Viernes 17 de agosto de 2001
 

Comienzo arrollador de Argentina

 

El debut en el torneo demostró por qué es el gran candidato. Cuando funcionaron las variantes, el rival quedó hecho añicos.

  Triunfo con "moños" y todo. Así fue lo de Argentina en su debut en el Premundial de básquet que ayer se iluminó a pleno en el "Ruca Che" con la puesta en marcha de la tan esperada competencia.
Victoria clara, concluyente, por ahí con ligeros altibajos, pero sin duda alguna con el merecimiento absoluto para un equipo superior en todo sentido. Fue 103 a 63 (41-31) sobre Uruguay y podría decirse que es una especie de preanuncio de lo que puede ser esta noche, cuando haya que enfrentar a Estados Unidos, que dejó una escuálida imagen ante los brasileños
Ya en los diez iniciales pareció estar todo "cocinado". Con quince de luz (29-14), el trámite de Argentina insinuaba justamente que el desarrollo podría ser justamente eso, un trámite. Porque el equipo había logrado al promediar el segmento equilibrar su funcionamiento ofensivo, ya que a la eficiente gestión en la "pintura" con el tándem Wolkowyski-Oberto donde perforó con insistencia a los uruguayos, fue apareciendo el perímetro después de muchos intentos.
La brecha no fue sólo aquella de la quincena, sino que apenas empezó el segundo cuarto, la ventaja se elevó a veinte (34-14). Estaba para la paliza. Por varias cosas: la manera en que defendía el equipo de Magnano y la efectividad que había comenzado a traducir un ataque, a partir de algunas variantes como el ingreso de Sconochini y Palladino, que posibilitaron abrir la válvula de los tiros lejanos.
Pero Uruguay, que había arrancado con una defensa zonal que parecía llevarlo a un "suicidio", cambió a tiempo. Fue otra la imagen que mostró durante buena porción del segundo tramo. Apareció con todo su fulgor un jugador de categoría internacional como el base Marcelo Capalbo y a partir de una gestión prolija y segura en las habilitaciones, la desventaja comenzó a reducirse de manera significativa, llegando cerca del momento del descanso a ser de apenas siete (31-38).
Habría que convenir que más a los "ponchazos" que con un trabajo seguro, Argentina evitó que lo construido antes se desmoronara más, para cerrar un primer tiempo algo irregular diez arriba (41-31).
La vuelta al juego mostró a una selección albiceleste con todo vigor y en menos de cuatro minutos, metió un par de corridas, reapareció toda la fuerza bajo el vidrio y con la ayuda de la mano "caliente" de Palladino y Sconochini, el panorama fue como en aquellos lucidos pasajes del comienzo del partido, con un tablero puesto en 64-36 a la mitad del tercer cuarto, que ya presentía lo que iba a suceder.
Lo que vino después estuvo casi de más. Goles de todas las facturas y desde los más diveros ángulos. Una fiesta en toda dimensión. Magnano siguió moviendo el banco y la abismal diferencia que llegó a situarse en los cuarenta puntos, puso de manifiesto que esta selección metió el pie derecho en una ruta que todos esperan la debe llevar a lo más alto del podio.

Esperado reencuentro

Fue un día especial para "Pepe" Sánchez, el afamado hoy jugador de la selección argentina, que estuvo militando en la última temporada en la fantástica NBA.
El bahiense, que hace algunos años estuvo en Deportivo Roca cuando los naranjas participaban en la división elite de la Liga Nacional, se reencontró con quienes fueron sus "padres adoptivos", Omar y Susana Moscoloni, con quienes compartió aquel año en que estuvo en los naranjas. Apenas había llegado a comienzos de semana a Neuquén con la selección, Sánchez habló a través de Radio El Valle con los Moscoloni, prometiéndoles una visita a Roca con la condición que le preparan una de las comidas que más saboreó por aquellos tiempos: pollo a la portuguesa.
Ayer vieron juntos algunos de los encuentros que precedieron al debut de Argentina.

Tarde: El encuentro de fondo empezó con casi media hora de atraso en relación con el horario establecido en el programa. Una demora que alteró los planes y que vino de "arrastre" de la ceremonia inaugural y del cotejo entre brasileños y estadounidense.

Solidaridad: La aparición en el rectángulo del plantel argentino fue saludada con una verdadera ovación por la concurrencia, al tiempo que los jugadores portaban una bandera con esta leyenda: "Salvemos a la universidad nacional". Ojalá sea así.

Venezuela tratará de sacar provecho de su veteranía

La presencia del ex jugador de la NBA Carl Herrera junto a los experimentados Víctor David Díaz, Omar Walcott, Alex Nelcha y Harold Keeling será la base de la selección venezolana que hoy debutará frente a Brasil, que anoche se "comió" al sorprendentemente débil conjunto de Estados Unidos.
El conjunto venezolano tiene seis jugadores con edad superior a los 30 años, lo que lo convierte en el equipo más veterano del certamen que se disputa en la provincia argentina de Neuquén.
"Sabemos que es un equipo veterano, pero lo que trataremos de hacer es acumular esa experiencia para traducirla en buenos resultados. Creo que puede ser un factor favorable si la aprovechamos como corresponde", expresó Carl Herrera.
Herrera, alapivote de 34 años y 2,06 de estatura, es la máxima estrella del baloncesto venezolano. Estuvo en el Sudamericano de Valdivia, donde Venezuela se ubicó tercero.
"Se hizo una preparación seria porque después del Sudamericano jugamos amistosos con Argentina y seguimos entrenando muy duro. Tenemos que combinar la gente más experimentada con los jóvenes y sacar lo mejor para llegar al Mundial", comentó Herrera.
"El primer objetivo es entrar entre los primeros cuatro para llegar a segunda fase. Allí se verá lo más difícil porque el camino será directo al Mundial, lo que todos queremos", comentó Herrera, quien cree "que el nivel del torneo será bueno".

Es el equipo de la gente

La gente está ansiosa por ver cosas buenas y la selección de Argentina se lo puede dar en este torneo, pero hay que darle tiempo, el correr de los partidos va a generar el necesario ajuste en el equipo.
Este es un grupo de jugadores que se va a meter, irremediablemente, a la gente en el bolsillo. Son doce hombres salvajes, que tienen hambre de gloria.
En este primer compromiso con Uruguay demostró por pasajes todo lo que tiene, pero sin dudas que va a ir mejorando de a poco, porque es una selección que está en camino de convertirse en inolvidable. Creo que está en condiciones de arrasar en este Premundial, un objetivo que va a conseguir con el paso de los compromisos.
La mezcla de jugadores aguerridos y de una gran actitud, con el innegable talento, va a arrojar como saldo que ganen los juegos y también un lugar en el corazón de la gente. Como aspecto saliente hay que apuntar una defensa muy agresiva, con el sello de Rubén Magnano.
Quizás muchos esperaban una diferencia de 40 puntos sobre los uruguayos, algo que finalmente se logró. Claro que antes de llegar a esa cifra, hubo distracciones producto de la ansiedad, lógicas en un debut, que son fácilmente corregibles.
Hay que tener en cuenta que Uruguay hizo su juego y por momentos marcó zona, porque no podía contener a los argentinos. Su objetivo era bajarle el ritmo al rival. Cuando Argentina aprieta el acelerador, tiene con qué marcar claras diferencias.

Foto: La entrada para encestar a cargo de Oberto, haciendo estéril el esfuerzo de Sczzygielski por obstruir la acción.

   
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