|
Nueva York.- Nueva York vivió ayer una pesadilla de muerte y destrucción. La ciudad quedó sumergida en el caos y la desesperación después de los atentados a las Torres Gemelas, cubierta de polvo, cenizas y humo, y el resto de la ciudad bloqueada por medidas de seguridad y el despliegue de policías, bomberos y equipos médicos.
A minutos del atentado, la policía se apostó en puntos estratégicos, mientras miles de personas comenzaron a desplazarse por las calles: algunas lloraban y la mayoría caminaba sin rumbo, cubiertas de polvo y desorientadas.
El alcalde de Nueva York, Rudolp Giuliani, pidió a turistas y curiosos que no se acercaran "Quiero aprovechar para pedir a todos que se mantengan en calma y de esa forma poder evacuar", dijo Giuliani y mencionó que hubo gente que saltó desde las torres. "Ha sido una situación horrible", agregó.
Las calles aledañas al atentado, donde diariamente transitan 200.000 personas parecían una zona de guerra, con heridos ensangrentados evacuados a hospitales, en tanto bomberos y policías trataban de rescatar a los que habían quedado entre escombros o atrapados en los pisos superiores.
Los trenes locales y algunos autobuses quedaron detenidos y los puentes que conectan la isla de Manhattan con otros condados fueron cerrados, lo que provocó un caos de enormes dimensiones y más pánico. El ardor en los ojos y las narices tapadas por el polvo negro era tan desesperante que la gente corría a las fuentes de las plazas y metía la cabeza en el agua. "Dios mío, protégenos", murmuraba entre sollozos una mujer. Lauren Newmark, empleada del banco Morgan Stanley, tardó más de una hora para descender las escaleras de la torre sur, desde el piso 70, y abandonar el edificio antes de que se derrumbara. "Todos estaban enloquecidos", contó Newmark.
Menos de una hora después, la segunda torre desapareció también, entre vidrios, acero y hormigón. "Recién había salido del metro. Miré un instante y el edificio se derrumbó", relató, perplejo, Hayri Yilmaz. "Debe haber miles de personas muertas adentro ", añadió.
Una tercera torre, de las siete que componen el complejo World Trade Center, se incendió con los atentados y al caer la tarde también se desplomó, aunque logró ser evacuada totalmente.
Por la tarde, el sur de Manhattan había sido evacuado. Cazas F-16 sobrevolaban los rascacielos. Desdibujada por el humo y ya sin sus torres gemelas, Nueva York parecía una ciudad sitiada.
Una capital de aspecto fantasmal luego de la crisis
WASHINGTON.- La policía cerró el tránsito en los alrededores de la Casa Blanca, otros edificios del gobierno y los principales monumentos de Washington, cuyo centro ofrecía anoche un aspecto fantasmal por la falta de personas y vehículos.
Contrastando con la mañana, cuando miles de personas se agolparon en las calles y huyeron del centro en sus vehículos, con la caída del sol la ciudad aparecía apaciguada, la calma solo se veía quebrada por las patrullas policiales, unos pocos autobuses y algunos automóviles particulares que transitaban por las calles.
Por la mañana, mientras la gran mayoría seguía por TV las cruentas imágenes del atentado contra las torres gemelas de Nueva York, los sorprendió el fulminante impacto de otro avión en Pentágono. Miles de personas que se lanzaron a las avenidas al ser evacuados los edificios del centro de la capital estadounidense.
"El Pentágono, el Pentágono", gritaban empleados de la Casa Blanca, cuando fueron obligados por la policía a abandonar a toda prisa la sede presidencial, mientras coches de bomberos se aproximaban al recinto y la confusión se generalizaba. El caos generó además embotellamientos en toda la ciudad, debido a que tras las evacuaciones las personas afectadas comenzaron a dirigirse en automóviles a sus hogares al mismo tiempo.
Las escuelas, las embajadas y muchas iglesias, como la Catedral, fueron cerradas, mientras los hospitales estaban en máxima alerta para recibir a los heridos.
"Tengo miedo. ¿Cómo puede ocurrir esto?, aseguró Nathalie Skolochenko, una joven de 25 años que trabaja en una inmobiliaria con sede en la calle 17, cerca de la Casa Blanca.
Un empleado del Fondo Monetario Internacional, a pocas manzanas de la sede del gobierno de Estados Unidos (EEUU), confesaba también su temor y comparaba lo que se empezaba a vivir en Washington con la pesadilla de la película "La Guerra de los Mundos".
Desde el centro de la capital se podía observar la gran nube de humo que rodeaba al Pentágono, donde trabajan 20.000 personas, y hacia ahí se dirigía la mayoría de las miradas de quienes desde las calles no sabían muy bien lo que ocurría.
Muchos residentes se agolpaban ante un puesto de flores, donde una radio informaba sobre lo que ocurría en EEUU, que ayer vivió una de las crisis más serias de su historia.
Escenario: Un país atónito y dolido siguió la crisis por tevé
Los ataques a las torres gemelas del World Trade Center y al Pentágono sacudieron el corazón de Estados Unidos el martes, esparciendo dolor e incredulidad a lo largo de todo el país. Y su estela exacerbó los temores acerca del futuro. Pero a pesar de las mortales heridas físicas y emocionales del atentado, no hubo escenas de histeria descontrolada.
La lluvia de informaciones comenzó a las 8.48 de la mañana ( 9.48 de Argentina) cuando un avión comercial chocó contra una de las torres y a los 16 minutos un segundo avión chocó contra la otra torre. Un tercer avión se estrelló a los 34 minutos contra el Pentágono en una cronología de terror que quedará grabada para siempre en la mente de quienes vieron estas imágenes.
Las torres colapsaron entre las 10.00 y las 10.30 de la mañana, lo que dejó enmudecidos a millones de telespectadores. Todo el tráfico aéreo fue suspendido y dejó a los viajeros varados en decenas de aeropuertos. Los centros comerciales de las ciudades cerraron sus puertas. Las banderas fueron izadas a media asta en señal de duelo nacional.
En Chicago los trabajadores tenían una mirada de pánico e incredulidad, y unos pocos hicieron chistes nerviosos, mientras eran evacuados de los edificios. Todo el cuerpo policial salió a las calles y las instalaciones del acueducto de la ciudad fueron resguardadas.
Patrullas adicionales de seguridad fueron enviadas al puente Golden Gate de San Francisco, Mickey Mouse fue enviado a casa luego que Dysney en Florida y California cerrara sus puertas.
El salón de la Independencia y la Campana de la Libertad en Filadelfia colocaron limitaciones a los visitantes y todos los juegos de la Ligas del béisbol fueron cancelados. Los conductores que se dirigían al aeropuerto internacional de Los Angeles se devolvieron después de ver los terminales vacíos."Esto se compara a Pearl Harbor", dijo Daniel Hardy, un médico de Chicago.
Mientras las imágenes de televisión mostraban los edificios rodeados de humo en Nueva York y Washington, las autoridades en todo el país se movilizaron para evacuar potenciales objetivos
En Los Angeles, los principales edificios de oficinas, incluidas la Torre Citibank y la Torre Arco fueron evacuadas. En Atlanta, la Coca Cola cerró su complejo y varios edificios fueron cerrados. |