Domingo 12 de agosto de 2001 | ||
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Will Smith, el reencarnado |
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La llegada de Ali, la película, era un hecho inevitable. Hay que respirar con cierto alivio, ya que la dirige un buen artista, un tipo eficiente como Michael Mann. Mann viene de hacer "El informante", ese revelador filme acerca de las corporaciones (las de prensa incluidas). Ali es encarnado por Will Smith, un particular engendro de actor cómico y rappero que se hizo archifamoso junto a Tommy Lee Jones en "Hombres de negro". Aquí descubriremos si Smith tiene verdadero talento actoral como otros comediantes que han pasado de la carcajada al drama -Jim Carrey es un caso-. Smith asegura haberse convertido -literalmente- en su ídolo. Desde hace meses camina, come y piensa como lo hacía Ali en sus mejores años de peleador. El filme abarca desde 1964, cuando obtuvo el título de los pesados al derrotar a Sonny Liston, hasta 1974, cuando lo recuperó con Foreman. Para Ali la filmación es una experiencia estremecedora: verse a sí mismo a los saltos, hecho una tromba desafiando al mundo. Dicen que durante la filmación le preguntó a su amigo, el fotógrafo Howard Bingham: "¿Por qué no me dijiste que estaba tan loco?". A pesar de las muchas dudas de la Columbia, finalmente Mann y su gente llegaron a un acuerdo: "apenas" 100 millones de dólares para la producción general y si se salían de esa cifra debían pagar el excedente de su bolsillo. "Will es la única persona que podía hacer esto -dice Mann-. Se convirtió en Ali. Miro a través del lente de la cámara y me transporto. Me da escalofríos", ha dicho Mann. De eso se trata, Mann. (C. A.) |
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