencia de la catástrofe. Los sectores susceptibles de resultar más perjudicados tras los sucesos en Estados Unidos son los bancos, aseguradoras, turismo y aviación en un primer plano, a los que seguirían después los de bienes duraderos, como automóviles.
En esa dirección, el instituto francés BIPE consideró que el incremento de la incertidumbre y el riesgo tras los atentados terroristas en Estados Unidos tendrá "implicancias negativas para el crecimiento mundial a corto plazo".
En un estudio divulgado ayer, dos economistas del cen-tro pronosticaron "el deterioro" de la moral de los agentes económicos, en particular de los consumidores, y un "endurecimiento" de las condiciones de financiación en el mundo, debido a la previsible suba de las primas de riesgo.
Ello agrava "sensiblemente" el riesgo de recesión en Estados Unidos, según el BIPE, del que Europa "no podrá evitar cierto contagio", aunque sin caer en una recesión.
Los economistas prevén un descenso de las tasas de interés a los dos lados del Atlántico -aunque el Banco Central Europeo no modificó sus tasas-, si bien estimaron que el abaratamiento del precio del dinero "no bastará".
"La clave es la respuesta política y estratégica y su capacidad para tranquilizar" a los consumidores y para "disipar rápidamente las incertidumbres y el miedo", dijeron.
(Télam/DPA/ANSA)

Caídas en plazas emergentes

BUENOS AIRES- El nerviosismo fue el denominador común de los mercados más representativos de América Latina, con fuertes pérdidas, del 7,26 % en Brasil y del 2,66 en Buenos Aires, que ayer reanudó sus operaciones tras dos días de inactividad a raíz de los atentados contra Estados Unidos.
A contramano de lo sucedido en las plazas de latinoamérica, los mercados de Asia y Europa fueron invadidos por la cautela, luego del desplome registrado el miércoles en Hong Kong y Japón.
Todo esto sucedió con los principales mercados de Estados Unidos cerrados y en medio de especulaciones sobre su reapertura, que finalmente fue confirmada para el lunes por el presidente del New York Stock Exchange, Richard Grasso.
En Estados Unidos operó el Chicago Board of Trade, el principal mercado de futuros del país y uno de los más importantes del mundo. Allí el rendimiento de las obligaciones a 10 años retrocedió a 4,621 % contra 4,754 % que tenía el martes a comienzo de la jornada, antes que se suspendieran las transacciones debido a los atentados.
Para los bonos a 30 a-ños, el rendimiento se estableció en 5,391 % contra 5,375 % el martes. (Télam)
     
     
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