Faltan controles en el uso de los pesticidas y los envases

En la colonia agrícola de Valle Inferior, la gente tiene a los agroquímicos como una cosa más de su vida cotidiana. Sin embargo, el mal uso de los productos y la irresponsabilidad sobre el destino que se les da a los envases pueden generar graves consecuencias en la salud de las personas, incluso la muerte. Pocos son los controles que hay desde organismos oficiales.

VIEDMA (AV)- La acumulación de envases vacíos o con agroquímicos vencidos son un foco de contaminación. Sin embargo, en la colonia agrícola del Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (Idevi) habría 3.000 recipientes que esperan recogerse. A este "caldo de cultivo" se suma cierta costumbre de mal uso de los pesticidas por parte de quienes los manipulan y la falta de controles de los organismos oficiales.
La colonia nació cuando algunos pesticidas -como el Parathion- no estaban prohibidos. Hoy se investiga si el uso de este producto causó siete muertes (ver aparte).
En la región, la gente tiene a los agroquímicos como una cosa más de su vida cotidiana. Hay innumerables anécdotas sobre intoxicaciones por haber ingerido lechuga con sedimentos de agroquímicos, o de algún quemado por curar semillas de cebolla sin usar guantes.
La demora de los entes oficiales en recoger los peligrosos recipientes terminó en 1996 en una denuncia penal ante la Justicia Federal por parte de la Fundación Nuestro Ambiente. La entidad consideró ineficiente el proceso de enterrar los envases vacíos ya que algunos habían quedado en la superficie.
Si bien no hubo imputados en la causa, tras el proceso, los técnicos sobre los que recayó la responsabilidad -sin el suficiente amparo del Estado- fueron esquivos a otros operativos para evitar ulteriores problemas de esa índole, con lo cual la inacción fue en detrimento de la propia población y el medio ambiente.
La responsabilidad mayor corre por cuenta del Estado que tiene excelentes elementos a disposición como la Ley 2.175 de Plaguicidas y Agroquímicos que no puso en práctica aún.
La norma tiene por objetivo proteger la salud humana, animal y vegetal, y mejorar la producción agropecuaria reduciendo en la mayor medida posible su riesgo para los seres vivos y el ambiente. Obliga a controlar a fraccionadores de agroquímicos que deben montar laboratorios. Sin embargo, todos fraccionan y no existen laboratorios.
Por otro lado, Salud Pública tiene como asignatura pendiente el control bromatológico de los alimentos.

La discusión

Superado el trago amargo, los profesionales e instituciones convergieron en las IV Jornadas sobre Uso de Plaguicidas y Agroquímicos en cuyo transcurso emitieron un crítico documento sobre la realidad actual de la colonia.
En esa oportunidad, se alertó sobre la acumulación de envases, plaguicidas en desuso y/o vencidos en los establecimientos es una "fuente de alto riesgo", debido a la contaminación del medio ambiente y a los accidentes toxicológicos de la población rural.
En cuanto a la horticultura propiamente dicha, especificaron que se deja de hacer en aquellos suelos degradados y avanza hacia parcelas no cultivadas o ganaderas, con suelos potencialmente productivos, por este motivo "los focos de contaminación por plaguicidas aumentan progresivamente".
Conformaron el Programa de Uso Racional de Agroquímicos (PURA) para asumir el compromiso futuro.

Una solución

La clave del trabajo conjunto no implicará darle demasiada importancia a la recolección, sino a la disposición final.
Se está a la espera de que el municipio habilite un lugar especial en el nuevo basural, ubicado a 25 kilómetros del casco urbano.
Allí se construirá una zanja revestida con plástico de dos milímetros y luego se introducirán los envases en bolsas que se traerán del campo en bolsas identificadas y cerradas.
El lugar será saturado con cal que actuará como inhinbidor de microorganismos patógenos. Alguna vez, Viedma contará con un horno pirolítico como para cumplir el paso final de su destrucción como lo marca la Ley de Plaguicidas, que por ahora es letra muerta.
Todo el procedimiento de la disposición final de los envases de agroquímicos tendrá seguridad jurídica. En realidad, el objetivo es evitar presentaciones judiciales como la iniciada años atrás por la Fundación Nuevo Ambiente.
En función de esto, el actual titular del Superior Tribunal de Justicia, Víctor Sodero Nievas, ofreció a los agrónomos que trabajarán en el operativo actuar como Juez de Amparo ante eventuales casos en que los profesionales pudieran tener algunos problemas legales vinculados con la manipulación de los envases, ya que se trata de trabajadores voluntarios.
Desde la oposición, el partido Justicialista ya reclamó que la provincia cumpla con su rol de contralor en la materia.

Foto 1: En la colonia agrícola del Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (Idevi) habría 3.000 recipientes que esperan recogerse.

Foto 2: El titular de la Cámara de Productores, Irineo Guerra, dijo que la entidad "no tiene control" sobre esto y "escapa a nuestras posibilidades".