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Por el momento, los recortes se aplicarán desde $ 500

Nosiglia, detrás de todas las decisiones

No se trata de un regreso, porque nunca se fue. Lo cierto es que desde hace largo tiempo no se lo veía actuar con tanto ahínco. "Coti" Nosiglia, ex ministro alfonsinista y el principal operador del oficialismo, puso en juego toda su experiencia para ayudar a la aprobación del ajuste que tuvo su media sanción en Diputados.

Desde que la crisis financiera azota al Gobierno, Nosiglia se convirtió en una de las espadas de Fernando de la Rúa en la búsqueda de acuerdos multilaterales. La actividad del denominado "monje negro" fue notable en las últimas semanas: hizo de interlocutor en la disputa del Presidente con Raúl Alfonsín, que se negaba a apoyar el recorte; acercó las posiciones del cavallismo y el alfonsinismo; se reunió con sus amigos sindicalistas para que bajen el tono de las críticas; y le pidió "colaboración monetaria" a los banqueros para salvar la situación más complicada que recuerde la Argentina de los últimos años.
Y algunas cosas cambiaron: acostumbrado a moverse tras bambalinas, sin dar la cara y en las zonas más oscuras de la política, esta vez pareció dispuesto a mostrar sus movimientos. Nunca como antes se lo vio entrar tantas veces a la Residencia de Olivos. El mismo Presidente reconoció que durante los dos últimos fines de semana el operador radical fue uno de sus "hombres de consulta" en los campamentos interminables de la quinta oficial.
La consultora Giacobbe y Asociados, que mide la aparición de las personalidades en los medios gráficos, distinguió a Nosiglia como el octavo político con más menciones en los diarios (todo un logro para un dirigente que no da entrevistas hace doce años) y que durante la semana pasada tuvo más menciones que en la semana del escándalo de las coimas en el Senado, cuando el Coti apareció imputado como uno de los supuestos negociadores aliancistas con los legisladores de la oposición para lograr la aprobación de la nueva ley laboral.
Incluso dentro del partido muchos se sorprendieron con la nueva actitud del "monje negro". Y dan diferentes versiones. Un diputado que integra las filas nosiglistas dice: "A él no le gusta mostrarse, pero esta vez era imposible pasar desapercibido, porque la situación lo obligaba. Nadie puede actuar en estas circunstancias mejor que Coti, porque con el gobierno debilitado se necesita muñeca política y contactos con la oposición para sacar las cosas adelante". En cambio, un funcionario delarruista asegura que Nosiglia "infló" su participación en las negociaciones: "Necesita mostrarse como poderoso. Si bien el Presidente le encarga tareas, no son tan importantes como él las hace aparecer. La verdad es que todos hablan con él, pero estas semanas no se sentó en ninguna de las mesas donde se definió el futuro del país".
Sea como fuera, sus operaciones políticas siguen provocando sospechas. "Nada en él indica pureza", ríe Federico Storani, ex ministro del Interior. Es notable, por otra parte, observar la forma en que Nosiglia actúa como "doble agente", al tiempo que mantiene excelente relación con los gobernadores radicales y fluidos contactos financieros que esta semana resultaron cruciales. (ABA)

Doble espía

A poco de que Cavallo presentara su plan de ajuste, Coti se convirtió en el nexo entre el Gobierno y el enojado Alfonsín. Por un lado, llevó las propuestas de la UCR a su amigo Chrystian Colombo, para que se incluyeran en el proyecto de "déficit cero" oficial. El lunes 16 se reunió con Caro Figueroa, escudero cavallista, en la casa de Mario Brodersohn, para transmitirle al ministro de Economía las solicitudes radicales, cuyo objetivo era "no ajustar sobre los que menos tienen". Pero, a su vez, también actuó como operador gubernamental para aflojar la postura del titular de la UCR. Dos veces acompañó al propio Colombo al departamento de Alfonsín, donde el jefe de Gabinete concurrió para aclarar las "dudas" del dueño de casa.
"Le tienen desconfianza de los dos lados. Tanto Alfonsín como De la Rúa saben que no les es fiel a ninguno, pero a la vez, ese tono de neutralidad sirve para las negociaciones", explica un senador que supo acompañarlo en la Coordinadora. ¿Qué es, entonces, lo que motiva a Nosiglia? Nadie puede contestar esta pregunta con seguridad. La mayoría asegura: quiere mostrarse imprescindible, porque en la necesidad reside su poder. Otros creen que es una "actividad innata". "Cuando las cosas se complican, él comienza a moverse por instinto. No recibe órdenes de nadie, pero se anima a acordar con cualquiera, con tal de cerrar posiciones", describe Cristina Guevara, diputada nosiglista.

Contactos financieros

También puede verse su muñeca detrás del acuerdo alcanzado la semana pasada entre los gobernadores radicales y el Gobierno . Nosiglia tiene excelente relación con casi todos los mandatarios del partido (especialmente con Verani) y fue uno de los "garantes" del pacto: apoyó el ajuste a cambio de dinero fresco para las provincias. Para esa operación recurrió a sus contactos financieros. Fue Coti el negociador "informal" con banqueros para crear un fondo fiduciario para garantizar el pago de salarios en el interior hasta fin de año.
Su amigo Guillermo Stanley, vicepresidente del Citibank, fue el interlocutor. Nosiglia y Stantey son viejos conocidos y suelen acordar tareas conjuntas para acercar al radicalismo a los intereses financieros. Por eso, fue Stanley quien organizó un encuentro de Nosiglia con los banqueros Escassany y Sacerdote. El operador, sin mayores preámbulos, les pidió "colaboración" con el Gobierno. Cavallo, que no suele sentirse cómodo cerca de Nosiglia, luego cerró y rubricó el acuerdo: los bancos adelantarán impuestos por 500 millones de pesos y refinanciarán Letes con un "interés patriótico".