Jueves 26 de julio de 2001 | ||
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Análisis: Esta vez fue "Chau, Caballo" |
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Al lanzar su violento ataque contra las empresas petroleras, el magnate sindical Guillermo Pereyra compró su salida del gobierno de Jorge Sobisch por la vía express. Ocurre que las empresas del sector son para el líder emepenista las principales "aliadas" de su proyecto de poder político-económico. En realidad este sindicalista de porte padrinesco que responde al sesudo apelativo de "El Caballo" protagonizó un ataque similar en setiembre de 1999, sólo dos meses antes de que Sobisch asumiera y eso no impidió que éste lo premiara con la cartera de Trabajo. Pero ahora las cosas son diferentes, Sobisch ejerce el poder y no es cuestión de que nadie se confunda. Lo del "99 fue grueso pero esta vez hubo yapa: a los "aprietes" con armas de fuego, los destrozos y el pillaje se sumó el riesgo de que faltara el gas. Por desgracia, más allá de los avatares políticos nadie parece dispuesto a poner coto a las conductas mafiosas. Ni siquiera las empresas, víctimas de una forma de sindicalismo que de algún modo consienten al aceptarlo como interlocutor. Héctor Mauriño |
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