Pese al peligro, los ribereños se resisten a abandonar sus casas

En Roca, siete familias están en esta situación. Sostienen que temen perder el terreno o sus pertenencias. La cantidad de evacuados en la región llegaría a 600.

ROCA (AR).- Unas siete familias que, de acuerdo con Defensa Civil, "deberían haber sido evacuadas ya hace días", se negaron ayer a abandonar sus casas, sin siquiera escuchar a los empleados municipales encargados de este tipo de tareas.
Enid Maldonado, coordinadora del organismo en Roca, recorrió las viviendas en riesgo para convencer a los vecinos que conviven con el agua en sus casas desde hace días, sobre la necesidad de que se alejen de la zona, pero después de largos minutos abandonó la tarea, al igual que en los últimos días.
"Ya no es sólo por ellos, tendrían que pensar en los menores que están viviendo en esas condiciones. Ellos van a ser los únicos responsables si algo sucede con la salud de esos nenes", aseguró Maldonado.
Es que ningún vecino acepta tener que abandonar el lugar; una actitud "irracional" para quienes observan las condiciones en las que aceptan vivir, pero atendible apenas se sabe de los temores que sienten.
"Tengo miedo a que cuando quiera volver otra familia me haya ocupado el terreno, la municipalidad no me deje entrar porque son asentamientos ilegales o me roben las tres cosas que con mi mujer logramos tener en estos años", aseguró Juan Carlos, al lado de la casilla de chapa en la que duerme desde hace tres días con su familia, luego de que el río desbordara e inundara su precaria vivienda.
A pesar de que son 39 las familias que ya abandonaron sus casas, son cientos las que aún continúan soportando el frío, la humedad y las sorpresas de un río que tampoco descansa en horas nocturnas: "De noche las familias se asustan mucho, porque el río crece mucho y parece que se nos va a venir encima. Esto pasa continuamente y nadie puede explicarnos por qué pasa", contó un vecino a este diario.
El correr de los días y las continuas crecidas del río Negro fueron transformando el paisaje costero de Roca de forma tal que resulta casi imposible no asociarlo a esta altura con el de una zona de emergencia.
Los baños químicos instalados por la municipalidad en los últimos días, decenas de familias viviendo en carpas o precarios tinglados al costado de lo que solía ser su hogar hasta hace unas semanas, los caminos anegados, las escuelas y negocios rodeados por el agua conforman una realidad más que dura para los ribereños, que nada pudieron hacer ante el avance del agua. Ayer el número de evacuados trepó a casi 140 personas, repartidas en centros comunitarios de los barrios en emergencia y en casas que el municipio alquiló en la zona.

Intensa labor

Las dos últimas jornadas fueron también intensas para el personal de Obras Públicas de la comuna roquense que empezó la reconstrucción de defensas que fueron destruidas por un "incontenible río" que también obligó a trabajar en terraplenes en la zona del Parque Bíblico y la isla 32, ante el preocupante estado de los caminos que obligó a la empresa de transporte que normalmente cubre esa zona a cambiar de recorrido. Como complemento para ayudar a los ribereños, la municipalidad entregó durante el día colchones, leña y bolsas de pan.

A disposición del Ejecutivo

ROCA (AR).- El estado de alerta y las emergencias derivadas de las crecidas del río Negro preocupan a los concejales justicialistas de Roca, que se pusieron a disposición del Ejecutivo para concretar cualquier tarea que aporte soluciones a los damnificados.
En un principio, los ediles habían convocado para este sábado a discutir ideas y plantear ayuda para esta situación. Sin embargo, ayer consideraron más oportuno sumarse a las tareas operativas que desarrolla el gobierno en la zona ribereña. En consecuencia, continuarán con el análisis interno de la problemática, según informó ayer el presidente del bloque, Alejandro Gorsky.
La reunión a la que habían convocado planteaba que legisladores nacionales y provinciales, intendentes, concejales, la AIC y el Organismo de Control de Seguridad de las Represas, representantes de la Sociedad Civil y en general trataran de encontrar soluciones rápidas para esta crisis.
"La gravedad de la situación por la que estamos atravesando los pobladores aguas abajo de las represas nos obliga a movilizarnos en búsqueda de soluciones", aseguró Gorsky.

Foto: Las condiciones de vida de los pobladores ribereños dista de ser la mejor, pero prefieren eso antes que perder lo poco que tienen.