Domingo 12 de agosto de 2001
MAS INFORMACION: Cada vez más caros, los remedios no tienen controlen su venta		Apuntan al consumidor y lo confunden
		El consumo incorrecto de aspirinas es la primera causa de hemorragia digestiva aguda en Argentina. Sin embargo, hay propagandas que todavía muestran al producto casi como milagroso e inducen al consumo irrestricto, ya sea para solucionar un dolor de cabeza, una gripe u otras dolencias. Ocurre que la promoción de los medicamentos cambió su horizonte y en el mundo dejó de apuntar a los médicos para dirigirse a los consumidores. La falta de control estatal a la publicidad permite hoy que los avisos en tevé y gráfica no adviertan sobre los contenidos alérgicos para algunas personas, que a veces se dan cuenta tarde de los efectos nocivos. En Australia los únicos que podían recibir propaganda sobre productos farmacéuticos eran los médicos. Ahora las compañías farmacéuticas están intentando que Australia sea tan permisiva como los Estados Unidos o Nueva Zelanda, que son los países que tienen una legislación más laxa y no incluye aspectos relacionados con la propaganda de medicamentos. En Estados Unidos el gasto en propaganda de medicamentos al consumidor aumentó en un 40% en el año pasado y representó un total de 1.800 millones de dólares. Las compañías farmacéuticas saben que este tipo de promoción repercute muy favorablemente en el volumen de venta de medicamentos. A su vez las compañías farmacéuticas repercuten el costo de la propaganda al consumidor, según advierte el doctor Peter Mansfield en un informe publicado en Internet. La propaganda no educa, seduce. La propaganda utiliza estrategias que van dirigidas a la parte consciente y subconsciente de la mente y del corazón del consumidor. Utiliza estrategias de manipulación emocional muy sofisticadas. En junio, la asociación de compañías farmacéuticas extranjeras en Nueva Zelanda utilizó la propaganda sobre Viagra como uno de los ejemplos positivos de lo que puede ocurrir al hacer promoción de medicamentos dirigida al consumidor. Los anuncios de Viagra en Nueva Zelanda asustan a los hombres diciendo que si no usan el medicamento sus mujeres los abandonarán. De este tipo de mensaje no se desprende de la teoría de por qué algunas relaciones funcionan y otras fracasan. El Viagra puede beneficiar a algunos pero también ha matado a otros y los anuncios no hacen referencia a lo que sabemos de cómo prevenir la muerte. Estudios de médicos demuestran que recetan peor cuanto más caso le hagan a las compañías farmacéuticas. Algunos consumidores pueden captar muy bien la manipulación de la industria pero otros no. La industria farmacéutica dice que los médicos pueden seguir protegiendo a los pacientes, pero los consumidores no siempre obtienen los medicamentos a través de recetas, pueden obtenerlos de sus amigos, familiares o mediante Internet.
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