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Siguen la violencia y el desacuerdo entre lasgrandes potencias
Presión a Israel para que acepte observadores
El único punto en el cual los países del G-8 llegaron a un acuerdo total es en la necesidad de que Israel acepte el envío de mediadores imparciales para evitar la ruptura de la tregua.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se sumó ayer al llamado realizado por sus pares del G-8 a Israel para que acepte el desempeño de observadores internacionales en Medio Oriente.
En una declaración conjunta emitida en Génova, los líderes del G-8 (grupo de los siete países más industrializados, sumada Rusia) remarcaron que "una tercera parte monitora" resulta esencial para aliviar las tensiones entre israelíes y palestinos. "La situación en Cercano Oriente representa un grave peligro", señala el documento firmado por Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón.
"Se perdieron demasiadas vidas. No podemos quedarnos a un costado mientras la situación se deteriora. Urge una acción inmediata", agregaron los líderes de estos países, reunidos en la cumbre del G-8 en Génova, Italia.
Los firmantes llamaron a una "urgente implementación" de las recomendaciones presentadas por la Comisión Mitchell, como "único modo de avanzar" hacia una solución del conflicto. Esta comisión, encabezada por el ex senador estadounidense George Mitchell, fue conformada para analizar el estado de violencia en la región y sus posibles modos de solución. "El período de enfriamiento debe comenzar lo antes posible (...) La violencia y el terrorismo deben terminar", agrega el documento.
El envío de observadores fue reclamado reiteradamente por los palestinos, pero los israelíes rechazan la propuesta.
El presidente palestino Yasser Arafat acusó ayer a Israel de aumentar la violencia en Oriente Medio e instó a los líderes del G8 a detener la "agresión" israelí en Cisjordania y en la Franja de Gaza.
Este llamamiento coronó una semana de violencia entre israelíes y palestinos.
"Hay un intento israelí de continuar con la escalada de violencia. Asumen que esta escalada los beneficiará, pero no es así (...) porque ahora está claro para los participantes de Génova que existe una seria escalada israelí", dijo Arafat a los periodistas en su sede en la Franja de Gaza.
"Insto al G8 a tomar una decisión dura contra Israel para que termine con esta agresión", dijo tras conversar con el enviado ruso para Asuntos del Medio Este, Andrei Vdovin.
Le piden "salvoconducto" a Rusia
GENOVA (ANSA) - Estados Unidos pedirá a Rusia un "salvoconducto" para poder proseguir sus pruebas de su escudo espacial de defensa, pese a los límites del Tratado de Misiles Antibalísticos (ABM) de 1972 que firmaron ambos países.
El presidente George W. Bush hablará ayer con su colega ruso, Vladimir Putin, pero la Casa Blanca no prevé un acuerdo pero espera progresos.
Será la segunda reunión entre ambos mandatarios después de la realizada el 16 de junio pasado en Eslovenia y según fuentes norteamericanas hará saber que rechazará el acuerdo acerca de las armas biológicas y bacteriológicas.
Esta será una nueva señal del gobierno republicano. Otro no a un pacto internacional, como el de Kyoto sobre el ambiente, la insistencia para superar el AMB y el freno a la ratificación de los acuerdos por test nucleares.
El rechazo al protocolo del tratado en contra de armas biológicas y bacteriológicas será oficializado el próximo lunes en Ginebra, donde las negociaciones están en curso desde hace seis años y teóricamente deberían finalizar en noviembre, informaron fuentes de la Casa Blanca en Génova. Un portavoz explicó que "falta mucho por hacer" para que el protocolo garantice el respeto de la prohibición y ponga reparos a agujeros negros del texto para que Estados Unidos pueda aceptarlo.
Como Washington piensan muchos países europeos y asiáticos, dijo la fuente.
El tratado fue ratificado por 143 países pero Estados Unidos no quiere aceptar compromisos que no garanticen al 100% los intereses norteamericanos.
Ese criterio de negociación será la estrella de la política exterior estadounidense que intentará guiar Bush en su encuentro con Putin.
Según voceros de ambas partes, los mandatarios ponen energías en Génova por la reunión de hoy más que en la del Grupo de los Ocho, los siete industrializados más Rusia.
Los consejeros de Bush intentan lograr despejar con esta cumbre los ecos negativos hacia Washington y su intento de construir un escudo espacial por parte de Moscú y Pekín, tras la reciente visita del presidente chino, Jiang Zemin, a la capital rusa.
Desconfían de la propuesta de Bush
No pocos se frotan los ojos: El "grande" del G-8, el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, aparece en Génova, en la cumbre como "el campeón" de los países pobres.
Bush aseguró que "el ingreso de los pobres de este mundo en el círculo, cada vez más amplio, del desarrollo" era una de las prioridades de su política exterior.
Poco antes, sorprendió al Banco Mundial con la propuesta de convertir en ayudas el 50% de los 4.000 millones de dólares que anualmente se conceden en forma de créditos a los países más pobres en vías de desarrollo.
Los seis miembros restantes del G-7 prometieron "estudiar el creciente uso de ayuda para inversiones sociales prioritarias como la educación y la salud". Pero en realidad nadie estaba realmente entusiasmado con la idea de dar a los necesitados más regalos. Se teme que al Banco Mundial se le escape el dinero y que no puedan seguir financiando sus programas de desarrollo o que las cajas de los países pudientes tengan que aportar refuerzos.
En ello no hay nada de malo, contraatacaron los estadounidense en Génova. Los créditos del Banco Mundial a los países más ricos tienen bajos intereses y se pagan tras un plazo de diez años. "En el plazo de esos diez años no hay una diferencia si se trata de una ayuda o de un crédito", dijo un funcionario del gobierno. "No hay diferencia en lo que respecta al "cash flow" (la entrada del capital) del banco".
Antes que dar créditos se podrían dar ayudas selectivas y hacerlas dependientes de los resultados. Con ello se intenta dar un "elemento de disciplina", que sirva para atraer inversiones y finalmente el ansiado crecimiento económico.
Al cabo de los diez años se vuelve a conversar de finanzas con el Banco Mundial y tal vez eso no sea un problema si la ayuda ha resultado exitosa, expusieron los estadounidenses, siempre tan prácticos.
Los artistas cuestionan la deuda
Génova, Italia (EFE) - El líder del grupo irlandés U2, Bono, y el cantante británico Bob Geldof condenaron los sucesos violentos ocurridos durante la Cumbre del G-8 (los siete países más industrializados y Rusia) y recordaron la necesidad de cancelar "sin condiciones" la deuda externa de los países pobres.
"Nosotros somos más peligrosos que los cóctel molotov, ya que transmitimos una imagen positiva y, con ello, logramos sacar adelante nuestra iniciativa", aseguró Bono.
El cantante irlandés y Geldof son promotores del movimiento "Drop the debt" (cancela la deuda) que pide a los países ricos que condonen sin condiciones la deuda de los países en desarrollo.
Presente en la ciudad mediterránea para tratar de sensibilizar a los líderes mundiales sobre este aspecto, Bono aseguró estar "conmocionado" por la muerte el viernes de un joven manifestante italiano por disparos de la Policía y señaló que "la violencia es siempre injusta". Sin embargo, admitió que la "rabia en las calles es comprensible ante la obscenidad de un planeta dividido en ricos y excluidos".
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