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Tuve la siguiente señal en Frisco donde, después de una noche de sueño excelente en un viejo hotel del suburbio, voy a ver a Monsanto a su librería City Lights y él sonríe y se alegra de verme, y dice "íbamos a visitarte la semana que viene, tendrías que habernos esperado", pero hay algo más en su expresión - Cuando nos quedamos solos me dice "Escribió tu madre diciendo que murió tu gato".
Por lo general la muerte de un gato significa poco para la mayoría de los hombres, mucho para unos pocos, pero para mí, tratándose de ese gato, era exacta y sinceramente y no miento, como la muerte de mi hermano menor - Quería a Tyke con toda mi alma, era mi bebé, cuando era cachorro dormía en la palma de mi mano con la cabecita colgando, o ronronea durante horas, mientras lo sostenía así, caminando o sentado. Era como una pulsera de piel enrollada en mi muñeca, yo lo enroscaba en mi muñeca o lo dejaba colgando y él ronroneaba y ronroneaba y aun después, cuando creció, lo seguí sosteniendo en esa posición, podía sostener a ese gato grande en ambas manos con los brazos estirados sobre la cabeza y él ronroneaba, confiaba ciegamente en mí - Y cuando abandoné Nueva York para retirarme a los bosques lo besé con mucho cariño y le pedí que me esperara, "Attends pour mué kitigingoo" - Pero mi madre contaba en la carta que había muerto ¡LA NOCHE DESPUÉS DE QUE YO ME FUERA! - Pero tal vez me comprenderán mejor si leen ustedes mismos la carta:
"Domingo 20 de julio de 1960, Querido hijo: Imagino que no te gustará mi carta porque no tengo más que malas noticias para contarte. Realmente no sé cómo decirte esto, pero arriba el ánimo querido mío. Atravesemos el infierno de una vez. El pequeño Tyke se ha ido. Estuvo bien todo el sábado y parecía estar recuperando sus fuerzas, pero después a la noche tarde yo estaba mirando por televisión una película de trasnoche. Alrededor de la 1:30 de la mañana, cuando empezó a vomitar y a respirar mal, me acerqué a él e intenté aliviarlo, pero no sirvió de nada. Temblaba como si tuviera mucho frío, y entonces lo envolví con una frazada, luego comenzó a vomitarme encima. Y fue lo último que hizo. No hace falta que te cuente cómo me siento y todo lo que sufrí. Me quedé levantada hasta el amanecer e hice todo lo posible por revivirlo pero fue inútil. A las 4 de la mañana comprendí que se había ido para siempre y a las seis lo envolví en una manta limpia - y a las 7 de la mañana salí a cavar su tumba.
Nunca, en toda mi vida, hice algo tan triste como enterrar a nuestro querido Tyke, que era tan humano como tú y yo. Lo enterré bajo las ramas de la madreselva, en un rincón, frente a la cerca. No puedo dormir ni comer. Me quedo todo el tiempo mirando y espero verlo entrar de nuevo por la puerta del sótano diciendo Ma Ou. Me siento enferma y ocurrió también algo muy extraño cuando enterré a Tyke: los mirlos que alimento durante todo el invierno parecían saber lo que pasaba. Hijo mío, no es mentira. Había montones revoloteando y chillando alrededor de mi cabeza, y se quedaron parados sobre la cerca una hora después de que Tyke descansaba ya bajo tierra - es algo que nunca olvidaré - Me hubiera gustado tener una cámara ese momento, pero Dios y yo lo vimos y sabemos qué fue lo que ocurrió. Querido mío, aunque sé que esto va a hacerte s mucho, tenía que contártelo de alguna manera... Estoy enferma pero no del cuerpo sino del alma... No puedo creer ni entender que nuestro pequeño Tyke no esté más - que ya no lo veré entrando en su "cucha" o caminando por el pasto... PD.Voy a tener que desarmar la "cucha" de Tyke, no tolero salir al jardín y verla vacía -como está. Bueno querido, escríbeme pronto y cuídate. Rézale al auténtico "Dios" - Tu Mamá X X X X X X."
Entonces mientras Monsanto me contaba las novedades y estaba sentado, sonriendo con felicidad, que es como se siente mayoría de la gente después de un período extenso soledad en los bosques o en una cama de hospital, PUM, se me hundió, corazón, se hundió con el mismo desamparo extraño e idiota que cuando aspiré aquel aire aciago en la costa del mar –Todas las premoniciones empiezan a anudarse.
Monsanto advierte que estoy espantosamente triste, ve sonrisa (la sonrisa que se me dibujó en Monterrey solamente por el hecho de estar otra vez en el mundo después de la s dad, cuando recorrí las calles mirando todo con la expresión asombrada de la Mona Lisa) - Ve ahora cómo esa sonrisa se derrite lentamente transformándose en una mueca de desasosiego- Desde luego él no puede saber, porque nunca se lo conté y no quiero hacerlo ahora, que la relación con mi gato y con todos los otros gatos que tuve ha sido siempre ligeramente loca: una especie de identificación psicológica entre los gatos y mi hermano muerto Gerard, que me enseñó a querer a los gatos cuando yo tenla 3 o 4 años y nos acostábamos con la panza pegada al piso y los observábamos mientras tomaban leche Se trataba realmente de la muerte del "hermanito" Tyke - Al verme tan deprimido Monsanto dice Tendrías volver a la cabaña y quedarte unas semanas más - ¿o vas a emborracharte otra vez?" - "Voy a emborracharme otra vez, sí" - Porque de todos modos hay tantas cosas que preparar, mucha gente esperando, imaginé en los bosques mil fiestas salvajes - En realidad es una suerte que me haya enterado de la muerte de Tyke estando en la excitante y amada San Francisco, si hubiera estado en casa cuando murió podría haber enloquecido en cualquier otra dirección, pero aunque ahora corrí a emborracharme con mis amigos y mientras bebía asomaba cada tanto esa fugaz sonrisa de alegría, y se deshacía otra vez porque la sonrisa misma era ahora un recordatorio de la muerte, de todas maneras las noticias me habían vuelto loco después de la tercera semana de jolgorio y disipación, apresándome por fin ese día terrible en Santa Carolina del Mar, como también yo puedo llamarla - Todo, todo muy confuso hasta que lo explique.
Mientras tanto el pobre Monsanto, hombre de letras, quiere entretenerse intercambiando conmigo novedades acerca de la escritura y lo que hacen todos los demás, y luego Fagan llega al negocio (debajo del antiguo escritorio con tapa de Monsanto, que también me mortifica porque siempre había sido la ambición de mi juventud llegar a ser una especie de hombre de negocios literario con un escritorio con tapa, combinando la imagen de mi padre con mi propia imagen de escritor, cosa que Monsanto sin proponérselo siquiera ha logrado plenamente) - Monsanto con sus hombros robustos, enormes ojos azules, piel rosada y brillante, esa perpetua sonrisa suya por la que se ganó en el colegio el apodo de "Smiler", una sonrisa frente a la cual uno se preguntaba "¿Es auténtica?, hasta comprender que si Monsanto tuviera que borrar esa sonrisa el mundo no podría seguir girando - Era también esa clase de sonrisa tan inseparable de él como para imaginar que pudiera desaparecer - Palabras palabras palabras pero él como quedará claro, es de verdad un gran hombre y ahora con sincera simpatía pensaba que yo no debía asistir a fiestas y reuniones si me sentía tan mal: "En todo caso", dice, "puedes ir un poco más tardé" – "Muy bien, Olry" "¿Escribiste algo?" - "Escribí los sonidos del mar, ya te contaré - Fueron las tres semanas mas felices de toda mi vida, mierda, y ahora tiene que pasarme esto, pobre Tyke - Tendrías que haberlo visto, un hermoso persa amarillo del tipo que llaman, calicó" - "Bueno, te queda todavía mi perro Homero, ¿y cómo estaba Alf? – "Alf el Burro Sagrado, a la tarde se queda parado en el bosque, uno lo ve de repente y resulta casi intimidatorio, pero yo lo alimenté con manzanas y trigo molido y esas cosa" (y los animales son tan tristes y pacientes pensé mientras recordaba los ojos de Tyke y los ojos de Alf, ah la muerte, y pensar que esa muerte escandalosa y extraña les toca también a los seres humanos, sí incluso a Smiler, pobre Smiler, y pobre Homero su perro, y pobres todos nosotros) - Estoy deprimido porque comprendo lo mal que se siente ahora mi madre, sola sin su pequeño compañero en la casa a más de 4000 kilómetros (y, Dios mío, resulta después que en realidad unos cuantos beatniks estúpidos que pretendían verme rompieron un vidrio de la ventana para entrar y asustaron tanto a mi madre que levantó una barricada con los muebles detrás de la puerta y la dejó durante el resto del verano).
Pero está el viejo y querido Ben Fagan pitando su pipa y riendo entre dientes, qué diablos, por qué molestar as¡ a gente grande y poetas con mis problemas - Entonces Ben y yo y su amigo Jonesy, que también fuma en pipa, vamos al bar (el local de Mike) y bebemos unas cervezas, prometo primero que no voy a emborracharme, vamos también al parque a caminar largo rato bajo el sol cálido que se apaga siempre en un crepúsculo neblinoso y deliciosamente fresco en esta ciudad de las ciudades - Nos sentamos en el parque de la enorme y blanca iglesia italiana y miramos a los chicos que juegan y la gente que pasa, por alguna razón me llama la atención una mujer rubia que corre apurada a alguna parte "¿A dónde va? ¿Es la amante secreta de un marinero? ¿0 va sólo a cumplir sus horas extra en la oficina? ¿Qué pasaría Ben si conociéramos el rumbo de cada una de estas personas que pasan delante de nosotros, alguna puerta, algún restaurante, un romance clandestino" - "Hablas como si hubieras acumulado en los bosques un montón de energía y vida interior? - Y Ben sabe que es así porque ha estado también varios meses en el desierto, solo - El viejo y querido Ben, mucho más flaco que en nuestra época de Los vagabundos del Dharma hace 5 cinco años, un poco consumido en realidad, pero siempre el mismo Ben que se queda levantado a la noche hasta muy tarde sonriendo satisfecho mientras lee la Escritura Lankavatara y escribiendo poemas acerca de las gotas de lluvia - Y él me conoce muy bien, sabe que me emborracharé esta noche y durante varias semanas y que unas pocas semanas después llegará el día en que me sentiré extenuado y no estaré en condiciones de hablarle a nadie y él vendrá a visitarme y se sentará a mi lado en silencio fumando su pipa, mientras yo duermo - Así es él - Intento hablarle de Tyke, pero algunos aman a los gatos y otros no, aunque Ben tiene siempre un gatito acurrucado en su almohadón - Su almohadón suele tener debajo una alfombra de paja, con una almohada sobre la cual él se sienta de piernas cruzadas, junto a una tetera humeante, la estantería repleta de libros de Stein y Pound y Wallace Stevens - Un poeta sereno y extraño que estaba empezando a ser reconocido como un sabio sonrosado y secreto (tiene un verso que dice "Cuando me alejo de la ciudad todos mis amigos regresan a la impudicia")
Y yo estoy ahora en camino a la impudicia.
Porque de todos modos ha vuelto Dave Wain y puedo verlo frotándose las manos planeando ya otra fiesta conmigo como la del año anterior cuando me llevó a Nueva York desde la costa oeste, con George Baso el pequeño maestro zen japonés fanático del jazz sentado con las piernas cruzadas en el asiento trasero del jeepster de Dave (Willie the jeep), un viaje aterrador atravesando Las Vegas, St. Louis, deteniéndonos en moteles carísimos y bebiendo el mejor whisky escocés directamente de la botella durante todo el camino - Y qué mejor manera de volver a Nueva York, podría haber malgastado 190 dólares en un avión - Y Dave no conoce al gran Cody y esperamos encontrarlo - Entonces nos vamos del parque y caminamos despacio hasta un bar de la calle Columbus y yo pido mi primer bourbon doble y agua tónica. |