Lunes 6 de agosto de 2001
 

"Alto grado de frustración"
 

Cuarenta años después de su fundación el Instituto de Desarro-llo del Valle Inferior atraviesa en la actualidad por las mismas dificultades que enfrenta cualquier emprendimiento productivo en la Argentina. El proyecto original apuntaba a poner ba-jo riego 600.000 hectáreas, aumentar la producción y mejorar la situación económica. El 35% se encuentra improductivo.

  Uno de los testigos de la historia del Idevi es el contador Jesús Andrés, un ex subgerente general del organismo, con una dilatada trayectoria en el ámbito de la administración pública rionegrina desde 1963.
"El espíritu de entonces -recuerda- lo tenemos que encontrar en las ideologías imperantes con gobiernos de carácter desarrollista. Esto abría la posibilidad de encarar obras con organismos de créditos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que aportó los primeros 5,5 millones de dólares" para la etapa inicial.
Agrega que "el gobier-no provincial lo adoptó co-mo un elemento para orde-nar armónicamente la pro- vincia y luego con la ejecución del proyecto a partir de la radicación de colonos se le fue insuflando otras riquezas de la mano de una persona excepcional como el agrimensor Luis Vía".
Destacó que de las propuestas Vía, como primer gerente general del Idevi "surgieron definiciones en cuanto a políticas de radicación de gente, la necesi-dad de instaurar el crédito agrario, la división de la tierra, más el apoyo de la Organización de las Nacio-nes Unidas para la Agricultura y Alimentación".
No obstante, Andrés advirtió que el proyecto "no cumplió con objetivos de superación de las asimetrías en la provincia, ni con objetivos de un desarrollo económico ordenado como se podía esperar de una zona bajo riego" pese a "las condiciones promisorias que se explicitaron".
Opinó que tiene "un alto grado de frustración" por-que las políticas desarrollistas "se fueron diluyendo y luego entramos en una etapa de grandes proble-mas de orden económico que hacía difícil seguir manteniendo el proyecto con toda la carga del Estado que exigía". (AV)

"Pensar en producción orgánica"

Luciano Pérez inició una pequeña retirada como productor y se refugió en sus actividades como agrónomo en el Programa Cambio Rural de la estación del INTA.
Coincide en que el momento que se vive es difícil para toda la producción argentina, aunque abona que "hace un buen rato que tendríamos que haber dejado de hablar del Idevi porque pasó el momento histórico".
A su juicio "tenemos que hablar del Valle Inferior pero sin buscar soluciones mágicas" porque "hay que crear mecanismos participativos para trabajar en forma grupal".
Pérez se pronunció en favor de apuntar a "sistemas sustentables con producciones orgánicas con baja utilización de agroquímicos, preservando la inocuidad de los alimentos".
Según entendió, el sistema puede emplearse tanto para carnes, hortalizas como para frutas orgánicas, recreando la fertilidad natural y el sistema biológico de control de plagas,
"No tenemos que olvidar que el planeta se lo tomamos prestado a nuestros hijos y nietos", concluyó. (AV).
   
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