Cutral Co y Huincul se mantienen con respirador artificial

A cinco años de la primera pueblada, reclaman soluciones.El salvataje prometido por el gobierno no satisface del todo.

CUTRAL CO-PLAZA HUINCUL (enviado especial).- A cinco años de la primera pueblada, las dos ciudades están en un mismo cuerpo que sobrevive al impulso de un respirador artificial.
En la puerta de la comarca, a pocos metros de la torre plantada en el acceso a Plaza Huincul, los ex empleados de la ex Yacimientos Petrolíferos Fiscales rinden culto al reclamo que tiene marca registrada en estas tierras: queman cubiertas y cortan la ruta.
El bloqueo, con intervalos, es parte de la vida cotidiana de este lugar y hoy superó los 30 días aunque la carpa en la que se inició la lucha fue instalada el 13 de diciembre de 2.000 frente a la refinería de Repsol YPF.
"Es una medida pacífica y es un reclamo que, sin avalar la metodología, apoyamos con distintas gestiones. No creemos que vaya extenderse", afirmó el ministro de Gobierno y Justicia de la provincia, Jorge Gorosito, para aventar los temores que despertó el informe de la SIDE -secretaría de Informaciones del Estado- que define a la zona como un "polvorín", y la asimila a las conflictivas General Mosconi y Tartagal, en Salta, donde gobierna Juan Carlos Romero, un pionero en los acuerdos en las prórrogas de contratos petroleros.
La semana pasada, en efecto, los espías del Estado confirmaron que la comarca petrolera es potencialmente tan peligrosa como General Mosconi.
En el interior de las ciudades, y puertas adentro de las casas, la gente destila frustración. Y no son pocos los que aseguran que en "cualquier momento va a pasar algo", una afirmación con algún sustento que resulta a la vez un intento por ahuyentar la desesperanza.
Las comunidad, curtida y habituada a los cachetazos, no encuentra sin embargo límites para la sorpresa. Hace 15 días, un panadero de Huincul, un ex ypefiano que estuvo en la ruta pidiendo lo suyo, terminó a balazos con la vida de media familia vecina, sumando otro triple crimen a la triste saga regional.
"El tejido social se ha resquebrajado", repiten aquí y allá en definición enciclopédica.
Y se dan ejemplos de lo mal que están los niños y jóvenes, de la falta de redes de contención, de los problemas de drogas y de alcohol, y de la falta de expectativas en general.
A la par, son muchos los que piden que se endurezcan los castigos contra los menores de 18 años y que se garantice la seguridad. Así se lo hicieron saber a Gorosito y a la subsecretaria de Seguridad Ciudadana, Alicia Comelli, el miércoles en un programa de televisión que hizo arder la línea telefónica del canal IVC.
Cutral Co está más tranquila y ordenada que hace cinco años, pero sigue cargando con una desocupación imposible: 40 por ciento de su población, según el municipio.
En Huincul, que exhibe pulcritud y una rutilante réplica del dinosaurio más grande del mundo, el índice de gente sin empleo está en la mitad de su hermana siamesa.
Son muchos los esfuerzos y también la pintura que volcó el intendente Alberto Tucho Pérez por mostrar una buena cara de su ciudad, separada por un canal de su otra mitad no admitida.
La expectativas que abrazaban la puesta en marcha la planta de metanol, cuyas torres se ven exultantes desde muy lejos, se diluyeron tan rápido como avanzó la obra. "Para esa obra casi no compran acá, hicieron bajar los alquileres a 300 pesos y ni siquiera tomaron toda la gente que capacitamos.
La mayor influencia se ve en el transporte, porque muchos viajan todos los días a Neuquén", fue la síntesis de Rubén Espinace, el presidente de la cámara de Comercio. El dirigente se queja de la falta de políticas claras de reactivación y define a la provincia de Neuquén como "una industria del empleo público", poniendo como ejemplo a la comarca.
También apunta hacia arriba, al gobierno nacional. "Ahora dicen que tenemos que esperar para el salvataje...De la forma que actúa Nación termina por darle la razón a los que cortan la ruta; parece que esa es la única forma en que nos podemos hacer escuchar", protestó Espinace. La frustración se palpa en todos lados. "Mis amigos que están estudiando afuera no quieren saber nada con volver ¿qué voy a hacer yo? la idea siempre es quedarme, aunque ahora está todo mal", dice Fernando Tapia, de 21 años, un estudiante de abogacía nacido y criado en Cutral Co.
"Cuando uno estaba en la ruta sentía que estaba por algo y no quería irse. Creo que la pueblada sirvió para mostrar que existimos, para decir que descuartizaron a YPF y que nos mataron a todos", resume la ex piquetera Verena Sandoval, una madre soltera de 43 años que no piensa bajar los brazos.
Verena afirma que siempre quiere creer "pero la realidad me dice que nada va a mejora. Igual hay que luchar". La mujer, que en los 80 organizó un sindicato de empleadas domésticas, reivindica las puebladas pero admite que "hubo mucha gente que aprovechó para sacar ventaja" y sacar beneficios "para ella sola. Pero eso siempre pasa", se consuela.
Los intendentes, el aliancista Eduardo Benítez y el emepenista Pérez, creen que no hay riesgo de un estallido social, un razonamiento apoyado en una relativa tranquilidad general y en el colchón de dudosa resistencia que representan los planes de empleo transitorio.
Las dos ciudades acumulan unas 6.000 personas entre los subsidiados y los que reclaman algún tipo de asistencia, sobre una población total estimada en 50.000 personas y una franja económicamente activa que ronda los 20.000 habitantes.
En definitiva, a cinco años de la primera pueblada, la cantidad gente sin trabajo efectivo es tanta como entonces. Y las alternativas de desarrollo, por ahora, están tan lejos como en aquellos días: la planta de fertilizantes, por la que 20.000 personas subieron a la ruta y los restantes proyectos -Chihuido II, polo químico y cerámico-.
De este menú, el único emprendimiento en marcha es la planta de metanol, que Repsol está construyendo en un predio vecino a la destilería y que finalizará a finales de este año, con una inversión superior a los 180 millones de dólares.

Al pueblo de esta ciudad "no le dan ni cinco de bolilla"

CUTRAL CO-PLAZA HUINCUL (enviado especial).- "Voy a la resistencia", solía decir José Darío Mardónez, de 68 años y ex empleado de YPF, quien al cuarto día del corte de la ruta 22, frente a la torre, cayó desparramado sobre el asfalto.
Don Mardónez sufrió un pico de presión que lo dejó cuadripléjico. Sólo puede mover los músculos de la cara y la mano izquierda. El hombre, que siempre gozó de buena salud, es uno de los alrededor de 300 ex ypefianos que se turnan para mantener la medida de fuerza que él llamaba "la resistencia".
En total, en la comarca petrolera son 2.700 los ex trabajadores de la YPF estatal que piden a Nación que les cancele el porcentaje por la venta de acciones de empresa.
Los ex ypefianos reclaman entre 80.000 y 100.000 pesos para cada uno, y se avienen a "un arreglo de partes" que no los inhibe para reclamos posteriores. Su dinero está bloqueado por la emergencia económica declarada por el Congreso Nacional a pedido del presidente Fernando de la Rúa. La mesa coordinadora nacional agrupa a los ex trabajadores de las cuencas petroleras del país, y su presidente es de Tartagal. En Cutral Co, el reclamo está sostenido también por la CTA.
"Nadie piensa en la gente, en este país a nadie le importa nada. Mire cómo quedó mi papá por pedir lo que le corresponde", se lamenta Norma, una de las hijas de José Darío.
"A este pueblo no le dan ni cinco de bolilla ¿Cuándo van a tomar conciencia? ¿Por qué buscan agotar a todo el mundo?", interroga Norma, sin encontrar ninguna respuesta.
Desde el accidente, la mujer debió dejar a su familia en Neuquén e instalarse en la casa de su padre. "De no ser porque no quieren pagarle, nunca le hubiera pasado nada", repite Norma en medio de un llanto. Don Mardónez está inmóvil sobre su cama. Allí, sobre el lecho, sólo sus ojos expresan algo parecido al dolor.
Mientras hablan Norma y Juan Carlos Campos -uno de los representantes de los ex ypefianos- de fondo se escuchan los mazazos que rompen el paredón que facilitará el paso de la camilla en que se trasladará al anciano de cuerpo inerte. La familia de Mardónez espera que se autorice el traslado a Neuquén. "El vive solo en Cutral Co porque siente que éste es su lugar, pero así como está tenemos que llevarlo a Neuquén", explicó Norma, quien cuida al anciano con la ayuda de una enfermera.