Miércoles 15 de agosto de 2001 | ||
Unos 1.000 policías rionegrinos se autoacuartelaron contra el ajuste |
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Todo el Alto Valle y Bariloche están afectados. La seguridad se vio resentida en la región. Bancos tuvieron problemas para abrir sus puertas. |
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Disconformes con el último ajuste salarial decretado por el gobierno rionegrino, unos 1.000 policías permanecían autoacuartelados anoche en comisarías de todo el Alto Valle y Bariloche. Las unidades Tercera de Roca, Cuarta de Cipolletti, Quinta de Villa Regina y Séptima de Cinco Saltos, además de la 76 de Allen, Catriel, Alcaidía de Bariloche, BORA de esa misma ciudad, Segunda de Bariloche, Choele Choel, Lamarque y Beltrán, fueron los puntos elegidos por el personal subalterno de la fuerza de seguridad provincial para manifestarse en contra del pago de un porcentaje de los sueldos en tickets y reclamar el cobro del aguinaldo. Además exigieron una reforma en el régimen disciplinario, aumentos por dedicación exclusiva, entre otras medidas (ver aparte). Viedma se podría sumar a primera hora de hoy y no harán adicionales en bancos. En algunas localidades este diario pudo constatar la medida, mientras que otras fueron anunciadas a última hora de anoche por el vocero, subcomisario retirado Hugo Néstor Vera. En cada comisaría se concentró un alto porcentaje de los policías de otras dependencias locales, que fueron rotando y al cierre de esta edición continuaban en casinos y otros inmuebles a la espera de una respuesta concreta. Sin embargo, las expectativas eran pocas ya que el diálogo con oficiales jefes estaba prácticamente cortado desde la mañana, cuando se realizaron las primeras negociaciones y no hubo acuerdos. El gobernador Pablo Verani consideró anoche en Buenos Aires que los sectores disconformes "incurren en un malentendido". "No hay acuartelamiento. Hay dos comisarías que obviamente no entendieron bien las cosas. Así que vamos a ver si aclarándoles las cosas, logramos el levantamiento de la medida", concluyó el mandatario, tal vez sin un conocimiento real de lo que ocurría en la provincia, que con el correr de las horas sumaba más policías al "estado deliberativo" declarado en la mañana. En tanto, el ministro de Gobierno, Esteban Rodrigo, aseguró en Viedma que si no levantan la medida no habrá conversaciones (ver aparte). En medio de una gran confusión, bancos (muchos cerraron momentáneamente y otros abrieron más tarde), instituciones oficiales y comercios del Alto Valle se quedaron en las primeras horas de ayer sin el servicio de vigilancia que presta la Policía provincial. Incluso, los patrullajes de prevención se vieron resentidos y el servicio se cumplió al mínimo. En Roca el autoacuartelamiento es en la comisaría Tercera, que tiene a su cargo la jurisdicción más grande de la ciudad. El radio céntrico, más todos los barrios y chacras ubicadas al sur del canal principal, entre la calle Mendoza y Damas Patricias, se vieron afectados. A pesar de que los jefes policiales lo negaron, en la Tercera se concentraron -y rotaron- uniformados de todas las unidades, incluso la alcaidía, que luego de cumplir con sus turnos llegaban a la unidad céntrica para adherirse. Desde temprano, los autoacuartelados nombraron como representante al abogado Rodolfo Ponce de León, que trasladó las exigencias a las autoridades de la fuerza, el defensor del pueblo y el obispo del Alto Valle, José Pozzi. Ponce de León aseguró que en las primeras negociaciones hubo presiones "de la superioridad policial y de la política" para que los rebeldes retomen la normalidad de sus tareas. El abogado agregó que también habrá una presentación legal para robustecer el planteo y contrarrestar presiones. Por su parte, unos 250 efectivos de Cipolletti, Fernández Oro y Cinco Saltos, permanecían anoche "en estado deliberativo" en instalaciones de la comisaría Cuarta. "Acá no hay cabecillas. Esto es una decisión voluntaria, tomada por desidia, cansancio y por el desgaste de año tras año", aclararon los manifestantes. Las informaciones que se conocieron durante la mañana fueron confusas y contradictorias. Mientras desde los altos mandos se trataba de minimizar el conflicto, los efectivos concentrados hasta lanzaban serias advertencias: "Estamos todos armados. Por ahora es pacífico, pero hay mucho nerviosismo", dijo uno. Según comentaron algunos oficiales y suboficiales, en la comisaría Cuarta la medida comenzó a tomar fuerza cerca de la 1 de ayer. Desde ese momento empezaron las deliberaciones, pero alrededor de las 7 ya se trataba de una retención de servicios y "autoacuartelamiento", como ellos mismos lo decían. (AR / AC /ABA/ ACS) Reclamos que no son nuevos El iniciado ayer no fue el primer autoacuartelamiento de la Policía de Río Negro. En febrero de 1984, y también por un reclamo salarial, los efectivos de la fuerza en Roca y Bariloche llevaron adelante una medida similar, que se extendió por pocas horas. |
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