Lunes 3 de setiembre de 2001

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Suriani y Nonnenmacher los protagonistas de la historia

 

Nuevamente, el público respondió a la convocatoria

 

Una multitud en el autódromo roquense, donde presenció la clausura de la prueba.

  Lo del público fue conmovedor. A lo largo de los tres días que duró la trigésimo primera edición de la "Vuelta de la Manzana", la respuesta sorprendió hasta los más optimistas. Y los hubo en cantidad en los distintos lugares por donde transitó la prueba, tanto en las largadas simbólicas como en las dos etapas.
Si lo del pasado viernes superó las previsiones, el sábado último la respuesta también fue muy importante.
Y ayer se tuvo otra demostración de que el rally, y en especial la "Manzana", pegó muy fuerte en los aficionados. Bastó transitar por diferentes accesos a la primera prueba especial para darse cuenta que los aficionados estaban "enganchados" con la apasionante definición que proponía la prueba.
Así, en los diferentes especiales la gente se encargó de acompañar a los participantes, muchos de los cuales hacían fuerza por su piloto preferido.
La clausura tuvo lugar en el autódromo roquense, primero con un súper especial y después con la ceremonia de coronación de los ganadores.
Una multitud "copó" el autódromo desde temprano, para conseguir un lugar de privilegio y no dejó escapar detalle alguno. A la hora de la definición de la prueba, no paró de aplaudir a los que dieron espectáculo y después testimonearon su reconocimiento en el momento de la coronación a todos los participantes.
Entre los preferidos del público, a la cabeza estuvo el mítico Gabriel Raies, pero no se quedaron atrás Wálter Suriani y, en especial, Miguel Nonnenmacher. Y también contó con lo suyo Juan Manuel Gómez, con una barra muy numerosa apoyándolo.

La coronación se realizó en el autódromo

Por primera vez en muchos años, la tradicional ceremonia de premiación de la "Vuelta de la Manzana" no se realizó en las tradicionales fiestas nocturnas. En esta oportunidad, los dirigentes de la AVGR decidieron cumplirla en el mismo autódromo roquense, donde minutos antes se cumplió el súper especial que clausuró la mítica prueba.
Así, se aprovechó que el numeroso público tuviera la oportunidad de aclamar a los ganadores de la prueba.
La oportunidad fue propicia para que se coronara a los mejores en cada una de las divisiones, tanto del certamen argentino, como del regional.
Precisamente, por el certamen local ganaron Wálter Suriani, Miguel Nonnenmacher, Sergio Barotto, Horacio R. Estrada , Alberto Pérez y Juan M. Gómez.

No fue un desfile

Mientras se realizaban los últimos ajustes para poner en marcha el súper especial que clausuraba la "Vuelta de la Manzana", por la recta principal del autódromo roquense las promotoras de una de las empresas que auspiciaron esta clásica prueba se dedicaron a pasear y repartir souveniers
Se pareció a un desfile de modelos, pero en lugar de las pasarelas, lo hicieron en una parte del circuito y ante las miradas de muchos de los aficionados.

Hubo varios piedrazos

Fueron varios los pilotos que al terminar la segunda prueba especial de la etapa final, entre la Ruta 6 y el aeropuerto roquense se quejaron de haber recibidos varios piedrazos en sus autos.
El primero que se quejó fue José C. Bilbao, al que le rompieron uno de los vidrios de su VW Gol.
Después aparecieron otros pilotos con la misma queja y señalando que las piedras partían desde uno de los lomos que están en la parte final del citado tramo.
La policía se llegó hasta el lugar para tratar de detener a los inadaptados, quienes parecen que no se dieron cuenta del daño que podían causar, no sólo para los tripulantes de los autos, sino también para los aficionados.
También hubo otros piedrazos, pero estos partieron de los autos de carrera y los damnificados resultaron los espectadores.
Prueba de lo apuntado, lo pueden dar dos de los reporteros gráficos de este medio que cubrieron la prueba, quienes no alcanzaron a cubrirse a tiempo y se llevaron un recuerdo.

Raies volvió con su show

Si hay algo que tiene claro el cordobés Gabriel Raies es que sabe bien lo que debe hacer para no pasar desapercibido cuando no gana. Y los siete segundos que lo separaban del tucumano Roberto Sánchez cuando encararon el súper especial final en el autódromo roquense, ya sabía que la historia definida. Entonces, se dedicó a manejar para el público.
Como en muchas otras oportunidades, dio espectáculo. Manejó con la mano derecha, mientras que la izquierda la llevaba afuera y marcaba el "uno" con uno de sus dedos.
El público, que estaba en gran cantidad, poco menos que enloqueció con la demostración de "Satanás", que no conforme con el espectáculo que brindó, después que terminó la prueba hizo mil piruetas con su Toyota Corolla poco antes de deternerlo en el parque cerrado.
A Raies no le gusta perder. Igual, disimuló el mal trago por el triunfo de Sánchez, y atendió al público que lo tiene como ídolo. Se cansó de firmar autógrafos y sacarse fotos.
   
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