Sábado 11 de agosto de 2001 | ||
NOTAS ANTERIORES: Un terrorista suicida enluta a Jerusalén: al menos 16 muertos 10-08-01 [nota] |
La represalia israelí agrava la tensión en Jerusalén |
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Tomó posesión de la sede de los palestinos, tras el atentado.Dramáticas escenas en los funerales de las víctimas. |
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JERUSALEN (Reuters/ANSA) - Jerusalén vivió ayer una de las jornadas de luto y rabia más tristes y difíciles de los últimos años, mientras los palestinos rechazaron enfurecidos el cierre de la Orient House ("Casa de Oriente"), la sede de la OLP en el sector oriental de la ciudad. Los palestinos prometieron ayer intensificar su levantamiento contra la ocupación israelí, luego que Israel capturara sus principales sedes en Jerusalén afirmando su control sobre la ciudad tras el atentado suicida que mató a 16 personas. Los funerales de las víctimas israelíes del atentado del jueves en el restaurante de comida rápida Sbarro se desarrollaron en la zona israelí, en el oeste de la ciudad, donde pudieron ver dramáticas escenas de dolor. (ver aparte) La policía izó la bandera israelí sobre Casa de Oriente, la sede central en Jerusalén de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en una sangrienta incursión nocturna en la que fueron detenidos siete guardias de seguridad y se confiscaron documentos. Según el jefe de la policía israelí, Shlomo Aharonishky, en la Orient House se encontró armamento y elementos que prueban que los palestinos realizaban actividades políticas ilegales e incompatibles con la soberanía israelí sobre la ciudad. El golpe de Israel contra la muy simbólica Casa de Oriente fue un desafío directo a los reclamos palestinos sobre el árabe Jerusalén Oriental, que quieren como la capital de un futuro estado. El ministro de Seguridad Pública, Uzi Landau, dijo que la toma de la Casa de Oriente era "permanente". Además, la policía tomó oficinas palestinas en y en torno a Jerusalén Oriental y aviones de combate destrozaron una estación de la policía palestina en Cisjordania en un ataque con un misil. Los miembros del gabinete israelí, tras varias horas de reunión para considerar su respuesta al atentado, ignoraron el llamado de Arafat de formular una declaración conjunta de alto el fuego y adoptaron "mesuradas" medidas que dijeron que "se llevaban a cabo con la intención de evitar víctimas civiles". Estados Unidos criticó la decisión israelí alegando que era una "escalada política" que minaba la confianza en un acuerdo negociado. "Estamos preocupados por la acción israelí contra la Casa de Oriente y la localidad palestina de Abu Dis", dijo un funcionario del Departamento de Estado en un comunicado. "Esta es una (acción) muy peligrosa contra el pueblo palestino y una escalada" del conflicto, dijo por su parte Yasser Arafat, mientras inspeccionaba una estación policial destruida. "Pero todo el mundo debería saber que los palestinos somos los más fuertes y más fieles en este conflicto", agregó, caminando entre los escombros. Israel varias veces en el pasado había amenazado con cerrarla y lo mismo hizo semanas atrás, después de la muerte a fines de mayo de Faisal Husseini. Un centenar de manifestantes se enfrentaron varias veces con la policía. "Una masacre absurda" Los familiares y amigos de las víctimas del atentado suicida no logra n resignarse. Respuesta política y provocativa La represalia israelí por el atentado perpetrado por extremistas palestinos en Jerusalén se plasmó esta vez en un acto simbólico, de gran alcance político: la ocupación de la conocida Casa de Oriente, en Jerusalén Oriental. |
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