Viernes 6 de julio de 2001

 

Absolución para Torres y Minervini

 

Se trata de las causas denominadas conexas, es decir las que se desprendieron de la principal del triple crimen y que investigaban un posible encubrimiento de parte de los uniformados.

  CIPOLLETTI- El comisario José Luis Torres y el sargento Luis Minervini fueron absueltos "por el beneficio de la duda" en sendas causas por encubrimiento, conexas con la del triple crimen.
La decisión fue anunciada por la Cámara Segunda del Crimen luego de la lectura de la sentencia de la causa principal, y en el caso de Minervini el fallo fue por mayoría, ya que la jueza María Evelina García votó en disidencia. Antes de esta lectura, habían sido condenados a prisión perpetua Claudio Kielmasz y a 18 años de prisión Guillermo González Pino.
El comisario José Luis Torres estaba acusado de "plantar" una billetera que supuestamente involucraba a Hilario Sepúlveda, en el triple crimen, en oportunidad de realizarse un rastrillaje en la zona del paraje "el 30", en los primeros días de investigación.
La acusación contra Torres fue formulada por el sargento Ricardo Carlos Solís, quien dijo haber visto al comisario ocultar una billetera que decía "Pelado", sobrenombre de Sepúlveda y un número de teléfono, debajo de una tapa de chapa, durante una inspección ocular, en una casilla rodante abandonada.
Según Solís, poco después de colocar la billetera, Torres llamó a los otros participantes en el procedimiento comunicándoles el hallazgo.
Aunque el procedimiento se realizó el primero de diciembre de 1997, Solís recién formuló la denuncia seis meses después.
Solís alegó que no hizo la denuncia antes, esperando ver cómo seguía la maniobra que él consideraba de "encubrimiento" y que no tenía garantías en la policía para hacerla antes.
Los jueces dijeron que en el careo al que fueron sometidos Torres y Solís mantuvieron sus dichos, al tiempo que los otros participantes del operativo en que se encontró la billetera no recordaban nada anormal del episodio.
En el juicio se comprobó que la billetera era propiedad de un joven de apellido Gonzelman, que la había perdido varios años atrás y el número de teléfono correspondía a un familiar suyo.
La fiscalía y la querella habían pedido una condena de tres años de prisión efectiva, pero los jueces dictaron la absolución de Torres por el beneficio de la duda en el delito de encubrimiento por unanimidad.
Al mismo tiempo se dispuso investigar a un suboficial de apellido Sánchez por falso testimonio.

El caso Minervini

En cuanto al sargento Luis Minervini estaba acusado de instigar al falso testimonio en una causa referida a la presentación de Ruth Fuentes como supuesta autora de un llamado telefónico, intentando orientar la investigación hacia Sepúlveda e Hilario Huenchumir.
El llamado -según sus dichos- supuestamente se había realizado el 11 de noviembre de 1997 a las 9.30; 20 minutos antes de que se informara a la subcomisaría 69 del hallazgo de los cuerpos de las tres jóvenes en los olivillos.
La mujer supuestamente había sido "preparada" para que se autoadjudicara el llamado, a cambio de lo cual Minervini lograría "sacarle" una causa por robo que la involucraba y por la que debería declarar algunos días después.
El Tribunal no descartó que la mujer le haya mentido a Minervini en sus declaraciones, con la esperanza de mejorar su situación ante la justicia.
"El mismo Minervini ha demostrado, con su actuación y con sus dichos, que era un investigador improvisado, con una notoria tendencia a sacar conclusiones apresuradas y con escasos fundamentos, lo que no descarta la posibilidad de que alguna de sus conclusiones fuera correcta", dijeron los jueces.
Los jueces César López Meyer y Juan Máximo Rotter coincidieron en dictar la absolución de Minervini, mientras que la jueza García votó en disidencia.

Seguridad reforzada en la ciudad

CIPOLLETTI (AC).- Ante el anuncio de la realización de una marcha "ruidosa" que iba a finalizar a las 15 en el sindicato de Luz y Fuerza, desde la Unidad Regional Segunda se decidió reforzar la presencia policial.
El temor a que se produzcan incidentes se palpaba en los jefes policiales, por lo que no se querían correr riesgos.
De todos modos, no hubo que lamentar más que algunos cánticos en contra de los uniformados que se encontraban apostados en el vallado del salón donde se daba lectura a la sentencia.
Desde que comenzó el juicio por la muerte de las tres jóvenes cipoleñas, se afectaron unos 60 uniformados en el interior y exterior del recinto.
Sin embargo, ayer la cifra fue notablemente incrementada, y unos 150 policías formaron parte del operativo.
Además de los efectivos de las comisarías cipoleñas y de otras unidades policiales del Alto Valle, se dispuso que tres grupos del Bora se trasladaran a Cipolletti.
Los integrantes del grupo elite de la Policía rionegrina, tuvieron distintas funciones. Unos pocos quedaron en la zona aledaña al juicio, mientras que el resto recorrió las calles cipoleñas para prevenir cualquier delito.
"Quienes están en el ambiente delictivo saben que hoy (por ayer) la mayoría de los uniformados de Cipolletti van a estar afectados al juicio. Trasladamos a varios grupos del Bora para que se encarguen de la seguridad en el resto de la ciudad, ya que no queremos tener ninguna sorpresa", se informó ayer desde la Unidad Regional Segunda.

   
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