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Optimismo económico y perdón de deudas
Los países más poderosos dieron un amplio apoyo a la Argentina
La muerte de un manifestante opacó el encuentro
Joven fue baleado en los disturbios en Génova.
Una nube de humo negro y gases lacrimógenos cubrió el puerto italiano de Génova, mientras decenas de miles de manifestantes daban rienda suelta a su ira contra los líderes de los países más ricos del planeta, que se reunieron para evaluar el estado de la economía mundial.
La muerte de un manifestante en el momento más álgido de las protestas enlutó la cumbre de tres días cuando apenas acababa de empezar. El incidente dejó en un segundo plano asuntos como una promesa de los líderes del G8 de donar más de 1.000 millones de dólares para combatir el sida y un comunicado según el cual el panorama económico a largo plazo de Estados Unidos y Europa luce bien, a pesar de la desaceleración actual. También el compromiso de condonar 53.000 millones de dólares a los países más pobres del mundo.
Sin embargo, afuera del palacio, que se encuentra dentro de la zona roja donde está pohibido el acceso, se produjeron verdaderas batallas campales entre policías y manifestantes radicalizados.
La policía dijo que en las batallas callejeras contra los manifestantes resultaron heridas unas 185 personas (dos de ellas hospitalizadas de gravedad) entre miembros de las fuerzas de seguridad, manifestantes y periodistas.
Otras 100 personas fueron arrestadas, cuando las fuerzas de seguridad intentaban a las olas de manifestantes alejadas de la cercada "zona roja" del centro de la ciudad.
La muerte del joven anarquista Carlo Giuliani, la primera en la serie de disturbios ocurridos en los últimos dos años en reuniones internacionales de este tipo desde 1999, ocurrió cuando un grupo atacó con piedras un vehículo de carabineros.
El joven manifestante recibió dos disparos en la cabeza después que lanzó un extintor de fuego contra el vehículo Luego cayó al piso y un vehículo de los carabineros le pasó por encima, dijo el fotógrafo de Reuters. La policía confirmó luego que había muerto.
Una médica que había seguido a los miles de manifestantes que protestaron por Génova durante todo el día dijo que el hombre fue baleado dos veces en la cabeza en la Plaza Alimonda, a unos dos kilómetros del Palacio Renaissance Ducal, donde estaban reunidos los líderes del Grupo de los Ocho (G8).
"Fue alcanzado dos veces, una en la frente y otra en la mejilla izquierda", dijo a Reuters la doctora Valeria Valerio, una médica del grupo contrario a la globalización Foro Social de Génova.
La muerte del manifestante causó consternación entre los líderes mundiales y los dejó buscando una manera de poner fin a la violencia que ahora los persigue por todas partes.
El presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampli, expresó: "Estoy conmocionado y profundamente triste por esta joven vida que se ha desperdiciado. Me dirijo a los manifestantes y los urjo a frenar esta violencia ciega de inmediato".
"Lamento lo que pasó. Es contrario a los esfuerzos, el trabajo que el G8 ha llevado adelante para combatir la pobreza y las epidemias en el mundo", dijo por su parte el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
El primer ministro británico, Tony Blair, lamentó el que los líderes del mundo quedaran atrapados por las protestas. "Preferiríamos estar ahí afuera, en circunstancias normales, para poder reunirnos con la gente", dijo Blair. "Pero no podemos porque algunos de estos manifestantes son tan violentos".
Por su parte, el presidente estadounidense, George W. Bush, calificó al hecho de "trágico" y "altamente lamentable".
El grupo de médicos ganadores del Premio Nobel de la Paz "Médicos sin Fronteras" afirmó que la violencia distrae de los verdaderos temas de justicia. "Tomamos una aguda distancia de todo tipo de violencia ... tanto sea del lado de los manifestantes radicales como de parte de la policía". El presidente francés, Jacques Chirac, llamó al diálogo con los manifestantes que estaban expresando lo que él consideró verdaderas inquietudes. "No hablo de alborotadores, sino personas que tienen preocupaciones que deben ser escuchadas", dijo.
Algunos manifestantes se acercaron a unos 300 metros del Palacio Renaissance Ducal, donde Berlusconi dio la bienvenida a los líderes con un suntuoso almuerzo antes del inicio oficial de la cumbre a las 15.00 hora local (10 de la Argentina).
Seguros tras los muros de contención, los líderes de Estados Unidos, Japón, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Canadá e Italia, que integran el G7, alcanzaron un optimista consenso sobre el estado de la economía mundial, pero su optimismo no pareció impresionar a los activistas se congregaron afuera. También discutieron sobre pobreza, hambre y la crisis del sida con líderes de seis naciones en desarrollo y el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan.
Seguirán con las protestas
Los manifestantes antiglobalización prometieron que hoy saldrán nuevamente a las calles, luego de que un joven muriera ayer alcanzado por disparos de la policía, en el primer día de la cumbre del G-8 en Génova.
Ignorando los llamados a la moderación, organizadores de las protestas antiglobalización afirmaron que las manifestaciones seguirán mañana, el segundo día de los tres que durará la reunión del G-8.
Vittorio Agnoletto, líder del grupo Foro Social Génova, señaló que una "masiva protesta pacífica" comenzará a las 14:00 local (9 de la mañana de Argentina).
La muerte del joven de 20 años ensombreció la Cumbre del G-8 en Génova, con los líderes y organizaciones no gubernamentales instando a los manifestantes a detener la violencia.
La violencia se desencadenó luego de que los manifestantes intentaran penetrar en la zona de seguridad donde se efectuaba la reunión del G-8.
Un supermercado y estaciones de gas fueron saqueadas, mientras que varios bancos también eran blanco de ataques. Además bombas incendiarias fueron empleadas para que ardieran vehículos en medio de escenas caóticas, con personas huyendo de las nubes de gas lacrimógeno y los carros lanzaaguas.
Barricadas de basura ardiendo fueron utilizadas para bloquear las calles y los manifestantes lanzaron cócteles molotov y piedras contra los uniformados.
La violencia involucró a algunos de los estimados 120.000 manifestantes que convergieron en Génova, frente a unos 20.000 policías y paramilitares que protegían el encuentro.
Cómo fue la escaramuza que terminó en tragedia
Parecía simplemente otra escaramuza en una tarde de ira. Nadie se imaginaba que terminaría en la muerte repentina de un joven manifestante en contra de la globalización en una calle de Italia.
Tras cinco horas y media de manifestaciones contra la globalización el viernes, doblé por una esquina en una calle angosta frente a la Piazza Tommasseo de Génova.
Decenas de jóvenes lanzaban piedras contra la policía antisdisturbios, que respondió el ataque con bombas lacrimógenas.
Fue una escena que se repitió una y otra vez el viernes en este antiguo puerto.
De repente, un pequeño grupo de manifestantes, en su mayoría con cascos o máscaras, se acercó al jeep de una patrulla paramilitar de carabineros que tenía alambres en las ventanillas y varios soldados adentro.
Los manifestantes apedrearon el vehículo, luego saltaron sobre su techo y comenzaron a romper sus cristales con barras de metal y pedazos de madera, mientras adentro los carabineros gritaban.
Uno de los manifestantes, vestido con pantalones vaqueros, una camiseta sin mangas y un pasamontañas negro, tomó un extintor de fuego que estaba en el suelo.
El hombre levantó el extintor sobre su cabeza con ambas manos y rompió la ventanilla trasera del vehículo. Del interior del auto salieron dos disparos y el manifestante cayó al suelo.
El manifestante cae herido .
El vehículo dio marcha atrás sobre el cuerpo tendido, luego cambió de dirección y se alejó velozmente.
Del ojo derecho del hombre brotaba sangre, mientras un manifestante trataba en vano de resucitarlo, pero estaba muerto. (Reuters)
El primer "mártir" de los grupos antiglobalización
GENOVA (ANSA).- El joven anarquista italiano de 23 años que murió ayer al ser baleado por un carabinero se convirtió en la primera víctima fatal del movimiento de protesta antiglobalización, que ha actuado en las numerosas cumbres del G-8, Europa y de los organismos internacionales como el Banco Mundial y el FMI.
Se trata de Carlo Giuliani, nacido en Roma pero residente en Génova, hijo de un sindicalista de clase media, pertenecía al grupo de activistas anarquistas de Punk Bestia, informaron fuentes policiales.
Giuliani murió en medio de los violentos disturbios que sacudieron ayer a Génova tras la inauguración de la cumbre de los líderes de las naciones más poderosas del mundo. El joven muerto ayer se transformó así en la primera víctima mortal de los militantes reunidos en el denominado "Pueblo de Seattle".
Desde que comenzaron las protestas antiglobalización, en Seattle en 1999, el balance de los disturbios en distintas cumbres en Praga (República Checa), Niza (Francia), Cancún (México) Nápoles (Italia) y Quebec (Canadá) siempre se contó en heridos y detenidos, nunca en muertos. En junio pasado, durante la cumbre europea de Gotemburgo, un joven sueco que había resultado gravemente herido durante días se debatió entre la vida y la muerte, pero sobrevivió.
El fallecido Carlo Giuliani vivía de la limosna, era militante desde la época del colegio secundario y en los últimos tiempos se había incorporado a los Punk Bestia, un grupo de militantes anarquistas.
Era hijo de Giuliano Giuliani, un sindicalista de la centrista Confederación General Italiana de Trabajadores (CGIL, por sus siglas en italiano) que había comenzado su carrera gremial en Roma hace unos veinte años. Luego fue transferido a Génova, en el noroeste de Italia: hasta allí había ido con su mujer, y sus dos hijos.
Carlo Giuliani vivía con el padre, separado, y una hermana. Uno de los compañeros del colegio secundario de la víctima, Enrico, también de 23 años, contó: "En la escuela siempre estaba involucrado políticamente y con nosotros había organizado la ocupación del colegio a mediados de los noventa. No sabía que se había hecho punk".
El joven alcanzado había estudiado en el colegio secundario Leonardo da Vinci, de Génova, en el barrio residencial de Castelleto.
Perfil: Quiénes forman el "pueblo de Seattle"
El "pueblo de Seattle" es un universo multicolor de siglas, organizaciones no gubernamentales, movimientos, asociaciones y partidos políticos que tienen en común su postura negativa hacia la globalización económica del capitalismo actual
El "pueblo que se opone a la globalización" se forma desde el ala más moderada (misioneros, monjas y movimientos católicos) hasta la más radical (autónomos y anárquicos), pasando a través del mundo ecopacifista, los sindicatos, las asociaciones de comercio equitativo y solidario, los centros sociales de los "mamelucos blancos" y los centros sociales aliados radicales (Cobas).
La siguiente es, en grandes líneas, la geografía de los que se oponen al G8:
-Católicos: monjas, misioneros, asociaciones laicas de voluntariado y grupos juveniles.
-Moderados: Asociaciones ambientalistas, pacifistas, del comercio equitativo y solidario, organizaciones del tercer sector (ONG"s), asociaciones antirracistas y de inmigrantes, asociaciones feministas, culturales y recreativas.
-Desobediencia civil no violenta: Los "mamelucos blancos". Manifiestan con instrumentos defensivos (cascos, escudos, neumáticos de camión) y no ofensivos. Entre las siglas están Ya Basta, casa Zapata, Leocavallo, Terra di Nessuno, la Talpa y el Orologio.
-Red para los derechos globales: es la coordinación que reúne Confederación de Base, el 80% de los centros sociales italianos, forum ambientalistas y antiimperialistas, colectivos feministas.
-Grupos que no adhieren al Genova Social Forum: anárquicos, punk bestia, separatistas vascos. La policía los divide en cuatro bloques: - rosa (moderados), amarillo (resistencia pasiva), azul (autónomos) y negro ( no organizados).
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